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jueves, 4 de abril de 2024

Estofado de jacube

En México, la cocina tradicional se enriquece con una amplia variedad de plantas, muchas de las cuales se han convertido en elementos emblemáticos de la gastronomía local. Sin embargo, existe una cactácea poco conocida y utilizada en los platos típicos: los jacubes. Estas plantas pertenecen a la familia de las cactáceas y se caracterizan por su forma alargada y sus espinas largas y escasas, a diferencia de los nopales más comunes.

Conocidos científicamente como Acanthocereus tetragonus, los jacubes se encuentran principalmente en las poblaciones silvestres a lo largo del litoral del Golfo de México, en estados como Tamaulipas, Hidalgo y Veracruz.  A menudo se les llama también crucetas o nopales de cruz debido a su peculiar forma de estrella o cruz cuando se cortan.

Preparar los jacubes para su consumo implica quitarles las espinas y la piel transparente, especialmente cuando están tiernos para evitar que el sabor se vuelva amargo.  Una vez limpios, se pueden cocinar de diversas maneras; desde saltearlos con huevo hasta guisarlos con chile y carne.  Una receta común es simplemente hervirlos con un poco de sal y luego agregarlos a otros platillos para crear deliciosas combinaciones.

La versatilidad de los jacubes en la cocina mexicana se refleja en la diversidad de recetas en las que se pueden utilizar. Desde acompañamientos sencillos como con frijoles o tomate, hasta platos más elaborados, los jacubes ofrecen un toque único a la mesa, resaltando la riqueza y la variedad de la cocina regional mexicana.

 

Estofado de jacube

 

  • 10 piezas de jacube
  • ½ k costillas de cerdo
  • ½ k maciza de cerdo
  • 1 k tomates verdes
  • 3 dientes de ajo
  • ½ cebolla
  • ½ cucharadita comino
  • ½ cucharadita orégano
  • Sal y pimienta al gusto

 

  1. Quite la película que cubre el jacube, corte en rebanadas. Reserve.
  2. Licue 4 tomates verdes con el ajo y la cebolla con medio litro de agua, el resto de los tomates córtelos en 4. Reserve.
  3. Coloque los tomates cortados en la olla exprés, ponga la carne, los jacubes, el comino, el orégano, lo licuado, sazone con sal y pimienta.
  4. Deje que se cueza por 40 minutos.  
  5. Sirva con arroz y tortillas recién hechas.

jueves, 2 de febrero de 2023

Tamales de frijol

A los que partieron rosca en día 6 de enero y tuvieron la suerte de que les tocara el muñequito del niño Dios, les toca ofrecer los tamales y atole para el día de la Candelaria que es el 2 de febrero.

Muchos esconden el muñequito porque no quieren hacer o comprar tamales para ese día. Quizá sea porque no los saben hacer o porque no quieren gastar mucho tiempo o dinero para mantener esta tradición. Eso está mal, hay que dar y así poder recibir.

Cuando mis hijos eran pequeños les decía que era una suerte que les tocara el niño Dios y que, para la fiesta de la Candelaria, yo haría los tamales.

Se piensa que es un poco difícil hacer tamales, pero no es cierto, realmente es más rápido de lo que uno se imagina. Para esta fecha se me antojó hacer tamales que no fueran ni verdes ni rojos, ni tampoco de mole o dulce; los hice de frijol.  Estos tamales se utilizan para acompañar el mole en Milpa Alta en Ciudad de México, pero al no tener mole, los preparé para comer con queso y crema.

Fueron muy rápidos de hacer y también muy rápidos para comer pues volaron y les gustó mucho a mis hijos y nietos.  Se los recomiendo.


Tamales de frijol

 

  • ½ k de frijoles negros cocidos
  • 1 – 3 tazas caldo de frijol
  • 300 gr manteca de cerdo
  • ½ k harina para tamales
  • 1 ½ cucharadita polvo para hornear
  • Sal o consomé de pollo al gusto
  • 1 paquete de hojas de maíz

 

  1. Remoje las hojas de maíz en agua tibia para que se ablanden. 
  2. Muela los frijoles con 2 tazas de caldo. 
  3. Coloque la manteca en el tazón de la batidora y bata, agregue el polvo para hornear y la sal o el consomé si lo utiliza.  
  4. Agregue el harina para tamales a cucharadas alternando con el puré de frijoles. Si la masa está muy espesa utilice el resto del caldo de frijol. Deberá quedar una masa pastosa, que se maneje con una cuchara.
  5. Escurra las hojas de tamal y coloque una cucharada o dos de la mezcla en ella, envuelva el tamal y coloque parado en la vaporera. Proceda hasta terminar con la masa de frijol. 
  6. Coloque agua en la vaporera y deje cocer 1 ½ horas.

 

 


miércoles, 7 de octubre de 2020

Enchiladas poblanas

Hablando de comida mexicana, encontramos que cada estado cuenta con platillos que aunque llevan casi el mismo nombre, su apellido es el nombre del estado y hace una gran diferencia.  Entre estos platillos están los tamales y por supuesto las enchiladas.

Como todos sabemos, la enchilada en un platillo que se elabora con tortilla de maíz bañada en alguna salsa de chile.  Puede acompañar a algún guiso o puede ser la estrella del plato.  Puede ir rellena o no de alguna de res, pavo, pollo o puede ir rellena de queso o requesón, a veces no va rellena, pero siempre va bañada en salsa.  Se acompaña generalmente de lechuga, cebolla rebanada, queso y crema.

Dependiendo del estado en que se cocinen varía el estilo de preparación.  Las enchiladas verdes son preparadas con una salsa de tomates verdes cocidos. Las enchiladas rojas pueden ser de jitomate y se llamarían enjitomatadas o pueden ser de chiles secos como el guajillo, que por eso sea el color rojo.

En la versión michoacana se acompaña con pollo y papas fritas con la salsa.  También están las enchiladas suizas que se preparan con base en tomate verde y crema y se cubren con queso gratinado en lugar del queso Cotija que se utiliza en todas las demás enchiladas.  También están las enchiladas de mole, que también se llaman enmoladas.  Las de frijol que se conocen como enfrijoladas. También las hay en salsa de crema que se conocen como encremadas y se rellenan de requesón guisado.

Las enchiladas que vamos a preparar el día de hoy son unas enchiladas poblanas, pero no porque lleven mole poblano, sino porque son unas enchiladas elaboradas con chile poblano y que lo llevan tanto en su salsa como en el delicioso relleno de rajas.

 

Enchiladas Poblanas

-18 tortillas de maiz
-Aceite para freir

Relleno:

-300 gr champiñones rebanados
-1 – 2 dientes de ajo picados
-½ cebolla en rebanadas
-1 taza granos elote cocidos
-2 tazas rajas de chiles poblanos
-1 cucharada de aceite
-Sal y pimienta

Salsa:

-3 – 4 chiles poblanos asados
-150 gr queso crema
-¼ cebolla
-2 – 3 dientes de ajo
-2 tazas leche
-1 taza crema
-Sal y pimienta

Para servir:

-Queso rallado al gusto
-Cebolla fileteada al gusto
-Champiñones rebanados al gusto

 

Relleno: en el aceite fría las cebollas y cuando estén transparentes agregue el ajo picado. Cuando empiece a dorar añada las rajas y los granos de elote.  Sazone con sal y pimienta. Reserve.

Salsa: muela los chiles poblanos con la cebolla, el ajo, el queso crema y la leche.  Vierta en una olla y agregue la crema.  Sazone con sal y pimienta y deje que hierva suavemente. Apague para que no se vaya a cortar.

Fría las tortillas.  Pase las tortillas por la salsa y ponga el relleno, doble o enrolle, vaya acomodando en los platos para servir y bañe con la salsa preparada. Decore con champiñones rebanados o con queso rallado y cebolla fileteada.

 

 

 


martes, 15 de septiembre de 2020

Tostadas de tinga

 


Se están acercando las fiestas patrias en las que solemos preparar una fiesta con comida típica mexicana, bebidas mexicanas, arreglamos nuestra casa con los colores patrios, nos vestimos con trajes típicos y pasamos momentos muy agradables al preparar y disfrutar estas festividades. 

Nos esmeramos mucho en las preparaciones y no queda afuera de estos preparativos la comida que vamos a ofrecer.  Un platillo que es muy socorrido, muy mexicano y rico es la tinga.  La tinga es un platillo típico que podemos elaborar con carne deshebrada de pollo, res, cerdo o hacer una mezcla de dos o tres carnes.  Se le añade un caldillo de tomate o jitomate con cebolla y ajo y se sazona con chile chipotle.

La tinga es tan versátil que la podemos comer en tostadas, tacos, quesadillas, molotes, etc.  En ocasiones la acompañamos de aguacate, queso fresco, lechuga y crema.

Se dice que se trata de un plato humilde, muy popular en el centro del país y como decíamos muy versátil, pues también existe tinga de atún, mero, vegetarias que se elaboran con base en zanahoria, camote o champiñones.

En Morelos es típico comer tinga de hongo de cazahuate.  En el Estado de México podemos encontrar tinga con chorizo verde.  En Tlaxcala le ponen chorizo, longaniza y papa.  Sin embargo, la más popular de todas es la tinga de pollo.

Hablando de historia aparece documentada por primera vez en el libro de cocina “La cocinera poblana”, de 1881, en el que se describen hasta siete diferentes recetas de tinga.  Bien por los poblanos, nos dieron un platillo muy rico y económico.

Después de preparar nuestra tinga, preparamos unos frijolitos refritos, hacemos o compramos unas tostadas y casi está todo listo para unas ricas tostadas de tinga.

A disfrutar.

 

Tinga de pollo

200 gr chorizo
1 pechuga de pollo cocida y deshebrada
½ cebolla rebanada
3 tazas caldillo de jitomate
Chile chipotle al gusto
Sal al gusto
Aceite: el necesario

 

En una olla fría el chorizo hasta que esté bien cocido agregue las rebanadas de cebolla, si es necesario agregue una o dos cucharadas de aceite.  Cuando la cebolla esté sofrita agregue el pollo y deje que se fría.  incorpore el caldillo de jitomate y sazone al gusto. Añada el chipotle deseado y deje que se sazone.  Retire del fuego y sirva.

 

 

 

 (Editado por: Mario Vázquez)

 


domingo, 13 de septiembre de 2020

Tostadas de pata (de res)

Se dice que en México existe una vitamina extra que es la vitamina T, pues la mayor parte de nuestra alimentación viene de la letra T, como son Tacos, Tortas, Tlayudas, Tortillas, Tamales, Totopos, Tostadas, etc. Como sea, son antojitos deliciosos y que seguido preparamos para nuestras familias.

El día de hoy platicaremos de las tostadas que aquí en México es una tortilla de maíz crujiente, que se seca al sol, al comal o al horno, y también puede ser una tortilla frita.

En la actualidad se puede decir que la tostada es una comida rápido pues es muy fácil de comer, se vende en lugares abiertos y se prepara con aceite.  También se utiliza para servir con aderezos o “dip”, aunque para este propósito se parten en cuñas.

Se considera un antojito típico mexicano y puede prepararse de diferentes maneras y al gusto de cada uno, pues pueden ser de mariscos, pescado, frijoles, guacamole, pollo, jamón, crema, salsa, y lo que nuestra imaginación nos diga.

Suele comerse con las manos pues al freir la tortilla es casi imposible partirlas.  Siempre es recomendable tener muchas servilletas a la mano pues se rompen al morderlas y no queremos que se ensucie nuestra ropa.

En esta ocasión nuestras tostadas son de pata de res.  Este es un ingrediente muy conocido en América Latina y se come en diferentes maneras.  En algunos lugares lo preparan en caldo, en guisado con alguna salsa, en Bolivia la cuecen mucho tiempo y le agregan leche y azúcar y la guardan en el refrigerador para comerla; en Guatemala cocinan un caldo de pata que lleva elote, col, zanahoria, papas; también la hacen con caldo de frijol.

Nosotros la preparamos en escabeche y la pusimos en una tostada con base de crema en lugar de frijoles, y no es por nada, pero es deliciosa.

 

Pata de res para tostadas


-½ kilo de pata de res cocida
-1 lata de chiles jalapeños en escabeche
-1 lechuga lavada y desinfectada
-1 cebolla picada fino
-Vinagre el necesario
-Orégano, sal y pimienta al gusto
-Crema al gusto
-Tostadas

Lave la pata de res y corte en pedazos pequeños. Pique los chiles jalapeños y las zanahorias en trozos pequeños, reserve el vinagre.  Pique la lechuga.

En un tazón ponga la pata de res, la cebolla picada, la lechuga picada y los chiles jalapeños, mezcle.  Agregue el vinagre de los chiles y añada un poco más de vinagre si lo desea.  Sazone con orégano, sal y pimienta.

Deje reposar una o dos horas para que se complementen los sabores. 

Sirva en tostadas cubiertas con crema.

 

(Editado por: Mario Vázquez)

viernes, 14 de agosto de 2020

Gorditas de guajillo y queso

 






En estos días vino a visitar a mi nuera su hermana con su bebé, una hermosa niña de un año y medio, ellas vienen del estado de Hidalgo de una población que se llama Tenexco. 

A pesar de que nosotros somos los que las tienen que apapachar, ha sido ella, nuestra visita, la que nos ha apapachado pues siendo una persona muy activa, nos hace tortillas, nos ayuda con todo en la casa y además cuida a su niña y cuida y apapacha a mi nuera. Esta pendiente que coma, que se lleve comida a su trabajo, de que tenga su uniforme limpio y planchado, bueno, como si fuera su mamá la que vino a visitarla.

Una de las cosas que nos ha preparado son unos bocoles muy ricos, unas empanadas deliciosas, estas gorditas y muchas cosas más. Es bueno tenerlas de visita pues podemos intercambiar recetas, trabajos, cariño, etc., etc.

Estas delicias son parte de la cultura gastronómica de esa región.  El maíz que ellos cultivan es fundamental en su alimentación, pero es fabuloso porque tienen maíz blanco, maíz amarillo, y están por sembrar maíz azul.  Y por supuesto, la masa es de ese color y tienen un sabor diferente a la masa que podemos comprar acá.  El maíz amarillo tiene un sabor más dulce y delicado.

La comida, aunque es similar, tienen nombres diferentes y difiere un poco en alguna que otra preparación.  Además, tienen ingredientes que aquí no conocemos y que son muy ricos.

Nos pusimos a preparar estas gorditas que están ríquisimas, pero el tortear la masa requiere experiencia, y algunas gorditas de las que hice se le salió el relleno, quedaron unas mas grandes que otras, pero de todas formas, estaban deliciosas, y a todos nos gustaron.

 

 

 

Gorditas de guajillo y queso

 

1 kilo de masa

200 gr mantequilla

½ taza aceite

100 gr chile guajillo

300 gr queso Cotija fresco rallado

1 trozo de cebolla

2 dientes de ajo pequeños

Sal al gusto


Aceite: el necesario

 

-Prepare la masa con la mantequilla y el aceite y sazone con algo de sal. Reserve tapada.

-Lave y quite las semillas de los chiles guajillo y ponga a cocer. Muela el chile guajillo con la cebolla, ajo y sal, con la menor cantidad de agua posible para que quede espeso y no se salga de las gorditas.

-Vierta el molido de chile guajillo en el queso rallado, reserve.

-Caliente el comal y barnice levemente con aceite.

-Forme una bola y aplane con las manos y ponga en el centro una cucharada de la mezcla de queso y chile y cierre.  Procure que no se salga el relleno.  Si se rompe un poco no hay problema.  Coloque en el comal y voltee cada 3 – 4 minutos para que se cuezan parejo.  Cuando la masa de la orilla esté cocida retire del comal y ponga en una servilleta de tela para envolverla y que no se enfríen. Sirva.

 

 


miércoles, 18 de julio de 2018

Paste tradicional Pachuqueño


El paste, del cornuallés “pasti” y del inglés “pasty” es un alimento de la gastronomía del Estado de Hidalgo México traído a nosotros por los británicos. 

El primer paste británico introducido contenía papa y picadillo de carne, aunque como siempre, los mexicanos no solo adoptamos la receta, sino que la adaptamos a nosotros.

La masa de los pastes es diferente a la de las empanadas de Cornualles.  Las empanadas tienen una masa ligera, escamosa y con varias capas pues tiene varias adiciones de grasa; la masa de los pastes presenta una capa firme.

Es un pan que a veces es hojaldrado y que está relleno de papa y carne de acuerdo con la receta tradicional, aunque también existen rellenos de pollo, piña, mole, atún con papa, hawaiiano, arroz con leche, etc., los sabores son infinitos. (bueno casi)

Durante siglos los habitantes de Cornualles han rellenado sus empanadas con todo tipo de ingredientes (también ellos), sin embargo, el común denomidar de ellos es que los ingredientes deben están crudos al momento de ser envueltos en la masa del pan, y precisamente esta es la principal diferencia entre un paste y una empanada.

El paste fue traído a Hidalgo, junto con el fútbol por los ingenieros y los contratistas de Cornualles, suroeste de Inglaterra, que trabajaron en las minas hidalguenses en el siglo XX.

Los pastes originales de papa y picadillo de carne, guardaban el calor y para la hora del almuerzo aún se conservaban calientes, la trencita de pan que tienen en un costado se usaba para sujetarlos y no la comían los mineros ya que no tenían la oportunidad de lavarse las manos.  En la actualidad se ha modificado mucho el paste, pero aún existen pequeños locales que guardan la receta original y la verdadera esencia del paste tradicional.

Durante todo el lsiglo XX el paste estuvo presente en la sociedad hidalguense, pero a raíz del proyecto turístico del corredor de la montaña, retoma tal relevancia que los turistas nacionales distinguel al paste como un ícono de la gastronomía del estado de Hidalgo.

Se considera un platillo típico de las ciuddes de Real del Monte (oficialmente Mineral del Monte), y Pachuca, en el estado de Hidalgo, Méixco.

Por ahora solo prepararemos el paste tradicional, pero con la misma masa podemos hacer con el relleno que se nos pueda antojar.  Entonces, a trabajar…










Paste tradicional

Relleno:
½ kilo de carne molida
1 poro
¼ kilo de chile verde
3 papas medianas
2 – 3 cucharadas de aceite
½ taza de agua
Sal y pimienta
Masa:
500 gr harina
125 gr grasa (manteca o mantequilla)
1 huevo
1 cucharadita de sal
200 ml de agua
Armado:
1 huevo ligeramente batido
2 cucharadas de agua

Masa;
Se revuelve harina con la grasa derretida pero fría, el huevo y la sal.  Ir agregando el agua a la temperatura ambiente hasta formar una masa suave. Envolver en plástico y dejar reposar por 30 minutos a temperatura ambiente.
Relleno:
Parta el poro en rebanadas muy delgadas y lave bien, deje escurrir.
Pela las papas y rebane en tiras delgaditas.
En una cazuela ponga el aceite y agregue el poro, cuando esté sofrito, agregue la carne y fría perfectamente, sazone.  Agregue las papas y media taza de agua. Sazone y tape.  Deje cocer hasta que la carne y las papas estén cocidas. Rectifique la sazón y deje que se seque la preparación.  Retire del fuego y deje enfriar.
Armado:
Revuelva el huevo con el agua.
Estire la masa con un rodillo y corte círculos del tamaño deseado. Rellene con la carne preparada y fría, ponga un brochazo de huevo batido con agua en la mitad del circulo y cierre.  Haga el repulgue de la orilla y pona en una charola ligeramente engrasada.
Barnice con el huevo batido y hornee en horno precalentado a 200°C durante 15 – 20 minutos o hasta que al levantar el paste esté cocido de la parte inferior. Sirva caliente o tibio.

martes, 21 de febrero de 2017

Tamal de Cajeta, una comida con mucha historia.





Vemos que los tamales tienen historia pues son descritos en México por Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de Nueva España a principios del siglo XVI.
Comían también tamales de muchas maneras; unos de ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos ni bien cuadrados… otros tamales comían que son colorados…

Fray Bernardino de Sahagún y otros autores hacen referencia al tamal no solo como comida de la gente común, sino de los nobles, de los sacerdotes y en ceremonias especiales de ayuno.

La evidencia arqueológica muestra al tamal como parte de la vida cotidiana de algunas culturas de México en la época prehispánica, además de usarse en rituales religiosos, en ofrendas y tumbas.  En el caso de los mayas, no hay esculturas y pinturas de los períodos mayas clásico y postclásico temprano.

Sí, realmente tienen los tamales una historia muy larga, pero al prepararlos vemos que es muy corto el tiempo, empecemos con estos tamales de cajeta.

Tamal de Cajeta

6 tazas de agua
4 – 5 piezas de anís estrella
4 ½ tazas de harina para tamales
400 gr de manteca
1 taza de azúcar
1 taza de nuez picada
1 cucharada de polvo para hornear
1 taza de cajeta
Hojas para tamal

Remoje las hojas para tamal en agua tibia.  Ponga a hervir el agua con las piezas de anís estrella para hacer un té y deje que se enfríe.
Cuando el té de anís esté frío haga una masa con la harina para tamales. Bata la manteca en la batidora y agregue el azúcar y deje que se disuelva bien.  Agregue la masa y el polvo para hornear.  Añada la cajeta y la nuez.

Ponga una cucharada del batido en las hojas para tamal, envuelva y ponga en una vaporera o tamalera.  Ponga a hervir por una hora y sirva tibios. Adorne con un poco de cajeta.

domingo, 19 de febrero de 2017

Tamal de coco es un postre diferente



El tamal es un platillo de origen indoamericano que se prepara a base de masa de maíz y que se rellena de carnes, vegetales, chiles, frutas, salsas, etc y que se envuelve en varios tipos de hojas, como de plátano, de maíz seco o fresco, de maguey, de aguacate, de las hojas del maíz, de hojas de acelga, hay quienes utilizan papel aluminio e inclusive plástico, y se cuece en agua o al vapor. Los tamales pueden ser dulces o salados.

Existe evidencia de que las culturas predominantes en Mesoamérica llevaron el maíz a otras culturas y regiones pero también llevaron consigo los platos y las formas de como cocinarlo.

La forma de cocción del tamal es un método muy sencillo, es posible que haya sido llevado de México a América Central y América del Sur.  Sin embargo, según los arqueólogos Karl Taube, William Saturno y David Stuart los tamales datan del año 100 a. C.  Ellos encontraron referencias pictóricas en el Mural de San Bartolo, en Petén, Guatemala.  Aunque los tamales pudieron haberse trasladado de un país a otro, no hay evidencia de donde a donde fue la migración, si de norte a sur o de sur a norte.

Bueno la migración está muy bien, pero ahora voy a preparar unos tamalitos que vienen de la costa pues ahí es donde se encuentra el coco, sí voy a preparar unos tamales de coco.  Ahora, a trabajar…


Tamal de coco 
250 gr coco rallado seco
250 gr de mantequilla
250 gr de azúcar
1 kilo de masa de maíz
1 cucharadita de polvo para hornear
1 pizca de sal
26 hojas de maíz aproximadamente
2 cucharadas de mermelada de naranja
Coco rallado para servir

Remoje las hojas de maíz en agua tibia por media hora.  Escurra y reserve. Remoje el coco en una taza de agua hasta que se suavice, escurra y reserve.  Guarde el agua del remojo.
En la batidora a velocidad media, bata la mantequilla hasta que esponje, agregue el azúcar, la masa, el polvo para hornear, la sal y el agua donde se remojó el coco, hasta formar una pasta suave.  Sumerja una bolita de masa en un vaso con agua, si flota la masa ya está lista, si no continúe batiendo.  Por último, incorpore el coco.
Unte la masa a cada una de las hojas de maíz y cierre.  Cueza al vapor por una hora.

Para servir, unte a cada tamal con una línea delgada de mermelada de naranja y espolvoree con coco rallado al gusto.


jueves, 26 de enero de 2017

Atole de avena y chocolate







Para estos días con un poco de frío no hay nada mejor que un rico y sabroso atole.  Todos sabemos que el atole guarda el calor, por eso se mantiene caliente y nos calienta por dentro a nosotros.
Pero... ¿Qué es el atole? ¿De dónde viene? Bueno eso lo veremos ahora.

La palabra atole viene del náhuatl atolli que significa aguado, atl agua y tol, diminutivo. También es conocido en algunas regiones con el nombre de atol y en otras como jarabe de atole. 
El atole es de origen prehispánico y en los lugares donde se bebe es en México, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica y Venezuela. 

Los aztecas preparaban el atole hirviendo la masa de maíz hasta que espesara, le añadían cacao, chile y miel de abeja.  Hernán Cortés lo menciona en sus “Cartas de Relación” diciendo que era una bebida energética, pero, realmente, no fue de su agrado por lo que, como con tantas cosas mesoamericanas, le cambiaron un poco y le agregaron leche o agua, llamándolo entonces, champurrado.

Así, se empezó a preparar el champurrado cuando se hacía de masa de maíz, y atole cuando se preparaba con otros ingredientes. Esos otros ingredientes eran y siguen siendo, la fécula de maíz, harina de arroz, sémola de maíz, trigo, o avena. 

Se le agrega piloncillo, azúcar o miel. Le puedes poner leche o agua.  También se le puede agregar vainilla, chocolate, queso, y casi cualquier fruta.

Ahora prepararé un rico y sabroso atole de avena y chocolate, manos a la obra pues va siendo la hora de la merienda y empieza a hacer un poco de frío. Y mis comensales (mi marido y mis hijos) al enterarse que había atole con galletas para la merienda se apresuraron a venir.  Adiooos





Atole de avena y chocolate

1 litro de leche del tipo que prefieras
3/4 taza de copos de avena
1 tablilla de chocolate oscuro o de chocolate artesanal
Azúcar al gusto
En una olla calienta a fuego medio la leche con el chocolate y no lo descuides.
Remueve constantemente para evitar que se pegue el chocolate y que se desparrame.
Una vez que se haya derretido el chocolate agrega la avena, deja cocinar por 10 minutos a fuego bajo.
Retira el atole del fuego y agrega el azúcar.

Sirve caliente.


martes, 25 de agosto de 2015

Mole prieto, un mole festivo del Estado de Tlaxcala.

El mole prieto también recibe el nombre de Tlilmolli.  Es un mole que se prepara en Santa Ana Chiautempan, Tlaxcala.  Un molde en honor a la diosa Toci, palabra náhuatl que significa “la madre de los dioses”.  Es la diosa de los médicos, parteras, temazcales, yerberas, adivinos, en fin de la salud y los textiles.

El santuario a la diosa Toci se encuentra en Santa Ana Chiautempan y en su día se hacían grandes celebraciones.  Es cuando nace el Tlilmolli o mole prieto, que es elaborado a base de carne de puerco y grasa de puerco. En un principio se hacía con venado, guajolote o xoloitzcuintle, pero a la llegada de los españoles trajeron el puerco, la receta dio un giro inesperado, pues adoptaron este animal para elaborar el Tlilmolli.

Este mole es preparado en grandes cantidades y todo el pueblo participa tanto en la preparación como en la degustación.  Se sirve caliente y en tazones pues no se utiliza cuchara para comerse, sino es como si fuera una bebida.

La preparación de este mole toma varios días.  Lo primero que se hace es hacer un hoyo más abajo de donde va a estar la leña y colocan una botella de tequila y ocho nopales en forma de cruz, con la bendición de la persona que está haciendo esta preparación, ya encima se pone la leña y el cazo de cobre. Con anticipación se tuesta en carbón el chile chipotle y el chile pasilla y se mete en costales.  Estos costales son pisados para que se desbarate un poco y así sea más fácil para la persona que los va a moler en el meltate junto con el nixtamal y la carne con grasa.

La carne de cerdo se cuece en ollas de cobre de capacidad de 700 a 800 litros. Ya cocida la carne, la sacan y muelen la mitad y la otra mitad la parten en cubos pequeños. Se le añade los chiles molidos con la carne, también se le añade la masa disuelta en un poco de caldo y se regresa la carne picada a la olla.  El mole se mueve constantemente con una pala de madera larga y es movido por un hombre. Cuando el mole esta hecho y sazonado se sirve en ollas de barro y se empieza a servir a los habitantes del pueblo en tazones de barro, pero también se sirve a los visitantes. Este mole no se sirve con agua o refresco, se sirve con tequila o con mezcal.

Realmente es toda una tradición la elaboración y degustación de este mole, pero nosotros lo podemos preparar en porciones pequeñas y casi con el mismo sabor del que tiene el de Santa Ana Chiautempan.  Es muy rico y nada difícil de hacer.




Mole prieto

1 kilo de pierna de puerco con grasa
Sal al gusto
1 taza de masa de maíz
6 chiles chipotles secos asados y sin semillas
6 chiles pasilla asados y sin semillas
1 raja de canela
2 clavos de olor
6 pimientas
2 cucharadas de ajonjolí tostado


Ponga a cocer la carne de cerdo en agua y sal al gusto hasta que estén muy suaves.  Saque del agua donde se coció y corte en trocitos.  Muela los chiles con la canela, el clavo, las pimientas, el ajonjolí y parte del caldo donde se coció la carne de puerco y vierta en una olla. Muela la mitad de la carne y la masa con el resto del caldo y agregue a los chiles.  Cuando hierva agregue la carne restante y deje que espese ligeramente, hasta que tenga consistencia de un atole ligero, rectifique la sazón.  Sirva en tazones. 








miércoles, 4 de febrero de 2015

Para estos fríos no hay nada como el Chileatole.



En la época prehispánica se comía un atole caliente con granos de maíz y con chile verde, así lo venden en nuestros días en Xochimilco, Milpa Alta y casí en todos lados de la República Mexicana.

Los pueblos prehispánicos eran afectos a fermentar el maíz y hacer tamales y atoles  con la masa obtenida de los granos, es ahí donde está el origen del atole de chile o chileatole.  La tradición señala la época de lluvias y de frío como la más propicia para ingerirlo. 

Recetas del chileatole las hay por doquier, en cada lugar hay una forma diferente de prepararlos, la base es la misma, pero los chiles y acompañamientos son diferentes.

En algunas regiones de Veracruz se elabora con chile chipotle y jitomate con pollo y verduras pero en Orizaba le ponen chile serrano y hojas de chayote.  En algunos lugares le ponen chile ancho y habas frescas y en algunos le ponen leche, elote, chile ancho, epazote y queso de cabra, también hay quien usa chile poblano. Con respecto a la carne hay quienes le ponen carne de cerdo o res, chivo o camarón. 

En Maya, atole se dice “ul” aunque en algunos glifos se ha encontrado la palabra sakha o zaca.  Por otra parte “yax” es la voz maya para designar el color verde, Yax ‘ul o atole verde.

Existe un Diccionario escrito por Fray Alonso de Molina que dice “Chileatole” del azteca chilli, chile y atolli, atole.  Bebida típica de atole de maíz con chiles y epazote. Parecida al chilate, del cual difiere en que no lleva cacao y es mas espeso.

La tradición dice que es un atole, no es sopa y por lo tanto no se debe comer con cuchara sino tomar como atole, pues la cuchara junto con la saliva, cortarían la preparación.  No sé si sea cierto, nosotros lo comimos, no lo tomamos, y no se cortó, quedó delicioso.   Esta receta es del estado de Guanajuato.

Chileatole

8 elotes
½ kilo espinazo de cerdo
½ kilo de tomates verdes
8 chiles serranos
3 dients de ajo
Aceite
1 rebanada de cebolla
1 manojo de cilantro
1 rama de epazote
1 taza de harina de maíz
Sal al gusto

Desgrane 6 elotes y rebane dos.  En una olla ponga a cocer la carne. Cuando casi esté cocida la carne, agregue los granos y trozos de elote. En una ollita cueza los tomates con los chiles, los ajos y la cebolla y muela con el cilantro y el epazote.  Fría esta salsa y cuando esté sazonada añádala a la olla de la carne con los elotes.  Disuelva la harina de maíz en un poco de agua fría y agréguela a la olla de la carne y el elote.  Deje hervir hasta que espese.  Sazone.  Sirva con rábano, aguacate y cebolla.
6 raciones.






domingo, 1 de febrero de 2015

Tamales para el día de la Candelaria, estos son de frijol.


Con salsa de jitomate (tomate) queso y crema, delicioso


En México tenemos la costumbre de que, a quien le salió el niño Dios (muñequito) que estaba oculto en la rosca de reyes el día 6 de enero, tiene que hacer una fiesta con atole y tamales, ambos derivados del maíz.

Esta tradición tiene raíces prehispánicas. En muchos pueblos, los habitantes llevan a la iglesia mazorcas para que fueran bendecidas a fin de sembrar sus granos en el ciclo agrícola que iniciaba, pues el 2 de febrero coincide con el undécimo día del primer mes del antiguo calendario azteca, cuando se celebraba a algunos dioses tlaloques, según fray Bernardino de Sahagún.  En el centro de México se acostumbra vestir al “niño Dios” del nacimiento navideño y llevarlo a oír misa, después de lo cual es colocado en un nicho donde permanecerá el resto del año.

Para cumplir con su tarea, el padrino o madrina debe levantar al Niño del pesebre del nacimiento, donde se colocó el 24 de diciembre luego de arrullarlo, en la casa que ofreció la merienda del día seis de enero, ya levantado tiene que vestir al Niño Dios.  El antecedente remoto de vestir al niño Dios data del siglo VI, cuando se comenzó a celebrar la Fiesta de la Purificación de la Virgen María y se presentaba al Niño Jesús en el tempo de Jerusalén, misma que se extendió lugo a los países del Medio Oriente.  Años después llegó a Roma donde pasó a formar parte de la letanía. Finalmente En el Siglo IX, se le agregó la ceremonia de bendición de las candelas, palabra de donde se deriva la fiesta del Día de la Candelaria.

Uno de los ingredientes de estos tamalitos, el chicharrón carnudo

La celebración del Día de la Candelaria es resultado del sincretismo de dos culturas y religiones, la católica que nos habla cuando la Virgen María llevó al niño Jesús al templo y la prehispánica en que se que llevaban tamales al rendir culto a los dioses, quienes derramaban su lluvia sobre la tierra asegurando así buenas cosechas.

Otro ingrediente, el chile güero o chile de agua

El fraile español Bernardino de Sahagún, en sus escritos, se refiere a la gran variedad de tamales que se podían encontrar en los mercados de aquel entonces y que incluso estaban presentes en los banquetes de Moctezuma.  Con la llegada de los españoles se le agregaron ingredientes traídos de Europa, por lo que vemos que es una mezcla entre lo prehispánico y lo español.

Encontramos que en cada estado de la República Mexicana hay diferentes tipos de tamales, a lo mejor con el mismo nombre pero con diferentes ingredientes y preparación, como estos tamalitos de frijol negre del estado de Tabasco.  Están estupendos.

Tamalitos de frijol negro

1 kilo de masa de maíz
1 kilo chicharrón molido o desmenuzado
½ kilo de frijol negro cocido
1 ½ tazas de caldo de frijol
½ kilo de manteca
Hojas de plátano las necesarias para 40 tamales aproximadamente
8 chiles güeros en trozos
½ cebolla en trozos
3 dientes de ajo picados

En un sartén con una cucharada de manteca fría los chiles güeros, cebolla y ajo.  Cuando esté transparente muela con un poco del caldo de frijol, regrese al sartén y agregue los granos de frijol para que se guisen y vaya agregando el caldo de frijol. En un tazón disuelva la masa en un poco de agua hasta que quede un atole espeso, cuele en una olla y ponga al fuego.  Agregue la manteca y mueva para que no se pegue en la olla.  Deje que la masa espese y que se vea como si se hubiese cortado.  Agregue los frijoles guisados y el chicharrón.  Retire del fuego y revuelva hasta que quede todo bien integrado.
Corte las hojas de plátano 20 x 20 aproximadamente y áselas o ponga a hervir para que se puedan doblar y no se rompan.  Yo prefiero hervirlas.  En cada cuadrito ponga una cucharada de la masa y cierre.  Ponga a cocer al vapor en una tamalera por 1 ½ hora.  Deje reposar por una o dos horas y sirva.

40 tamales pequeños.