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jueves, 10 de julio de 2025

Pastel de cumpleaños




Aunque por algún tiempo hice casi nada de repostería, siempre me ha gustado hacer y regalar algo preparado. Siempre que iba a alguna reunión o a visitar a alguien, llevaba algo hecho por mí; un postre, bocadillo o lo que fuera.

Queda por entendido que, cuando se acercaba el cumpleaños de algún familiar o amigo, mi esposo era el encargado de llevar a la casa de nuestro ser querido, un pequeño pastel elaborado por mí, no importaba si hacían fiesta o no, ni tampoco si era entre semana o en fin de semana.

Por supuesto, cuando era el cumpleaños de alguien de aquí de casa, le hacía su pastel o el postre que le gustara más.  En ocasiones hacía el postre y de paso el pastel de cumpleaños.

Ahora que a estoy otra vez haciendo cosas en la cocina y como se acercaba el cumpleaños de uno de mis hijos, me dispuse a hornear este pastel de cumpleaños.  Realmente es un pastel muy rico, los panes quedan como panetelas.  Las panetelas son panes que venden en los mercados en Villahermosa, Tabasco, de donde soy oriunda.

Pastel de cumpleaños

  • 2 tazas harina
  • 1 ¼ cucharadita sal
  • 2 cucharaditas polvo para hornear
  • 4 huevos
  • 2 tazas azúcar
  • 1 cucharada vainilla
  • 1 taza leche
  • 60 gr mantequilla
  • 1/3 taza aceite

Cobertura

  • 1 ¼ tazas cocoa en polvo
  • 4 tazas azúcar glass
  • ¼ cucharadita sal
  • 1/3 taza agua caliente
  • 1 cucharada vainilla
  • 290 gr mantequilla suavizada

 

  1. Precaliente el horno a 175°C y engrase dos moldes de 23 o 25 cm. 
  2. Cubra con papel para hornear, vuelva a engrasar y enharinar.
  3. En un tazón mezcle harina, sal y polvo para hornear.  Reserve.  
  4. En el tazón de la batidora eléctrica bata los huevos, azúcar y vainilla hasta que cambien de color y espesen, aproximadamente 2 minutos. 
  5. Agregue los ingredientes secos y mezcle a mano, solamente hasta que se integre.
  6. En una olla, a fuego medio o en el microondas ponga la leche a que casi hierva, retire del fuego y agregue el aceite y la mantequilla y mezcle hasta que se integre bien.
  7. Lentamente, mezcle la preparación caliente al batido y revuelva suavemente, hasta que esté suave.  
  8. Divida la mezcla en los dos moldes preparados y hornee hasta que estén cocidos y las orillas se separen de los bordes, de 30 a 35 minutos.
  9. Retire los moldes del horno y deje enfriar a temperatura ambiente. 
  10. Saque los panes ya fríos de los moldes, desprenda el papel de hornear y divida cada pan en dos capas.
  11. Prepare la cobertura, ponga en el tazón de la batidora el polvo de cocoa, 1 taza de azúcar glass, sal y bata.  
  12. Agregue el agua caliente y la vainilla y raspe el fondo para que se integre todo bien.  
  13. Añada la mantequilla y el azúcar restante y bata hasta que quede cremosa y esponjosa. 
  14. En un platón ponga una pieza de pastel y cubra con la mezcla de chocolate, acomode el segundo piso del pan, y ponga chocolate, así como el tercer piso y cuando ponga el último piso del pastel cubra con el resto del chocolate, los bordes y arriba.
  15. Ponga el pastel en el refrigerador por al menos dos horas para que esté firme para rebanarlo.  Decore el pastel a su gusto.

 


miércoles, 22 de enero de 2025

Cuadros de maracuyá

El maracuyá, cuyo nombre científico es Passiflora edulis, también conocido como fruta de la pasión, tiene sus orígenes en las selvas tropicales de América del Sur, especialmente la cuenca del Amazonas, donde las tribus indígenas lo valoraban por su distintivo sabor y propiedades medicinales.

Con el tiempo, los exploradores europeos quedaron fascinados por esta fruta exótica durante sus expediciones en el continente sudamericano, llevándola consigo en su regreso a Europa. Así se marcaría el inicio de la propagación del maracuyá por todo el mundo.

En el siglo XIX, el maracuyá se estableció como un cultivo importante en varias regiones tropicales, especialmente en países como Brasil, Colombia y Ecuador.  Su versatilidad en la cocina y su atractiva pulpa jugosa con semillas comestibles lo convirtieron en un ingrediente apreciado.  A medida que la globalización se expandía, el maracuyá encontró nuevos hogares en climas propicios, contribuyendo a su presencia en diversas cocinas y culturas. 

Hoy en día, es símbolo de la rica biodiversidad de América del Sur y una deliciosa adición a numerosas recetas en todo el mundo.  Su historia se entrelaza con la exploración, la diversidad cultural y la apreciación global de los sabores tropicales.

Al hacer y compartir esta receta de cuadros de maracuyá, siento que llevo conmigo la historia de su viaje desde las selvas hasta la cocina.

Cuadros de maracuyá

Base:

  • 170 gr mantequilla sin sal derretida
  • ¾ taza de coco seco
  • ½ taza de azúcar
  • 200 gr de harina

Relleno:

  • 1 lata leche condensada
  • ¼ taza jugo de limón
  • ½ taza pulpa de maracuyá colada

Cubierta:

  • ½ taza pulpa de maracuyá colada
  • 1 ½ cucharaditas grenetina
  • ¼ taza azúcar
  • ¼ taza agua fría
  • 1 cucharadita semillas maracuyá

 

Base: 

  1. Precaliente el horno a 180°C 
  2. Forre un molde cuadrado de 22 cm con papel de hornear. 
  3. En un tazón mezcle harina, coco, azúcar y la mantequilla derretida, vierta en el molde preparado y presione.  
  4. Hornee por 25 minutos.

 

Relleno: 

  1. Bata leche condensada, jugo de limón y la pulpa colada de maracuyá, vierta sobre la base horneada. 
  2. Hornee por otros 15 minutos hasta que esté firme. 
  3. Deje que se enfría antes de agregar la cobertura.

 

Cobertura: 

  1. Ponga la pulpa de maracuyá en una olla y esparza la grenetina en la superficie. 
  2. Deje que se hidrate por 5 minutos. 
  3. Caliente hasta que la grenetina se disuelva, agregue el azúcar hasta que se incorpore, no permita que la mezcla hierva. 
  4. Agregue el agua y añada la cucharadita de las semillas. 
  5. Mezcle bien, vierta sobre la preparación horneada. 
  6. Deje reposar hasta que se cuaje, alrededor de 2 horas, corte y sirva.


viernes, 8 de noviembre de 2024

Tostadas de plátano asado con miel y cacahuates

 

Las tostadas de plátano asado con miel y cacahuates combinan una deliciosa mezcla de texturas y sabores que despiertan los sentidos. El dulzor natural del plátano se realza con el toque caramelizado del asado, mientras que el crujido de los cacahuates contrasta perfectamente con la suavidad del requesón. Esta receta no solo es un placer para el paladar, sino que también es fácil de preparar, ideal para un desayuno o merienda lleno de energía.

El plátano, protagonista de esta receta, tiene una historia fascinante. Aunque hoy lo consideramos un alimento común, los plátanos que conocemos provienen del sudeste asiático, específicamente de la región que hoy comprende Malasia, Indonesia y Filipinas. Se cree que los primeros cultivos de plátanos domesticados datan de hace unos 7.000 años, y a lo largo de los siglos se extendieron por todo el mundo gracias a los comerciantes árabes y, más tarde, los colonizadores europeos. Curiosamente, la mayoría de los plátanos modernos que comemos hoy son de la variedad Cavendish, que se popularizó tras una enfermedad que arrasó con la anterior variedad más común.
Por otro lado, el pan, ese acompañante tan versátil, tiene una historia aún más antigua. Se remonta a unos 12.000 años en la región del Medio Oriente, donde las primeras civilizaciones empezaron a cultivar trigo y otros cereales. El pan, en sus diversas formas, ha sido un pilar en muchas culturas, desde las sencillas tortillas en América hasta las hogazas de Europa. Su versatilidad lo convierte en el complemento perfecto para casi cualquier alimento. En esta receta, el pan tostado añade el crujiente necesario para equilibrar la suavidad del plátano y el requesón.
Un detalle simpático de esta receta es que combina ingredientes que, históricamente, provienen de distintas partes del mundo. Mientras que los plátanos tienen sus raíces en Asia, el pan y la miel están profundamente ligados a la dieta de las civilizaciones mediterráneas y europeas. Los cacahuates, por su parte, son originarios de América del Sur, lo que convierte este platillo en una mezcla cultural deliciosa. Es un pequeño reflejo de cómo los alimentos de diferentes orígenes pueden fusionarse en algo sencillo pero especial.
En definitiva, estas tostadas de plátano asado con miel y cacahuates no solo son un deleite gastronómico, sino también un pequeño viaje por la historia de algunos de los ingredientes más antiguos y apreciados del mundo. Al prepararlas, no solo disfrutarás de un bocado delicioso, sino que también honrarás una larga tradición de comercio y cultura alimentaria. 

Tostadas de plátano asado con miel y cacahuates

  • 4 rebanadas de pan
  • 4 plátanos, cortados por la mitad a lo largo
  • 4 cucharadas de requesón
  • ¼ taza de miel
  • 100 g de cacahuates tostados

 

  1. Tueste las rebanadas de pan por ambos lados, así como las mitades de plátano.
  2. Mezcle el requesón con dos cucharadas de miel, o ajuste al gusto.
  3. Esparza el requesón sobre las rebanadas de pan tostado.
  4. Coloque dos mitades de plátano asado sobre cada tostada.
  5. Rocíe con miel y espolvoree los cacahuates tostados por encima.
  6. Sirva y disfrute.

 

viernes, 9 de agosto de 2024

Crema de queso y mango

El “Petit Suisse” es un tipo de queso fresco de origen francés, conocido por su textura cremosa y su sabor suave.  Su historia se remonta al siglo XIX, cuando fue creado por un fabricante de quesos suizo llamado Daniel Peter.

Peter, que era conocido por su experiencia en la producción de lácteos, desarrolló una receta especial de queso fresco que fuera fácil de digerir y apetitoso para los niños.  En 1857, presentó su creación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de oro y atrajo la atención de muchos.

El nombre “Petit Suisse” se atribuye a la forma del queso, que originalmente se vendía en pequeños recipientes cilíndricos. Pronto se convirtió en un alimento popular en toda Francia y más allá, especialmente entre niños, debido a su sabor suave y su textura cremosa.

Con el tiempo, el Petit Suisse se ha convertido en un elemento básico en muchos países, y se ha utilizado en una variedad de recetas, desde postres hasta platos salados. Su versatilidad y su reputación como un alimento nutritivo han contribuido a su longevidad y popularidad a lo largo de los años.

Crema de queso y mango

 

  • 800 g pulpa de mango
  • 250 g queso crema
  • 250 g queso panela
  • ½ taza azúcar
  • 200 g crema
  • ¼ taza azúcar extra
  • 60 g granillo de almendra caramelizada

 

  1. Muela en la licuadora el mango con la ½ taza de azúcar, vierta 300 gr del puré de mango en un tazón. 
  2. Licue el resto del puré con el queo crema y el queso panela, a que quede una crema muy fina. Añada la crema y el azúcar extra, bata nuevamente.
  3. Sirva en cada vaso o copa unos 30 g de puré de mango y cubra con la crema de mango sin llegar hasta arriba.  Así hasta que se terminen las preparaciones.  
  4. Decore con las almendras caramelizada.

lunes, 22 de julio de 2024

Pop Tarts caseras


En un cálido sábado por la mañana, con el aroma a café recién hecho llenando la cocina, decidí sorprender a mi familia con un pequeño festín.  Inspirada por una receta que había encontrado, me aventuré a preparar Pop Tras caseras para mis queridos nietos.  Con cuidado y cariño, mezclé los ingredientes, extendí la masa y rellené cada una con una generosa porción de mermelada de fresa.

Mientras las Pop Tarts se doraban en el horno, el delicioso olor llenó la casa atrayendo a todos hacia la cocina con la promesa de un desayuno especial. Mis nietos, con ojos brillantes y sonrisas radiantes, se sentaron a la mesa ansiosos por probar mi creación.  Sus risas y emociones contagiosas llenaron el aire mientras compartíamos historias y anticipábamos el primer bocado.

Al sacar las Pop Tarts doradas y crujientes del horno, el aroma tentador invitó a mi esposo e hijos a unirse a la celebración.  Con cada mordisco, el relleno dulce y la masa escamosa deleitaron sus sentidos, y pronto se convirtió en una carrera por quién podía comer más.

El tiempo pasó volando entre risas, charlas y el dulce sabor de las Pop Tarts caseras. Fue un momento sencillo pero significativo, donde el amor y la alegría se entrelazaron con cada bocado.  Ver las sonrisas de satisfacción en los rostros de mi familia llenó mi corazón de felicidad, recordándome una vez más el poder de la cocina para unir a las personas y crear recuerdos duraderos.

Esa mañana, las Pop Tarts no solo fueron un desayuno, sino un símbolo de amor compartido y momentos preciosos en familia que atesoraríamos para siempre.

Por cierto, las Pop Tarts son un clásico aperitivo estadunidense creado por Kellogg’s que consiste en un relleno con sabor sellado dentro de dos capas de masa rectangular y delgada.

Pop Tarts caseras

  •  350 gr harina
  • 2 cucharadas azúcar
  • 1 cucharadita sal
  • 200 g mantequilla sin sal, fría
  • 5 cucharadas de leche
  • 400 gr mermelada de fresa o al gusto

Cubierta:

  • 100 gr azúcar glas
  • Leche la necesaria
  • Decoración al gusto

 

  1. En un tazón mezcle harina, azúcar y sal, agregue la mantequilla cortada en cubos y pellízquela con los ingredientes secos hasta que no haya trozos de mantequilla grandes y la mezcla parezca migas de pan.  También puede ponerlo en una procesadora para que se forme la masa. Agregue la leche y amase levemente. 
  2. Envuelva en película plástica y deje descansar en el refrigerador por al menos 1 hora.
  3. Engrase y enharine charolas de hornear o cubra con papel para hornear. 
  4. Estire la masa en una mesa enharinada levemente, a que quede de 2 mm de grosor. 
  5. Corte rectángulos de 10 cm x 8 cm. 
  6. Ponga las piezas de masa en las charolas preparadas, ponga mermelada en el centro, dejando 5 mm sin mermelada en el borde. 
  7. Pinte los bordes sin mermelada con un poco de leche y tape con otro rectángulo.
  8. Selle los lados presionando con los dedos y luego con un tenedor.
  9. Precaliente el horno a 180°.
  10. Con un palillo haga 3 agujeros en la Pop Tart para que pueda escapar el vapor de la mermelada.  
  11. Pinte las Pop Tarts con la leche. 
  12. Hornee por 15 minutos o hasta que estén ligeramente doradas.
  13. Cuando las Pop Tarts estén completamente fríos haga la cubierta. 
  14. Ponga el azúcar glas en un tazón y agregue la leche por cucharadas. 
  15. Mezcle con un batidor de globo, hasta que tenga un glaseado espeso. 
  16. Con una cuchara ponga la mezcla sobre las Pop Tarts y esparza grajeas de colores.

 

viernes, 5 de julio de 2024

Galletas de crema


Con entusiasmo, preparé la masa para las galletas, añadiendo una pizca extra de amor al incorporar la cremosa textura que las distinguiría.  Utilizando los cortadores favoritos de mi preciosa nieta que prometían deleitar el paladar de los invitados, pues celebrábamos su cumpleaños.

Sin embargo, la fragancia tentadora que emanaba del horno fue irresistible, y pronto las galletas recién horneadas desaparecieron una tras otra antes de que pudiera siguiera considerar decorarlas.  La combinación perfecta de suavidad y dulzura atrajo a todos y las galletas con crema se convirtieron en el centro de atención, incluso antes de la llegada de la fiesta.

Aunque las galletas no llegaron a ser adornadas como había planeado, la alegría en los rostros de quienes las saborearon llenó la habitación con una energía cálida y festiva.  La felicidad compartida al disfrutar de cada bocado creó un momento especial y espontáneo que quedará grabado en la memoria de todos, convirtiendo la preparación de las galletas en una experiencia aún más memorable.

Galletas de crema

  •  200 gr mantequilla
  • 1 ½ tazas azúcar
  • 2 huevos
  • 1 taza crema
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • 4 tazas harina
  • 2 cucharaditas polvo de hornear
  • 1 cucharadita bicarbonato
  • ¼ cucharadita sal

  1. Gata la mantequilla con el azúcar hasta que estén acremadas, incorpore los huevos, la crema, la vainilla bata hasta que esté todo integrado. 
  2. En otro tazón, cierna la harina, polvo para hornear, bicarbonato y sal. 
  3. Lentamente añada los ingredientes secos con los ingredientes húmedos y mezcle.  La masa se verá pegajosa y muy suave.
  4. Divida la masa en dos, forme discos con cada uno de ellos y envuelva con película plástica, refrigere por al menos 4 horas o también lo puede congelar por al menos 1 hora.
  5. Precaliente el horno a 200°C, prepare algunas charolas con papel de hornear. 
  6. En la mesa bien enharinada extienda la masa de 1 cm, con cortadores de galleta enharinados corte las galletas.  
  7. Coloque en las bandejas preparadas separadas por al menos 2 cm.
  8. Hornee las galletas de 10 a 12 minutos. Deje que se enfríen en la charola, remueva con una espátula. Decore a su gusto.

jueves, 18 de abril de 2024

Pastel húmedo de manzana

 

Este pastel es muy jugoso y debe esa propiedad a que utilizamos caramelo en la parte inferior del molde, como si estuviéramos haciendo un flan.

Cuando utilizamos caramelo nos remontamos a la cocina francesa y española, donde el flan tiene sus raíces.  La historia exacta del origen del caramelo en el flan o pan no está totalmente documentada, pero se cree que su uso se desarrolló a medida que el flan se popularizó en Europa y América latina durante los siglos XVIII y XIX.

El caramelo cuando se hornea se derrite y se convierte en un delicioso jarabe que cubre la parte superior de nuestra preparación una vez que se desmolda.  Al añadirle el caramelo a este pan o pastel, no solo agregamos el sabor dulce tostado, sino que también le proporcionamos un contraste de texturas con las nueces, pasas y manzanas, entre crujiente y pegajosa.  También la acidez de la manzana con la dulzura del caramelo crea un agradable contraste de sabores en cada bocado.  Además, el caramelo añade un brillo muy atractivo y una presentación elegante a este pan de manzana una vez que este horneado y se sirva.

En resumen, agregar caramelo al pan de manzana puede ser una forma deliciosa de mejorar su sabor y presentación.  Sin embargo, es importante tener en cuenta que el caramelo puede hacer que el pan sea más dulce, así que ajusta la cantidad según tus preferencias personales.

Pastel húmedo de manzana

  • Azúcar para caramelizar el molde
  • 4 – 5 manzanas
  • ½ taza de pasitas remojadas en vino
  • ½ taza de nueces picadas
  • 1 taza de harina
  • 1 cucharadita de polvo para hornear
  • 1 taza de azúcar
  • 4 huevos batidos
  • ½ litro de leche
  • 1 cucharada de esencia de vainilla

 

  1. Haga un caramelo y vierta sobre el molde que vaya a utilizar. Precaliente el horno a 170°C.
  2. Corte las manzanas peladas en rebanadas delgadas y coloque sobre el caramelo, también ponga las pasitas y las nueces.
  3. Cierna la harina con el polvo para hornear y el azúcar y esparza sobre las manzanas.  
  4. En un tazón bata los huevos con la leche y la vainilla, esparza en el molde sobre la harina, suavemente para que vaya penetrando en los ingredientes secos.
  5. Meta el molde al horno a baño maría por una hora aproximadamente, o cuando introduzca una brocheta esta salga seca.  Desmolde cuando esté frío.

 


jueves, 7 de marzo de 2024

Chutney de manzana


Siempre me ha gustado guisar y preparar cosas nuevas para mi familia, en esta ocasión me interesé por el “chutney” que es un acompañamiento de la cocina de la India.  El chutney o chatni es un condimento un poco extraño pues es un poco dulce, un poco salado, un poco o en ocasiones un mucho picante.  Se elabora con frutas, verduras, o hierbas, con vinagre, azúcar y algunas especias y es utilizado para resaltar el sabor de un plato. 

En la actualidad se le dice chutney a cualquier cosa que es conservada en azúcar y vinagre, independientemente de su textura, ingredientes o consistencia. 

El chutney o chatni es muy importante en la India pues se sirve con todo, desde arroz, pan o platos de curry.  En algunos lugares tienen chutneys específicos para algún plato como por ejemplo el chutney de cebolla lo utilizan para carnes asadas, o el de manzana con algún queso como el brie o el queso de cabra, el chutney de tamarindo lo utilizan para hornear alguna pieza de carne o pollo.

En Europa y en los Estados Unidos utilizan este producto mas familiarmente como un producto envasado, en América esta preparación es poco conocida aunque ya con la globalización podremos esperar que en un futuro no muy lejano la comida de la India venga para quedarse con nosotros, como muchos platillos que ya son “mexicanos”.

 

Chutney de manzana

 

 

1 kilo manzanas peladas y en cubitos

1 cebolla pequeña en cubos

1 chile jalapeño en cubos

1 cucharada de ajo picado

1 taza de azúcar morena o miel

1 taza de vinagre de manzana

1 taza de pasitas

1 cucharada de canela molida

1 cucharadita de jengibre molido

1 cucharadita de allspice

 

Coloque todo en una olla y hierva 45 – 60 minutos hasta que espese.  Sirva cuando esté frío.

 

Se puede envasar, hirviéndolo en frascos de vidrio y almacenar en lugar fresco.

 

 




jueves, 29 de febrero de 2024

Clafoutis de piña y ron

El clafoutis tiene sus raíces en la región de Limousin, en Francia.  Se cree que se originó en el siglo XIX.  Originalmente se preparaba con cerezas negras, que se dejaban con los huesos para dar sabor al postre, pero hoy en día se hacen variaciones con diferentes frutas.

La piña es originaria de América del Sur, específicamente de la región del Paraguay, Brasil y norte de Argentina.  Fue domesticada y cultivada por pueblos indígenas en estas áreas mucho antes de la llegada de los europeos.  Luego se propagó por América Central y el Caribe, donde los europeos la encontraron durante sus exploraciones en el continente americano.

Una característica distintiva del clafoutis es su textura única, que se sitúa entre un budín y un pastel.  La masa, que se asemeja a una mezcla entre crepe y hotcake o pancake, envuelve las frutas, creando una combinación de sabores y una textura suave y reconfortante.  Además, es común encontrar que la fruta utilizada en el clafoutis aporta un toque jugoso y dulce, mientras que la masa tiene a ser sutilmente dulce y ligeramente cremosa.  Se sirve típicamente tibio, a menudo espolvoreado con azúcar glas, lo que añade un toque final de dulzura y una presentación elegante.

Clafoutis de piña y ron

  • 150 g harina
  • 200 g piña
  • Ron al gusto
  • 100 g azúcar
  • 4 huevos
  • ¼ taza leche
  • 30 gr mantequilla
  • 1 pizca de sal

 

  1. Precaliente el horno a 190°C, Enmantequille un molde de pay.
  2. En un recipiente derrita la mantequilla. 
  3. Ponga los huevos en un tazón y bata con un batidor de globo.  
  4. Agregue el azúcar, la harina, la mantequilla derretida, la leche y la pizca de sal. Mezcle hasta que la pasta esté suave.
  5. Pique la piña y dispóngala en el fondo del molde preparado, rocíe con una cucharada extra de azúcar y el ron que vaya a utilizar. 
  6. Vierta la mezcla.
  7.  Hornee por 25 – 30 minutos, hasta que esté cuajado y se dore ligeramente.
  8. Retire del horno, deje entibiar y espolvoree azúcar glas, si lo desea.


sábado, 17 de febrero de 2024

Pastel de dátiles y nueces

La historia del dátil se remonta a miles de años, siendo una de los primeros frutos cultivados por la humanidad.  Originario de  Medio Oriente y el norte de África, el dátil ha desempeñado un papel crucial en la dieta y la cultura de estas regiones.  Los primeros registros del cultivo de dátiles datan de al menos 6,000 años, con evidencia arqueológica que muestra su presencia en la antigua Mesopotamia y en el Valle del Indo.

Civilizaciones como la egipcia y la mesopotámica consideraban a los dátiles como símbolos de prosperidad y longevidad.  A lo largo de la historia, los dátiles han sido una fuente valiosa de alimento en climas áridos, gracias a la resistencia de la palma datilera a condiciones desérticas.  La propagación de la cultura de los dátiles se llevó a cabo a través de rutas comerciales, desde el norte de África hasta el Mediterráneo y Asia.

Uno de los registros más antiguos del dátil, se da en la literatura. Los dátiles son menciados en la Anabasis, de Jenofante, alumno de Sócrates, así como Heródoto que lo incluía entre los materiales necesarios para el ritual de momificación egipçio. En textos sagrados, como la Biblia y el Corán, son mencionados como alimentos nutritivos y bendiciones de la tierra. Con el tiempo, la introducción de la palma datilera en otras partes del mundo, como España y el sur de California, llevó a la expansión global de la producción de dátiles.  Hoy en día, los dátiles son apreciados no solo por su dulzura y valor nutricional, sino también por la rica historia que llevan consigo, siendo testigos de civilizaciones antiguas y parte integral de tradiciones culinarias en diversas culturas.

Pastel de dátiles y nueces

 

  • 1 ½ tazas de almendras molidas
  • ¼ cucharadita de bicarbonato
  • ¼ cucharadita de sal
  • 3 huevos
  • ¼ taza aceite
  • ¼ taza jarabe de inulina
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • 1 taza nueces peladas y partidas
  • 1 taza de dátiles deshuesados y partidos

 

Precaliente el horno a 170°C, forre con papel de horno dos moldes de panqué.

En un tazón mezcle los ingredientes secos como las almendras, bicarbonato, sal, nueces y dátiles.  En otro tazón revuelva los ingredientes líquidos: los huevos, aceite jarabe de inulina y vainilla. Incorpore los ingredientes líquidos en los secos y revuelva bien.  Vierta en los moldes preparados y hornee alrededor de 20 – 25 minutos hasta que al introducir un palillo este salga seco. 

Retire del horno y deje enfriar.  Sirva.









miércoles, 17 de enero de 2024

Panecillos chinos

 



Hace unos días mis nietos querían que hiciéramos unos panecitos y  utilice esta receta, la cual es muy fácil para ellos. Además, debido a que no usa muchos ingredientes, no se produce mucho tiradero y es muy sencillo tener todo en orden después.

Son unos panecitos esponjosos como donas por dentro pero crujientes como galleras por fuera. A pesar de estar fritos, no son para nada grasosos.

Se dice que esta receta es oriunda de China pero esto no pude comprobarlo. Aunque la verdad no me sorprendería, debido a lo fácil y rico que es prepararlos, que las abuelas y las madres de toda China se las preparen a sus seres queridos. Para hacerlos solo basta con poner los ingredientes en un procesador y así de rápido, la masa está lista. Mientras reposa, ponemos aceite en el sartén y prendemos la flama. Solo es cuestion de estirarlas, darles forma y freirlas, poniéndoles un poco de azúcar para adornar.

Panecillos chinos

  • 2 tazas harina
  • 2 cucharaditas azúcar
  • ½ cucharadita sal
  • 2 cucharaditas levadura
  • 60 gr mantequilla fría
  • ¾ leche
  • Aceite para freir
  • Azúcar para espolvorear

 

  1. En la procesadora ponga harina, azúcar, sal y levadura y procese. 
  2. Agregue la mantequilla fría cortada en cubos, procese hasta que parezca hojuelas de avena, añada la leche y deje que se forme una bola.  
  3. Vacíe y amase levemente.
  4. Deje reposar por unos 10 – 15 minutos.  
  5. Extienda la masa a que tenga 1 cm de grosor, corte círculos del tamaño deseado y deje reposar por 10 minutos. 
  6. Ponga el aceite a fuego medio.  
  7. Fria los panecillos por tandas, no ponga muchos para que no baje la temperatura del aceite. 
  8. Deje que dore de un lado y voltee. 
  9. Cuando dore del otro lado, escurra y revuelque en azúcar.


martes, 1 de agosto de 2023

Rollitos de Nutella y fresas

El trabajo en la cocina nunca termina.  Empiezas con el desayuno, terminas del desayuno y sigue entre otras cosas la limpieza de la cocina y la comida, además de todas las otras cosas que el ama de casa tiene que hacer. Terminas con la comida y tienes que hacer limpieza de la cocina nuevamente. Y, para finalizar, está la merienda o la cena, dependiendo de lo que se acostumbre en casa, y, posterior a eso, ya saben qué viene: otra vez limpieza de la cocina. Espero que no se hayan cansado, porque, al día siguiente volvemos a empezar.  A diferencia de otros trabajos, para un ama de casa, la labor del hogar no tiene ni descansos ni vacaciones. Y ni hablar de aquellas mamás que no solo tienen el trabajo doméstico, sino también un trabajo en alguna empresa.

Viendo así el trabajo en la cocina del ama de casa, parece que nunca tiene fin, pero eso significa que todas las amas de casa somos astutas y buscamos atajos que nos ayuden a facilitar y disminuir el trabajo cotidiano, y así darnos el tiempo para alguna otra cosa que hacer.

Estos rollitos los podemos hacer con antelación y hacer dos o tres veces la cantidad y los podemos congelar, cuando los vayamos a necesitar solo los retiramos del congelador y los ponemos en una freidora de aire o en una sartén con mantequilla y listo, para servir y saborear.

 

Rollitos de Nutella y fresas

  • 6 rebanadas de pan de caja
  • 150 gr fresas frescas
  • ½ taza de Nutella
  • Mantequilla para freir
  • Azúcar glas para decorar


  1. Corte las orillas del pan de caja.  
  2. Rebane las fresas. 
  3. Aplane con un rodillo cada rebanada de pan. 
  4. Unte la Nutella en una mitad del pan aplanado y coloque una tira de fresas rebanadas. 
  5. Enrolle.  
  6. Fría los rollitos en mantequilla, girando para que se doren por todos lados.  
  7. Sirva espolvoreados con azúcar glas.

 


miércoles, 1 de marzo de 2023

Pan de manzana al microondas




 

Hoy tuve un día muy tranquilo, pues me tocó cuidar a mi nietecito de 3 meses de edad. Como ya sabía que lo cuidaría, ayer preparé la comida para que hoy me pueda dedicar todo el tiempo a él. Dicho eso, es tan bien portado que se durmió al poco tiempo que tomó su biberón y me dejó con media mañana desocupada.

Decidí hacer algo rápido y sencillo, pues no sabía cuanto tiempo iba a estar dormido y volteé a ver mi microondas. Este es un aparato que tenemos en casi todos nuestros hogares, pero que rara vez lo usamos para cocinar, siendo usado casi exclusivamente para calentar.

Agarré unas cuantas manzanas, un molde refractario y empece a hacer este rápido y fácil postre

 

 

Pan de manzana al microondas


  • 1 taza agua
  • 1 taza mermelada de albaricoque
  • 1 taza azúcar
  • 1 taza harina
  • 1 taza aceite
  • 1 ½ cucharaditas polvo para hornear
  • 2 cucharaditas vainilla
  • 3 huevos
  • 4 – 5 manzanas
  • 1 – 2 cucharadas azúcar glas

 

  1. Unte un molde de vidrio con mantequilla,
  2. Caliente el aceite, agua y mermelada en el microondas en recipientes separados. 
  3. En un tazón grande mezcle los huevos, harina, polvo para hornear, azúcar y la vainilla.  Agregue la mermelada, agua y aceite.
  4. Pele y corte las manzanas en cubos pequeños y agregue a la mezcla. 
  5. Vierta en el molde preparado. 
  6. Cocine el pastel por 10 minutos en el horno de microondas.  Deje que el pastel se enfríe.  
  7. Espolvoree azúcar glas en la superficie.  Sirva.

 

 


viernes, 27 de enero de 2023

Merengues de limón con galleta

El huevo, junto con el azúcar, es uno de los ingredientes más empleados en la repostería. Lamentablemente, algunas recetas solo piden las yemas y. aunque sí hay recetas que usan las claras, no son tantas.

Cuando llego a usar solamente las yemas, me niego a desechar las claras, ya que todavía sirven. Por ello, las pongo en un frasco hermético y las guardo en el refrigerador.  Normalmente, las agrego a los huevos revueltos, preparo un pastel de claras o le hago un omelette de claras a mi nieta, pero en esta ocasión les preparé a mis hijos unos merenguitos puestos en una galleta “María” y quedaron muy ricos.

Son unos bocaditos pequeños, útiles para un antojito a media tarde o en la mañana o bien, como postre.  Lo único que les puedo decir en contra es que no los dejen para el día siguiente ya que el merengue se seca. Aunque, realmente, están tan ricos que no va a quedar ni uno para verificar que si es cierto que se van secando.

 Merengues de limón con galleta

 

  • 3 claras de huevo
  • 150 gr azúcar
  • 2 limones, su ralladura
  • 1 tubo galletas Marías
  • Gotas de colorante alimenticio verde

 



  1. Precaliente el horno a 180°C y forre con papel de hornear una charola de horno.
  2. Revuelva la ralladura con el azúcar. 
  3. Bata las claras con la batidora hasta que estén a puno de turrón, agregue a cucharadas el azúcar con la ralladura y el colorante al gusto y siga batiendo. 
  4. Ponga cucharaditas de merengue sobre cada galleta María y acomode en la charola preparada. 
  5. Hornee por aproximadamente 10 minutos o hasta que empiecen a dorar.

martes, 10 de enero de 2023

Buñuelos de manzana y yogur


Después de un tiempo en que he dejado de hacer postres y de cocinar debido a la falta de motivación para hacerlo, pues esta pandemia nos ha dejado aislados y no podemos convivir con las personas que siempre han estado cerca de nosotros, aquí estoy de vuelta para hacer platillos y postres y poder mimar a mi familia. Un nuevo comienzo. Parece mentira, pero el tener tanto tiempo “libre”, no lo hace a uno más productivo, sino al contrario, hace que uno se sumerja a un lago de falso de tranquilidad que nos va quitando las ganas de hacer aquellas cosas que antes nos apasionaban y, que ahora, no queremos ni voltearlas a ver.    

Como estoy empezando otra vez, decidí hacer algo muy sencillo: buñuelos de manzana con yogur, un platillo que aunque fácil de hacer no es por ello menos delicioso; imagínense, apenas los puse en la mesa, se acabaron.               

Antes de pasar a la receta de los buñuelos, les platicaré que la palabra “yogur” viene del término turco yoğurt que se deriva del verbo yoğurtmak, que significa “amasar”, en referencia a su método de preparación.

Sus virtudes saludables eran conocidas desde la Antigüedad, pero en 1908, Iliá Méchnikov, recibió el Premio Nobel por sus investigaciones en Microbiología.  Fue el primer científico en intuir los efectos del yogur en la flora intestinal,  demostró que  contenía bacterias capaces de convertir el azúcar de la leche en ácido láctico y que este hacia imposible el desarrollo de bacterias dañinas en el intestino causadas por la descomposición de los alimentos.  También descubrió la enorme cantidad de vitaminas del grupo B que contiene el yogur.

En otra ocasión platicaremos de un científico que descubrió la bacteria causante de la fermentación láctica, y a la que primero le pusieron su nombre para después quitárselo. Esto es un chismecito de los buenos, así que es bueno que después chisemeemos la historia de nuestros ingredientes.

 

Buñuelos de manzana y yogur

 

-130 gr de yogur

-2 manzanas peladas en cubos pequeños

-125 gr de harina

-1 cucharadita de polvo para hornear

-1 huevo

-¼ taza de leche aproximadamente

-1 cucharada de azúcar

-1 pizca de sal

-Para cubrir:

-Azúcar y canela al gusto

-Para freir:

-Aceite al gusto


En un tazón revuelva la manzana en cubos, el yogur, la harina, el polvo para hornear, azúcar y sal y revuelva.  Agregue los ingredientes líquidos, la leche y el huevo y revuelva hasta que se integren todos.

En una cacerola ponga de 3 a 4 centímetros de aceite y cuando esté caliente, empiece a verter el batido por cucharadas. Cuando estén color dorado de un lado, voltee para que se doren por completo.  Ponga a escurrir en papel de cocina.  Termine de freír la pasta.

Mientras tanto revuelva el azúcar y la canela y cuando los buñuelos estén ya fritos, espolvoree.