sábado, 8 de marzo de 2014

No hay pretexto para no hacer algo delicioso.

Mi mamá era una persona que no desperdiciaba nada.  Todo tenía siempre una segunda oportunidad, a veces tercera, o hasta más.  Quizá sea porque en su vida tuvo todo tipo de limitaciones.
Por ejemplo, vivimos en una isla donde había muy pocas cosas, tan solo las cosas que el barco surtía mes con mes. También hubo momentos donde tuvimos grandes limitaciones económicas, pero siempre lográbamos sobrellevarla, comiendo rico a pesar de estas restricciones. A veces, mi papá, o incluso mis hermanos y yo, dado que nos gustaba tanto lo que nos hacía en esas épocas de restricciones, que hasta nos gustaba comer eso incluso cuando íbamos “bien”.

Es por eso que yo trato de aprovechar todo, trato de no tirar nada. Y, bueno, realmente la comida que tachamos de “pobre” es la comida más rica que podamos hacer. Así, sin más preámbulo, les dejo este budín de mi mamá, también conocida como “Chela”.


Budín de mamá Chela

9 -10 pan de bolillo del día anterior rebanado delgado
½ litro de leche tibia
1 taza de azúcar
90 gr mantequilla derretida
5 huevos
2 cucharaditas polvo para hornear
150 gr almendras blanqueadas y picadas
150 gr pasitas o arándanos deshidratados


Ponga en un tazón el pan y la leche tibia y deje remojar por 30 minutos, removiendo de vez en cuando.  Agregue el azúcar, la mantequilla derretida, los huevos y el polvo para hornear y revuelta todo perfectamente.  Agregue las almendras y las pasitas o arándanos deshidratados.  Vierta en un molde engrasado y enharinado.  Hornee a 180°C por 40 minutos aproximadamente o hasta que esté cocido.  Retire del horno y deje enfriar.  Sirva.



(Editado por: Mario Vázquez)

No hay comentarios.:

Publicar un comentario