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miércoles, 13 de marzo de 2024

Paté de chorizo

El chorizo es un embutido de origen español que tiene una larga historia y ha evolucionado a lo largo de los siglos.  Se cree que sus orígenes se remontan a la época romana, donde se elaboraban embutidos similares.  Sin embargo, el chorizo tal como lo conocemos hoy en día se desarrolló en la península ibérica durante la Edad Media.   

Inicialmente, el chorizo se elaboraba como una forma de conservar la carne de cerdo durante largos períodos de tiempo, ya que se curaba y ahumaba para evitar su descomposición.  Durante el proceso de curado, se le agregaban especias y condimentos, lo que le daba su característico sabor y aroma.

Con el tiempo, el chorizo se convirtió en un alimento básico en la dieta española y se extendió a otras partes del mundo a través de la colonización y la exploración.  En América Latina, por ejemplo, el chorizo se integró a las cocinas locales y se adaptó a los ingredientes y sabores regionales.

Hoy en día, el chorizo se produce en una amplia variedad de estilos y sabores, dependiendo de la región y de las preferencias personales.  Se puede encontrar chorizo fresco, chorizo curado, chorizo picante, chorizo dulce, chorizo verde, y muchas otras variedades.  Es un ingrediente muy versátil que se utiliza en una gran variedad de platos, como paellas, guisos, sopas, tapas y bocadillos. Su popularidad sigue creciendo tanto en España como en el resto del mundo.

Ahora, platiquemos un poco sobre el paté que es un producto gastronómico el cual tiene sus raíces en la cocina francesa, aunque su historia se remonta a tiempos antiguos y se ha desarrollado a lo largo de los siglos en diferentes culturas.

El paté es una pasta untuosa y suave hecha típicamente de hígado, aunque también puede hacerse de otras carnes, pescado o vegetales.  Es una preparación muy popular en la gastronomía, especialmente en la francesa, donde se suele servir como aperitivo o como parte de una tablade quesos y embutidos.  El hígado se cocina y se tritura hasta obtener una consistencia cremosa, a menudo se mezcla con especias, hierbas, vino u otros ingredientes para darle sabor.  Se puede untar en pan, galletas o servir como acompañamiento de platos diversos.

Los mejores momentos siempre están acompañados de buena comida y amor compartido, recordándoles a todos que la verdadera esencia de la cocina reside en la pasión, la tradición y el amor compartido entre generaciones.

Paté de chorizo

 

  • 200 gr chorizo
  • 50 ml leche
  • 100 gr queso crema
  • 100 gr requesón
  • Sal y pimienta al gusto

 



  1. Quite la piel del chorizo y corte en trozos pequeños. 
  2. Ponga en una olla con la leche y deje que hierva por 8 – 10 minutos. 
  3. Deje que entibie. 
  4. Mezcle la leche con el chorizo en la licuadora, sazone al gusto y agregue el queso crema. 
  5. Muela hasta que todo esté bien incorporado. 
  6. Vierta en un tarro o tazón. 
  7. Deje reposar y disfrute.

 

 


sábado, 2 de junio de 2018

Pastel de jamón y queso o "Sufle" tabasqueño






Me encanta cocinar.  Me encanta probar todo tipo de recetas. A mis hijos y a mi esposo les encanta que los apapache con comida casual para picar en la tarde o para cenas ligeras.

Algunas recetas vienen de recetas familiares de Tabasco, de donde soy originaria al igual que mi mamá; conocemos infinidad de las recetas de allá.

Esta receta la preparan en Tabasco, donde recibe el nombre de “suffle”,  que son capas de pan de caja con algún ingrediente salado como atún, pollo, jamón, chile poblano con elote y queso, etc y se baña con una mezcla de leche, crema y huevos.  Queda muy rico pero en nada se parece al “soufflé”, receta francesa, que es una crema con algún sabor como queso, calabacitas, elote, etc que va molido y se envuelve con algunas claras batidas que se lleva al horno.  Como ven, la comida es realmente subjetiva.  Se llaman igual y son preparaciones diferentes o se pueden llamar diferentes y son preparaciones iguales.

Este pastel lo preparé con jamón que es el nombre genérico del producto alimenticio obtenido de las patas traseras del cerdo.

En Venezuela, Colombia o México al decir jamón hacemos referencia solamente al jamón York.





12 rebanadas de pan de molde
12 rebanadas de jamón
12 rebanadas de queso
5 huevos
1 taza de leche
Sal y pimienta
200 gr de azúcar

En un molde para panqué derrita el azúcar y elabore un caramelo que usara para cubrir el fondo y los lados del molde.

Precaliente el horno a 175°C y prepare un molde un poco más grande que el molde de panqué para poner el pastel en baño maría, al cual le podrá agua caliente de preferencia para que se cueza.

Mezcle la leche con los huevos y sazone con sal y pimienta.

Si desea puede quitar las orillas, si no, no pasa nada

Vaya remojando las rebanadas de pan de molde y acomode en la base del molde cuidando que no queden huecos.  Coloque encima jamón y queso.  Vaya alternando los ingredientes pan remojado, jamón y queso hasta que se termine, o esté al alto deseado.

Vierta la mezcla que le haya quedado sobre el pastel.  Tape con papel aluminio para que no se moje con el agua del baño maría.

Hornee de 45 – 50 minutos.  De vez en vez revise que tenga agua el baño maría.  Pasado el tiempo retire del horno y deje que enfríe.  Pase una espátula alrededor de los bordes del molde y voltee sobre una charola.  Rebane y sirva con ensalada.

martes, 15 de mayo de 2018

Pastel de chocolate de la abuela

El dragón regala-leche, uno de los favoritos de mis nietos.



En ocasiones encontramos algún guiso o postre que se llama el pastel de la abuela, la sopa de la abuela, las galletas de la abuela... La verdad es que estos guisos son riquísimos, pues no solo son recetas de antaño, las recordamos con cariño pues nuestras abuelas siempre nos consienten y nos hacen lo que nos gusta.

Es fantástico tener algún recuerdo de la comida de tus abuelas.  En mi caso, tengo recuerdo de dos o tres platillos de guisado de mis abuelas, pero ellas nunca hicieron pasteles o galletas o postres.  Me acuerdo de los rollitos de col, del pollo con ajo, del arroz con tropezones, del arroz con pollo...

Pienso que mis nietos algún día van a decir: “sabe como el pastel que hacía mi abuela”, o “ este es el postre que me hacía mi abuela”, “como quisiera que estuviera mi abuela para que me hiciera sus galletas”, o cosas por el estilo, pues siempre me paso haciendo cosas para que ellos las disfruten.

Hay gente, como mis hijos que no tuvieron la fortuna de conocer los platillos de sus abuelas, pero es por eso que se conservan las recetas: a través de mi han probado el "picadillo de la abuela" y, debo admitir, les encanta.

Para estar seguros que van a decir algo del pastel de chocolate de la abuela, empecemos a hacer este delicioso pastel que es de la abuela de alguien que consintió a sus nietos.
Pastel de chocolate de la abuela
100 gr de mantequilla
370 gr de azúcar
3 huevos separados
2 tazas de leche
400 gr de harina
70 gr de cocoa
2 cucharaditas de polvo de hornear
1 pizca de sal
Glaseado
100 gr de mantequilla
1 cucharadita de vainilla
500 gr de azúcar glas
70 gr de cocoa
1 taza de leche

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine 2 moldes de
Acreme la mantequilla con el azúcar y agregue las yemas de una en una, cierna la harina con el polvo para hornear y la sal e incorpore a la mantequilla alternando con la leche, ya sin batir.  Añada las claras batidas a puntode nieve y virta en los moldes preparados.
Hornee por 30 – 35 minutos o hasta que al introducir un palillo esté salga limpio. 
Deje enfriar en los moldes.
Prepare el glaseado batiendo la mantequilla con la vainilla e incorpore el azúcar glas y la cocoa, intercalando con la leche.
Arme el pastel poniendo un pan y cubriendo con el glaseado, acomode el otro pan y termine cubriendo todo el pastel.  Decore al gusto.



sábado, 1 de agosto de 2015

Unos bocaditos para media tarde, los mordiscos de plátano.






Estos bocaditos de plátano y chocolate van bien para picar algo a media tarde y son muy fáciles de hacer.  El chocolate va con todo pero con el plátano es soberbio.

Saben que de los códices mayas que sobrevivieron uno de los más importantes el Códice de Dresde ya muestra el jeroglífico del cacao (kakaw) y en el texto puede verse como ante la deidad Kon (dios de la lluvia) aparece el texto: kakaw u hanal que traducido del maya es: el cacao es su alimento.

El cacao aparece en el Códice de Madrid, en la primera un joven agarra unas vainas de cacao, y en otra cuatro dioses derraman su sangre sobre unas vainas de cacao.  Esta última muestra la relación ideográfica entre el cacao y la sangre humana que posteriormente pasaría a los aztecas. 

Queda evidencia arqueológica del consumo del kakaw por parte de los Mayas  en las escenas representadas en las vasijas encontradas durante el periodo pre{hispánico.  Acerca de la palabra kakaw existen autores que afirman que es posible se remonte etimológicamente al período olmeca, pasara a los mayas y de estos a las culturas aztecas.

En todas las vasijas se ve el kakaw servido como bebida.  Es decir aparece desde sus comienzos en formato líquido o lo suficientemente viscoso como para fluir en recipientes diversos.
Demos unos pequeños mordiscos a estos Mordiscos de plátano.



Mordiscos de plátano

3 – 4 plátanos
1 tubo de galletas Marías
200 gr chocolate oscuro
200 gr crema dulce
150 gr cacahuate sin sal

En un tazón ponga a derretir el chocolate y agregue la crema para hacer una ganache. Pele los plátanos y corte en rebanadas.  Cuando la ganache esté lista, sumerja las rodajas de plátano en la ganache.  Saque las rebanadas de plátano con un tenedor y colóquelas sobre una galleta María, ponga unos cacahuates encima.

Los cacahuates pueden ser en mitades o puede picarlos un poco, es al gusto. 





















jueves, 8 de enero de 2015

Un tono pastel para este pastel de cerezas.

A todas mis sobrinas las quiero mucho y todas son muy especiales para mí.  Ya sean hijas de mis hermanos o de mis primas.  Y también hay por ahí alguna a quien quiero como sobrina y es hija de una amiga a quien quiero mucho. Tal vez porque yo solo tengo hijos varones y siempre desee una niña. Ese deseo no me fue concedido pero en cambió me dio sobrinas preciosas todas, encantadoras todas y con unos sentimientos preciosos también. No quiere decir que no quiera mucho a mis sobrinos varones.  También los quiero pero es un cariño diferente.
  
Un día, la hija de mi hermana me comentó que se iba a casar.  Eso me alegró mucho y luego luego le ofrecí el pastel.  Me dijo que sí pero que no quería un pastel con crema de mantequilla, que no tuviera chantillí, que no tuviera mermelada ni crema pastelera en el relleno, que lo que ella quería era algo así como un panqué muy sencillo.  Con un adorno más bien sencillo, sin nada grande ni ostentoso.

Realmente para mí fue todo un reto, pues uno se imagina los pasteles de novia todos cremosos, dulces, todos glamorosos, con flores, con las estatuillas de los novios o algo parecido, con algo que nos diga que es UN PASTEL DE BODA.

Esta niña me puso a pensar y a probar uno y otro pastel hasta que dí con este delicioso pastel de cereza con una cobertura de cereza también y lo logré.  Un pan sin relleno marcado pero que sí está relleno.  Un pan que es muy suave.  Una cobertura delicada. Bueno para la boda le pusimos, digo pusimos pues mi hermana y yo lo arreglamos para el gusto de mi sobrina, un arreglo muy discreto. 

Bueno, para no hacerles el cuento tan largo, a mi sobrina le gustó muchísimo el pastel, pero no solo a ella sino a toda la familia de ella y del novio.  Desde entonces he hecho muchas veces este pastel y de todas formas nos sigue gustando mucho.

Es un pastel muy fácil de hacer y me parece que muy rico.

Pastel de cerezas

 ½ taza cerezas picadas
90 gr mantequilla
2/3  taza azúcar
2 huevos
1 cucharadita vainilla
1 2/3 tazas harina
2 cucharaditas polvo para hornear
85 ml leche o jugo de cereza
Cobertura:
1 taza azúcar glas
20 gr mantequilla
1 – 2 cucharadas jugo de cerezas

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine un molde de pastel. Bata la mantequilla con el azúcar hasta que se acreme, incorpore los huevos uno a uno, agregue la vainilla y mezcle bien. Con una cuchara metálica, incorpore la harina cernida con el polvo para hornear y las cerezas, alternando con el jugo de cerezas o la leche.  Vierta en el molde preparado y hornee por 35 – 40  minutos o hasta que esté cocido.  Retire y desmolde. Deje enfriar.  Cubra.

Cobertura: mezcle en una ollita, el azúcar glas cernido y el jugo de cerezas, agregue la mantequilla y ponga al fuego a baño maría y mueva hasta que la mantequilla se haya fundido y el azúcar se vea brillante.  Vierta esta mezcla a cucharadas sobre el pastel.

martes, 25 de noviembre de 2014

Con carne molida unos kebab Thai

La máquina para picar carne o picadora de carne es un utensilio de cocina encargado de picar los músculos de la carne en pequeñas partes.  En parte substituye a la tajadera en su función de picado.  La invención de este aparato se debe al ingeniero alemán Karl Drais (1785-1851) (su nombre completo es Karl Friedrich Christian Ludwig Freiherr Drais von Sauerbronn) que en el siglo XIX ideó por primera vez una máquina con una funcionalidad similar.  Se trata de una de los elementos más característicos y que más frecuentemente pueden verse en las carnicerías.

Las picadoras de carne antiguas funcionaban mediante el accionamiento de una palanca giratoria que movía un eje en espiral sin fin que empujaba los trozos de carne a una placa con orificios donde salía la carne en pequeños pedazos, como si fuera un colador.  Se solía pasar varias veces la carne por la picadora de carne con el objeto de graduar la fineza del producto final.  Se empleaban en las operaciones de picado en la matanza y estaban asociadas con las embutidoras.  Hoy en día las máquinas de picar tienen incorporado un motor eléctrico que le proporciona una fuerza motriz constante.

Desde siempre se ha utilizado la carne molida o podemos llamarla también picada pues es un ingrediente que acepta de todo y con ella se puede hacer infinidad de platillos tales como picadillo de diferentes tipos, albóndigas de sabores infinitos, pasteles de carne, rellenos para empanadas, hamburguesas, salsas de carne como la bolognesa en fin todos tenemos recetas para hacer con la carne molida.

Con la carne molida podemos hacer mezclas de res, puerco, pollo, cordero, etc, y cada una va a saber diferente.   Pensar que antes del invento de la máquina para moler carne se picaba con cuchillos o golpeándola entre piedras y es tan fácil ahora, solo ir a la carnicería y ya está.

Hice hoy estas pequeñas kebabs con sabores y condimentos tailandeses que están como “para chuparse los dedos” además son muy rápidas y las podemos congelar para usar días más tarde.




Kebab de cerdo estilo tailandés

1 cebolla grande rallada
2 dientes de ajos machacados
500 gr de carne de cerdo molida
1 cucharadita de sal
2 cucharadas de salsa de chile dulce
2 cucharadas de cilantro picado
1 huevo
Brochetas de madera las necesarias
Salsa de chile dulce para acompañar
Arroz para acompañar

En un tazón revuelva la cebolla, el ajo, la carne de cerdo molida, la sal, la salsa de chile dulce, el cilantro y el huevo.  Deje reposar media hora para que se asienten los sabores.  Forme los kebabs en las brochetas.  Hornee en horno precalentado a 190°C por espacio de 40 minutos o hasta que estén cocidas y doradas.  Sirva sobre el arroz y acompañe con la salsa de chile dulce.


miércoles, 29 de octubre de 2014

Un pan rápido de harina de maíz para acompañar la comida.

Hoy, para acompañar mi comida, no tenía ni pan ni tortilla y ya no me daba tiempo de hacer pan pues en media hora llegaba mi familia a comer y, según yo, a la comida no le quedaba la tortilla. Fue entonces que se me ocurrió hacer un pan rápido que he visto mucho en recetas de Estados Unidos con el cual acompañan algunos estofados.  Es el conocido “cornbread," un pan muy popular en Estados Unidos aunque aquí en México no es muy conocido.

El cornbread es también conocido como Johnny cake que es una especie de pan elaborado con harina de maíz.  Se caracteriza por ser de preparación rápida ya que no necesita de fermentación sino que se utiliza polvo para hornear o bicarbonato de sodio.

Los primeros fabricantes de pan de maíz eran las tribus nativas americanas del sur de los Estados Unidos ya que dependían del maíz como fuente de alimento.  Los primeros colonos estadounidenses fusionaron la hechura de sus panes con los ingredientes locales, en este caso con la harina de maíz, pues el trigo al que estaban acostumbrados era escaso. 

El pan de maíz fue muy popular durante la Guerra Civil de los Estados Unidos, ya que era económico y fácil de producir en una variedad de formas.  El pan de maíz de hoy es horneado en una infinidad de variedades y se consume más como pan especial para acompañar ciertas comidas como “Chile con carne”, barbacoas, estofados, sopa de alubias, etc.  aunque en general se come con cualquier cosa.

También encontramos que el nombre de origen náhuatl de Tlaxcala significa lugar de pan de maíz o de tortillas.

Pan de harina de maíz
100 gr de mantequilla
2/3 taza de azúcar
2 huevos
1 taza de leche
1 limón, su jugo
1 limón, su ralladura
½ cucharadita de bicarbonato de soda
1 taza de harina de maíz
1 taza de harina
½ cucharadita de sal

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine un molde de pastel.  Derrita la mantequilla y agregue el azúcar y bata con una espátula.  Añada los huevos y bata hasta integrarlos bien.  Añada la leche, el jugo de limón, la ralladura y el bicarbonato de soda, agregue la harina de maíz, la harina de trigo y la sal.  Mezcle hasta integrar y vierta sobre el molde preparado.  Hornee por 30 – 40 minutos o hasta que al insertar un palillo salga limpio.






lunes, 1 de septiembre de 2014

Miniaturas deliciosas

Los cupcakes, cuya traducción literal es “pasteles de taza” son pequeños pasteles individuales que se han popularizado muchísimo en estos tiempos.  Se hornean en un molde igual que el de magdalenas y muffins. En el molde se colocan unos papeles llamados cápsulas o capacillos.  Normalmente se confunden con los muffins y con las magdalenas aunque tienen algunas diferencias en su elaboración.

Este postre surge en el siglo XIX. Antes de que surgieran los moldes especiales para cupcakes solían hacerse en tazones, cazuelas de barro o ramequines. 

Una versión de su nombre es que era por la forma de medirlos, pues se ponía una taza de cada uno de los ingredientes usados y al medirlos así ahorraba mucho tiempo en la cocina. Otra versión más moderna del origen del término dice que viene de la costumbre de hornear pasteles en tazas de té. Cualquiera que sea su origen ha pasado de ser un producto de mesa a un objeto casi de culto promocionado en gran parte por series y reality shows de TV como “Sexo en la Ciudad”, “Guerra de cupcakes”, etc.

La primera mención puede rastrearse hasta el año de 1796, cuando Amelia Simmons utilizó este término para una “tartaleta que se cocina en pequeñas tazas” en su libro American Cookery.  La documentación más antigua en la que ya aparece el término cupcakes fue en el recetario de Eliza Leslie “Seventy-five Recipes for Pastry, Cake san Sweetmeats” publicado en 1828.

El nombre de “Fairy cake” (torta de hadas) es una descripción fantasiosa de su tamaño, ya que según los pasteleros sería apropiado para una fiesta de hadas.
En estos tiempos, se sirven durante celebraciones como fiestas de cumpleaños infantiles, bodas, banquetes, eventos empresariales o simplemente como agasajo en casa, con el té de la tarde o como un gusto. Es, además, una alternativa más conveniente que un pastel de tamaño completo.

Y ahora, me tengo que apurar pues ya me cambiaron un cupcake por un muñequito. Adiu.

Bogo Prick quiere tus cupcakes
Cupcakes de plátano o panquecitos de plátano  con cobertura

50 gr de mantequilla
¾ taza de azúcar
1 huevo
1 cucharadita de vainilla
1 ½ tazas de harina
1 cucharadita de bicarbonato
1 cucharadita de polvo para hornear
½ cucharadita de sal
½ cucharadita de canela molida
3 plátanos hechos puré
Cobertura:
¼ taza de azúcar moscabado
2 cucharadas de harina
½ cucharadita de canela
1 cucharada de mantequilla

Precaliente el horno a 190°C y ponga capacillos en un molde de panqué.
Bata la mantequilla con el azúcar y agregue el huevo, incorporé la vainilla y la harina cernida con el bicarbonato, polvo para hornear, sal y la canela.  Añada el puré de plátano y mezcle bien. Vierta en los capacillos preparados a ¾ de su capacidad y cubra con la cobertura. Hornee por 14 – 16 minutos o hasta que al insertar un palillo esté salga limpio.  Espere a que se enfríen para servir.

Para hacer la cobertura mezcle el azúcar moscabado, la harina, la canela y con los dedos desbarate la mantequilla, que quede como avena, ponga encima de los capacillos con la mezcla.

miércoles, 2 de julio de 2014

Sí que chorree por todos lados.

 La comida colombiana es el resultado de la unión de tradiciones culinarias de las culturas indoamericanas locales y las afroeuropeas, aunque es principalmente española y africana.

No hay un único plato que represente a toda Colombia, aunque se pueden resaltar la arepa y el sancocho, y también se destacan algunos platos regionales como la bandeja paisa, el ajiaco santafereño, la lechona tolimense y huilense, el mote de queso costeño, las papas chorreadas (o chorriadas) que son originarias del centro de Colombia, principalmente de los departamentos de Cundinamarca y Boyacá.

Debido a la diversidad de la fauna y de la flora en Colombia surge una cocina criolla con poca influencia de cocinas extranjeras.
Algunos de los ingredientes más comunes en las preparaciones son cereales como el arroz y el maíz, los tubérculos como la papa y la yuca, también tienen variedades de leguminosas, carnes como la vaca, la gallina, el cerdo, la cabra, el cuy y otros animales silvestres, pescados y mariscos.
También tienen una importante variedad de frutas tropicales como el mango, el plátano, la papaya, la guayaba, el lulo y la maracuyá.
 
Papas chorriadas

6 papas cocidas sin pelar
2 cebollas en rodajas
1 – 2 cucharadas de cilantro
5 jitomates picados
2 cucharadas de mantequilla
1 taza de queso rallado para fundir
½ taza de leche
2 cucharadas de harina
Sal y pimienta


En la mantequilla fría las rodajas de cebolla cuando estén transparentes agregue el jitomate picado y deje que se seque.  Agregue el harina y fría hasta que se cueza y agregue poco a poco la leche.  Sazone con sal y pimienta.  Agregue el queso a que se funda.  Sirva caliente sobre las papas. Adorne con el cilantro.
Perro perro, seguidor de la selección de Colombia, degustando sus papas.





domingo, 29 de junio de 2014

Esta historia no es lo que parece

Una de las comidas que me pidió mi hijo menor para su semana de comida son los huevos escoceses y como es mi costumbre empecé a investigar su origen.
Los huevos escoceses fueron inventados en la tienda londinense Fortnum & Mason en Picadilly, competencia directa de Harrods, en 1738.  Contrario a lo que se piensa no se inventaron en Escocia, sino de Inglaterra.
Son excelentes para días de campo y excursiones pues se sirven fríos acompañados de ensalada y relish que son verduras encurtidas.  Se puede considerar una comida rápida pues los venden en los supermercados londinenses.
En África Oriental algunos restaurantes de comida rápida ofrecen los “scotch eggs” en sus menús.  En Nigeria, Tantalizers y Mr. Biggs ambos tienen este tipo de huevo en sus menús.
En India hay un plato muy popular que se llama “nargisi Kofta” conocido como “huevos escoceses al curry”.

Los huevos escoceses consisten en un huevo duro forrado de carne y frito, algunas veces lo puedes encontrar empanizados y en otros recetarios no vienen empanizados.  En esta ocasión yo los hice sin empanizar, solo fritos.

En los recetarios, sobre todos los ingleses dicen que se utiliza carne de “salchicha” pero acordémonos que las salchichas de allá son de carne picada o molida sazonada que puede ser ahumada, seca o fresca, algo así como nuestros chorizos o longaniza.  Yo utilicé carne molida de cerdo que sazoné a nuestro gusto.
El osito del amor comerá hartos huevos.

Huevos escoceses

1 kilo de carne molida de cerdo
1 huevo fresco
2 rebanadas de pan de caja
¼ taza de leche
2 cucharadas de mostaza dijon
½ cucharadita de orégano seco
Sal y pimienta al gusto
12 huevos cocidos y pelados
Aceite el necesario

Remoje el pan de caja en la leche. Ponga la carne molida en un tazón y agregue el huevo fresco, la mostaza, el orégano, escurra el pan de caja y quite el exceso de la leche y agregue a la carne, sazone con sal y pimienta y revuelva.  Para checar si está bien sazonada la carne, tome unos 10 gr de carne y ase en un pequeño sartén, pruebe y rectifique la sazón del resto de la carne.
Peter Panda, en camino de robarle la comida y la novia al osito del amor

Tome 70 gr de carne aproximadamente y extienda en forma de rectángulo en un pedazo de plástico.  Enrolle el huevo y cheque que no quede ningún agujero de carne.  Fría en una ollita pequeña para que el aceite lo cubra casi por completo y no se rompa al freírse.

Deje escurrir el aceite extra y sirva acompañado de ensalada o guarde para llevar de excursión.


jueves, 26 de junio de 2014

Mi primera experiencia

Cuando era apenas adolescente, me interesé en la cocina, principalmente en los postres, aunque vamos, que niña de 12 – 14 años no se interese en los postres. Como vivíamos en la Isla del Socorro, donde no habían muchas cosas que hacer, mis padres me dieron luz verde para hacer los postres que yo quisiera.

Primero tuve que escoger y planear que postres o pasteles iba yo a hacer, pues en la isla no habían tiendas en las cuales se pudiera comprar cosas de última hora.  Teníamos que hacer el encargo y enviarlo por radio, y así cuando viniera el barco, una vez por mes,  me traerían las cosas que necesitaba.
Ahora entiendo que esa experiencia me ha servido a lo largo de mi existencia para planear todo, pero principalmente mis menús y comidas.

Lo primero que pensé en hacer fue un pastel de chocolate, pues a quien no le gusta el chocolate.  Empecé a juntar los ingredientes y descubrí con horror que no había encargado una batidora, ni batidor de globo, ni nada por el estilo.  En los ingredientes de las recetas nunca te piden una batidora, pues yo no la pedí.  Esperarme un mes para poder hacer un pastel, no.  Entonces, el camarero de la casa, me dijo: “no se preocupe señorita, yo le bato las claras con unos tenedores” y así fue.  “a qué punto se las bato” y contesté de manera muy sabia, “a punto de turrón”.
-          “¿Qué es eso?” me pregunto, Toño el camarero.
-          “Es cuando volteas el traste y no se caen las claras, se quedan pegadas al tazón,” contesté de manera aún más sabia.
Y cual sería mi sorpresa que en un momento dado, al estar batiendo las claras, voltea el tazón sobre su cabeza y, por supuesto, se bañó en claras batidas a punto de nieve, no de turrón.
Aun así seguimos haciendo el pastel. Mezclamos la mantequilla con el azúcar y las yemas, se batieron nuevamente las claras y revolvimos todo. Vertimos en un molde y como la receta decía hasta que esté cocido.  Pues esperamos que se cociera.  Pero después de 2 horas de estar en el horno, pensamos que ya estaba suficientemente cocido.  Y sí estaba cocida la parte de arriba, porque la de abajo estaba completamente quemada.
Nos dimos a la tarea de quitar todo lo quemado y servimos un pastel de 1 cm de altura.  Pero mi padre como era increíble, se lo comió todo y me dijo que siguiera haciendo pasteles, que me había quedado muy rico.
Y sí, sigo haciendo pasteles.


Pastel de plátano y chocolate

2 ¼ tazas de harina
 Cucharadita de bicarbonato de sodio
1 ½ cucharadita de polvo para hornear
Pizca de sal
170 gr de mantequilla
¾ taza de azúcar
½ taza de azúcar moreno
2 huevos
1 ½ tazas de plátanos hechos puré
½ taza de yogurt griego
4 cucharadas de suero de leche
4 cucharadas de Nutella
Cobertura:
1 taza de azúcar glas
2- 3 cucharadas de café expreso o concentrado de café

Precaliente el horno a 175°C y engrase y enharine un molde de rosca.
Cierna el harina, polvo para hornear, bicarbonato de soda y la sal y reserve.  En un tazón bata la mantequilla con las dos azucares hasta que esté cremosa, agregue los huevos y continúe batiendo.  Agregue el puré de plátano, el yogurt y el suero de leche y mezcle bien.  Añada los ingredientes secos. Ponga dos tazas de la mezcla con plátanos en un tazón pequeño y agregue la Nutella, incorpore bien los ingredientes.
Vierta un tercio de la mezcla clara en el molde preparado.  Esparza la mezcla de Nutella por cucharadas y termine con el resto de la mezcla clara.
Hornee por 50 – 60 minutos o hasta que al insertar un palillo esté salga limpio.  Deje enfriar por diez minutos y desmolde.  Ponga la cobertura y sirva frio.

Cobertura: mezcle el azúcar glas con el café y vierta sobre el pan cuando esté frío. 

miércoles, 11 de junio de 2014

Calabacitas tiernas

Hay una película mexicana que se llama “Calabacitas tiernas” dirigida por Gilberto Martínez Solares y cuyo protagonista es Germán Valdez “Tin Tan”. Este film ocupa el lugar 33 dentro de la lista de las 100 mejores películas del cine mexicana según la opinión de 25 críticos y especialistas del cine en México, publicada por la revista “somos” en julio de 1994.

Las calabacitas con elote y jitomate es una comida común en el centro de México.  Es una receta de preparación muy sencilla y sirve de acompañante para una carne o pollo o incluso pescado.

Me acuerdo que mi mamá hacía un guiso que le decía “puerco con calabacitas” pero le ponía rebanadas de elote.  En realidad es casi el mismo guiso de calabacitas pero con unas ligeras variantes.  Tiene una sustanciosa salsa que se logra con un cocimiento lento de la carne.

Existe una expresión, “me dieron calabazas” que quiere decir que el novio o la novia lo terminó o lo dejó.  Esta es una expresión que se usa aquí en México, pero también tiene una pequeña historia.

En Grecia, la calabaza se consideraba anafrodisíaca, por lo que darlas equivalía a apagar el fuego de la lujuria evitando así los escarceos amorosos.  Durante la Edad Media, el clero recomendaba utilizar pepitas de calabaza durante el rezo para alejar los pensamientos impuros y lascivos, incluso se pensaba que mascar sus pepitas contribuía a cumplir el voto de castidad.  La expresión siguió tomando forma en tiempos de Cervantes, en los que significaba “desairar” o “no conceder a alguien lo que pide”, incluso comenzaba a utilizarse en el contexto del noviazgo.
En algunas zonas rurales de Cataluña, cuando el pretendiente no era del lugar, se le invitaba a comer a casa de la chica, si le ofrecían fuego para el cigarro significaba que la familia aceptaba el noviazgo, si se le servía un plato de calabaza, quería decir que el mozo no era bien recibido y se tenía que marchar.
La polla Kocada comiendose las calabazas que le tocarían a mi hijo menor

Puerco con calabacitas

1 kilo de costillitas de puerco
½ kilo de maciza de puerco
1 kilo de calabacitas tiernas rebanadas
2 elotes cortados en rebanadas
½ kilo de jitomate picado
1 taza de puré o caldillo de jitomate
3 tazas de agua
1 raja de canela
Sal y pimienta


Coloque la carne, el agua y la raja de canela en una olla y ponga a hervir.  Cuando este por secarse el agua, fría en su propia grasa hasta que la carne esté dorada.  Agregue el jitomate picado y el puré o caldillo de jitomate y los elotes cortados en rebanadas. Baje el fuego y deje que se termine de cocer el puerco y los elotes.  Rectifique la sazón, retire la raja de canela.  Cuando esté cocida la carne y los elotes agregue las calabacitas, tape la olla, apague el fuego  deje reposar por unos 10 minutos.  Sirva acompañado de arroz blanco.