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domingo, 12 de enero de 2025

Espinacas gratinadas

Hace mucho tiempo, en las tierras de Persia, brotaba una planta de hojas verdes tan oscuras que parecían absorber la luz del sol.  Era la espinaca, conocida en aquellos tiempos como Esfenaj. Los persas apreciaban su sabor único y sus beneficios para la salud, atribuyéndole propiedades casi mágicas.

Con el tiempo, los árabes llevaron consigo esta planta a tierras lejanas, como España, durante el esplendor del califato. Fue entonces cuando la espinaca encontró un nuevo hogar y nombre en tierras hispanas.

Siglos después, en la Europa medieval, la espinaca se convirtió en un tesoro culinario.  Escritores y agrónomos la elogiaban, destacando su valor entre las hortalizas, incluso san Alberto Magno mencionó sus semillas en sus escritos del siglo XIII, reconociendo su importancia.

Con el paso del tiempo, la espinaca conquistó los campos de todo el continente europeo, extendiendo su reinado verde durante el Renacimiento y más allá.  Se adaptó a los rigores del invierno y al calor del verano, ofreciendo su frescura en todas las estaciones.

Pero la espinaca no estaba sola en su dominio vegetal. Otra planta, la espinaca de Nueva Zelanda, también buscaba su lugar en el mundo de las verduras.  Aunque no pertenecía al mismo género ni familia, su sabor y textura similares atraían a aquellos que buscaban variedad en sus platos.

Así la espinaca y su prima exótica compartían la atención de los cultivadores y los paladares curiosos, enriqueciendo la mesa con su presencia y sus nutrientes.  Desde los campos de Persia hasta los mercados de Europa, la espinaca había tejido una historia de sabor, salud y versatilidad que perduraría a través de los siglos.

Espinacas gratinadas

  • ½ kilo espinacas frescas
  • 150 gr requesón
  • 2 huevos
  • 100 gr queso parmesano rallado
  • 2 cucharadas de aceite
  • Pizca de nuez moscada
  • Sal y pimienta al gusto

  1. Precaliente el horno a 190°C, engrase y enharina un molde refractario cuadrado.
  2. Corte las espinacas en tiras finas, ponga en un tazón, agregue el requesón, los huevos, la nuez moscada y la mitad del parmesano, sazone con sal y pimienta. 
  3. Vierta la mezcla en el molde preparado.  Espolvoree con el parmesano restante. Hornee por 30 min. Sirva inmediatamente.

martes, 26 de marzo de 2024

Pollo en salsa cremosa de espinacas y champiñones

La idea de que las espinacas proporcionaban una gran cantidad de fuerza se popularizó en gran parte debido a un error de traducción y una interpretación exagerada de los datos nutricionales.  En la década de 1870, un científico alemán llamado Erich von Wolf publicó un estudio que sugería que las espinacas contenían diez veces mas hierro de lo que realmente tenían.  Este error se debió a un error de decimal en la transcripción de los datos.

Cuando el estudio fue traducido al inglés, la cifra errónea de von Wolf se mantuvo, y se creó la idea de que las espinacas eran una fuente increíblemente rica en hierro. Además, durante la Primera Guerra Mundial, el gobierno de los Estados Unidos promovió el consumo de espinacas como una forma de obtener nutrientes esenciales durante los tiempos de escasez de alimentos, lo que contribuyó a su reputación como un alimento poderoso.

La caricatura de Popeye, que se popularizó en la década de 1930, también contribuyó a esta percepción.  Aunque la conexión entre las espinacas y la fuerza exagerada en la serie animada es ficticia, contribuyó a reforzar la idea de que las espinacas eran un alimento que podía proporcionar una gran cantidad de energía y fuerza.

Popeye, el famoso marinero de los dibujos animados, es conocido por su amor por las espinacas.  En la serie, siempre que necesita fuerza extra, Popeye abre una lata de espinacas y las come, lo que le da un impulso instantáneo y le permite superar cualquier desafio, especialmente al enfrentarse a su némesis, Brutus.  Esta asociación entre Popeye y las espinacas se ha vuelto icónica, y ha contribuido a la popularidad de este vegetal entre los niños y adultos.  Aunque en realidad, la cantidad de fuerza que proporciona una lata de espinacas son una excelente fuente de hierro y otros nutrientes que promueven la salud.

 

 

Pollo en salsa cremosa de espinacas y champiñones

  •  2 cucharadas de mantequilla
  • 3 – 5 cucharadas aceite
  • 2 pechugas de pollo
  • Sal y pimienta
  • Tomillo
  • 1 taza agua o consomé

Salsa:

  • 2 cucharadas mantequilla
  • 4 cucharadas aceite
  • 1 cebolla picada fino
  • 1 diente ajo picado
  • 500 gr champiñones rebanados
  • 250 gr espinacas frescas o congeladas
  • 1 taza crema
  • ½ taza jocoque fresco
  • Sal y pimienta

Para servir jocoque o crema

 

  1. Corte las pechugas en fajitas. 
  2. En un sartén ponga la mantequilla y el aceite y fría el pollo, sazone con tomillo, sal y pimienta.
  3. Vierta el agua, tape y deje cocer por 20 minutos o hasta que esté cocido por completo.
  4. En otro sartén, ponga la mantequilla y el aceite de la salsa, agregue la cebolla y el ajo, sofría por unos minutos, añada los champiñones rebanados y deje freir de 6 – 8 minutos. 
  5. Sazone al gusto. 
  6. Incorpore las espinacas rebanadas si son frescas o cortadas si son congeladas, añada la crema y el jocoque, deje cocinar por unos minutos. 
  7. Rectifique la sazón.
  8. Listo el pollo y la salsa, servimos en un platón primero la salsa, por encima acomodamos el pollo y ponemos un poco de jocoque o crema.

 


miércoles, 26 de junio de 2019

Rollo de espinacas


Un mito muy extendido sobre las espinacas es que son muy ricas en hierro.  Para promover su consumo se hizo una serie de caricaturas.  En ella Popeye consumía una lata de espinacas que le daban una fuerza sobrenatural

El origen de esta equivocación está en un error del científico E. Von Wolf (1870) que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al errar en la colocación de una coma.

Hoy día se sabe que en general las otras plantas comestibles contienen niveles de hierro similares o incluso superiores a la espinaca, cono es el perejil, semillas de sésamo, acelgas, berza, col y en general la mayoría de las verduras de hoja verde oscura.

De hecho, el hierro de la espinaca no se absorbe bien porque tiene mucho ácido oxálico y este hace insoluble al hierro.

De todas formas, aunque tengan poco hierro pues los garbanzos y las lentejas tienen más, y este no sea fácilmente asimilable, las espinacas siguen siendo un alimento muy aconsejable pues es rica en vitaminas A y E, yodo y varios antioxidantes.

Por su relativamente elevado contenido de ácido oxálico debe consumirse con moderación.

Como sea, las espinacas son muy ricas, ya sea crudas o cocidas nosotros consumimos la espinaca.  En esta ocasión está cocida y saborizada.  Es un rollo delicioso, y vale la pena hacerlo.

Entonces, a trabajar…




Rollo de espinacas

½ kilo de espinacas
6 huevos
Sal, pimienta y nuez moscada molida
Relleno:
2 cucharadas de aceite
1 cebolla picada
200 gr de champiñones rebanados
1 cucharada de harina
¾ taza de leche
Cobertura:
2 cucharadas de queso parmesano

Pre caliente el horno a 200°C. Engrase una charola para horno para hacer el niño envuelto.

Lave la espinaca y ponga a cocer sin agua por 5 minutos.  Escúrrala bien y píquela fino.

Ponga los huevos en un tazón y sazone con sal, pimienta y nuez moscada.  Revuelva bien. Añada la espinaca picada.

Vierta la mezcla en el molde preparado y hornee de 10 a 15 minutos o hasta que cuaje.

Para hacer el relleno caliente el aceite en un sartén y sofríala cebolla, agregue los champiñones y fría por algunos minutos.  Añada la harina y siga friendo por 2 – 3 minutos más. Añada la leche batiendo y deje que se cueza y quede ligeramente espeso. Reserve.

Rocíe el queso parmesano en una hoja de papel encerado y desmolde la espinaca sobre el papel.  Reparta el relleno, enrolle y sirva enseguida.