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sábado, 30 de agosto de 2025

Banderillas coreanas


En Corea del Sur, las banderillas coreanas (핫도그) se convirtieron en un fenómeno callejero desde mediados del año 2000. Inspiradas en el corn dog estadounidense, se adaptaron con un toque muy particular: masa más espesa y suave, empanizados crujientes con panko o papas en cubos, y versiones rellenas de queso mozzarella. Poco a poco se popularizaron en mercados nocturnos de Seúl y hoy son tendencia mundial gracias a las redes sociales.

En nuestra familia tenemos una tradición que nos encanta: en los cumpleaños, el festejado elige la comida que más se le antoje. Esta vez fue el turno de Miguel Rodrigo, mi nieto, y su petición fueron las banderillas coreanas. Como nunca antes las habíamos hecho, el día se convirtió en una aventura familiar muy divertida.

Nos organizamos para comprar los ingredientes y preparar la receta. Siempre había sido yo quien cocinaba los cumpleaños, pero esta vez mi marido también se animó a participar. Además, se sumaron Deyita, mi nuera, y Mickey y Lau, los padres de Miguelito. Entre todos formamos un verdadero equipo en la cocina. Entre la masa, las salchichas y el queso, las primeras banderillas comenzaron a salir del aceite doraditas y crujientes.

El resultado nos sorprendió: para ser la primera vez, quedaron deliciosas, con un sabor auténtico y muy festivo. A todos nos encantaron, pero quien más las disfrutó fue Miguelito, feliz con su banderilla cubierta de papas. Para completar la mesa, también preparamos hot dogs en pan artesanal rellenos de tocino y verduras caramelizadas, un acompañamiento perfecto que hizo aún más especial la celebración.

Fue un cumpleaños lleno de risas, sabores nuevos y la alegría de cocinar en familia. Una experiencia que seguro repetiremos, porque no hay mejor regalo que compartir la mesa con quienes más queremos.


Ingredientes (8 piezas):

  • 4 salchichas

  • 200 g de queso mozzarella en barra (cortado en bastones)

  • 1 taza de harina de trigo

  • 2 cucharadas de azúcar

  • ½ cucharadita de sal

  • 1 cucharadita de polvo para hornear

  • 1 huevo

  • 150 ml de leche

  • 1 taza de panko o papas en cubos fritas

  • Palitos de brocheta

  • Aceite para freír

Preparación:

  1. Ensarta en cada palito una salchicha o un trozo de queso (o mitad y mitad).

  2. Mezcla harina, azúcar, sal, polvo de hornear, huevo y leche hasta obtener una masa espesa.

  3. Pasa cada brocheta por la masa y luego por panko o papas.

  4. Fríe en aceite caliente (170-180 °C) hasta que estén doradas.

  5. Escurre en papel absorbente.

  6. Sirve con cátsup, mostaza o incluso azúcar granulada, como se acostumbra en Corea.


Imagenes mejoradas mediante Inteligencia Artificial. Edición de Mario Alberto Vázquez Rosas

domingo, 17 de agosto de 2025

Milhojas de calabacita y papa


Las calabacitas son una excelente adición a la dieta por muchas razones. No sé cuál sea la más importante, pero empecemos porque tienen un bajo contenido calórico debido a la cantidad de agua que contienen, lo que ayuda a perder peso. También son una buena fuente de fibra dietética, lo que mejora la regularidad intestinal y previene el estreñimiento.

Son ricas en nutrientes, ya que contienen una variedad de vitaminas y minerales esenciales, que incluyen vitamina C, vitamina A, potasio y magnesio. Estos nutrientes son importantes para el funcionamiento del cuerpo, ya que ayudan a mantener el sistema inmunológico, la salud ósea y la función muscular.

Otra característica es su versatilidad culinaria, pues se pueden preparar de diferentes formas: al vapor, asadas, salteadas, horneadas, en forma de espagueti y hasta crudas. Pueden ser parte de la guarnición, de la sopa, del guisado, de la ensalada, e incluso podemos encontrarlas en panes salados y dulces.

Preparar un milhojas con calabacita y otras verduras es una deliciosa manera de combinarlas en un plato lleno de sabor y textura. Un milhojas de calabacita, papa, cebolla y jitomate es perfecto como plato principal o como acompañamiento para cualquier comida. ¡Disfruta de esta combinación saludable y llena de sabor! 

 

Milhojas de calabacita y papa 

  • 2 calabacitas en rebanadas
  • 3 – 4 jitomates
  • 2 dientes de ajo
  • 2 cebollas
  • 2 papas cocidas y rebanadas
  • 200 gr queso manchego o similar
  • Aceite el necesario
  • Sal y pimienta

 

  1. Muela el jitomate con los dientes de ajo y ¼ de cebolla. 
  2. Fría la salsa de jitomate en una cucharada de aceite y reserve.
  3. Rebane las cebollas. 
  4. Barnice con aceite un sartén o plancha, ponga las calabacitas para que se doren, después las cebollas, por último, las papas. 
  5. Ralle el queso.
  6. En el plato en el que va a servir el milhojas ponga un aro de metal o forme uno con papel de aluminio. 
  7. Ponga una capa de calabacitas, una de cebolla, una de papa y un poco de queso, acomode otra capa de calabacitas, cebolla, papa y queso, termine con una calabacita y queso.  
  8. Bañe con la salsa de tomate caliente y lleve a la mesa.  
  9. Es recomendable que el aro lo quite hasta que esté en la mesa para que no se desbarate el milhojas.


miércoles, 21 de mayo de 2025

Dip de elote


Un dip es una preparación culinaria que consiste en una mezcla generalmente espesa o cremosa, diseñada para acompañar alimentos que se sumergen en ella antes de ser consumidos. Es común que los dips sean servidos con alimentos como vegetales crudos, chips, galletas, pan, o incluso carnes. Los ingredientes varían según la cultura y el tipo de dip, pero suelen incluir bases como queso, crema, yogurt, aguacate, legumbres o purés de verduras, a menudo combinados con hierbas, especias y otros condimentos para potenciar el sabor.

La historia del dip se remonta a las antiguas civilizaciones, donde las culturas solían mezclar ingredientes simples para realzar el sabor de los alimentos. Por ejemplo, los griegos antiguos utilizaban tzatziki, un dip hecho con yogurt, pepino y ajo, como acompañamiento para panes planos. En el Mediterráneo, los egipcios desarrollaron el hummus, una combinación de puré de garbanzos, tahini, ajo y limón, que sigue siendo popular hoy en día. Estas recetas, entre otras, demuestran que la idea de sumergir alimentos en salsas es milenaria.

El término "dip" proviene del inglés, que literalmente significa "sumergir". Su popularización en los países de habla inglesa ocurrió en el siglo XX, especialmente en los Estados Unidos, donde los dips se convirtieron en un elemento básico para reuniones y eventos sociales. La invención de las chips de maíz y las papas fritas impulsó la creación de dips específicos, como el queso con chile, la salsa ranch y la salsa de cebolla, que ganaron enorme aceptación en las décadas de 1950 y 1960.

En muchas culturas, los dips no solo se consideran acompañamientos, sino también elementos clave de la experiencia gastronómica. En México, por ejemplo, el guacamole, elaborado con aguacate, tomate, chile y limón, es una preparación icónica que se ha adoptado en todo el mundo. En el Medio Oriente, además del hummus, el baba ganoush, hecho con berenjenas asadas, es otro dip tradicional que refleja la riqueza culinaria de la región.

Hoy en día, los dips han evolucionado para adaptarse a diversos estilos de vida y preferencias alimenticias. Existen opciones veganas, bajas en grasa, altas en proteínas y libres de alérgenos para satisfacer las necesidades modernas. Además, los dips continúan siendo una forma creativa de experimentar con sabores e ingredientes de diferentes partes del mundo, lo que los convierte en una preparación culinaria versátil y universal.



Dip de elote

  • 2 tazas de granos de elote
  • ½ taza de cebolla picada fino
  • 4 chiles serranos picados fino
  • 2 dientes de ajo picado fino
  • ¼ taza mayonesa
  • 1 taza de queso cheddar rallado
  • 2 cucharadas de mantequilla
  • Sal y pimienta al gusto

 

  1. En una cucharada de mantequilla fría los granos de elote hasta que estén dorados, reserve. 
  2. En la mantequilla restante fría la cebolla, el ajo y el chile hasta que se acitrone, reserve.
  3. En un tazón mezcle los granos de elote dorado, la mezcle de chile, cebolla y ajo, agregue la mayonesa y el queso, reservando un poco para cubrirlos.  Revuelva
  4. Sazone con sal y pimienta.  Vierta en moldes para servir, espolvoree el queso que reservó.
  5. Hornee a 180°C hasta que dore, aproximadamente 15 – 20 minutos. Sirva acompañado de totopos o galletas saladas.
  6. Este dip se puede hacer por adelantado, se prepara todo justo hasta antes de entrar al horno. Tape, refrigere, cuando lo vaya a necesitar hornee por aproximadamente 35 – 40 minutos.

martes, 11 de marzo de 2025

Calabacitas asadas con salsa de requesón

Las calabacitas asadas con salsa de requesón son uno de esos platillos que, con su sencillez, conquistan el corazón de cualquiera que las pruebe. Imagina un día de verano en el que el aire huele a parrilla y las calabacitas frescas están listas para asarse, brillando con su color verde suave y un toque de aceite de oliva. El fuego lento las dora y forma una ligera costra que guarda su frescura y sabor. Los aromas se mezclan y es entonces cuando entra en escena la salsa de requesón, ligera y cremosa, que complementa a la perfección el dulzor natural de las calabacitas.
La preparación es simple pero llena de sabor. Mientras las calabacitas se doran, el requesón se mezcla con un chorrito de limón, un toque de ajo y hierbas frescas como cilantro o perejil, que le dan un toque de frescura inigualable. Al juntar todo, el contraste entre la textura suave del requesón y lo crujiente de las calabacitas asadas hace que cada bocado sea una verdadera delicia. Este platillo no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma.
Hay un hecho curioso relacionado con esta receta. Mi abuela solía prepararla cada vez que alguien en la familia estaba estresado o preocupado. Según ella, las calabacitas tenían el poder de "calmar los nervios" gracias a su forma redonda y suave, que simbolizaba equilibrio y paz. No sé si hay alguna verdad científica detrás de eso, pero lo que sí sé es que cada vez que las comemos, todos terminamos con una sonrisa en el rostro, más relajados y contentos.
Al final, las calabacitas asadas con salsa de requesón son más que un simple plato; son un recordatorio de lo maravilloso que puede ser lo simple cuando está bien hecho. Este plato te invita a disfrutar de los pequeños momentos, a saborear cada bocado y, quizás, a creer un poco en la magia que solo la comida casera puede brindar.


Calabacitas asadas con salsa de requesón

  • 4 calabacitas
  • Aceite de oliva la necesaria
  • Sal y pimienta al gusto
  • 50 gr de almendras tostadas en trozos                                           
  • Crema de requesón:
  • 250 gr requesón
  • 3 – 4 cucharadas de mayonesa
  • ½ limón, su jugo
  • 1 limón, su ralladura
  • Sal y pimienta al gusto
  • 1 diente de ajo picado fino

 

  1. Rebane las calabacitas a lo largo finamente y sazone con aceite de oliva, sal y pimienta y empiece a dorar en la parrilla.
  2. Mientras tanto, prepare la crema de requesón.  Mezcle el requesón con la mayonesa, jugo de limón, ajo picado, sal y pimienta, bata bien a que todo se integre.
  3. Sirva las calabacitas con la salsa de requesón y esparza las almendras tostadas.


domingo, 12 de enero de 2025

Espinacas gratinadas

Hace mucho tiempo, en las tierras de Persia, brotaba una planta de hojas verdes tan oscuras que parecían absorber la luz del sol.  Era la espinaca, conocida en aquellos tiempos como Esfenaj. Los persas apreciaban su sabor único y sus beneficios para la salud, atribuyéndole propiedades casi mágicas.

Con el tiempo, los árabes llevaron consigo esta planta a tierras lejanas, como España, durante el esplendor del califato. Fue entonces cuando la espinaca encontró un nuevo hogar y nombre en tierras hispanas.

Siglos después, en la Europa medieval, la espinaca se convirtió en un tesoro culinario.  Escritores y agrónomos la elogiaban, destacando su valor entre las hortalizas, incluso san Alberto Magno mencionó sus semillas en sus escritos del siglo XIII, reconociendo su importancia.

Con el paso del tiempo, la espinaca conquistó los campos de todo el continente europeo, extendiendo su reinado verde durante el Renacimiento y más allá.  Se adaptó a los rigores del invierno y al calor del verano, ofreciendo su frescura en todas las estaciones.

Pero la espinaca no estaba sola en su dominio vegetal. Otra planta, la espinaca de Nueva Zelanda, también buscaba su lugar en el mundo de las verduras.  Aunque no pertenecía al mismo género ni familia, su sabor y textura similares atraían a aquellos que buscaban variedad en sus platos.

Así la espinaca y su prima exótica compartían la atención de los cultivadores y los paladares curiosos, enriqueciendo la mesa con su presencia y sus nutrientes.  Desde los campos de Persia hasta los mercados de Europa, la espinaca había tejido una historia de sabor, salud y versatilidad que perduraría a través de los siglos.

Espinacas gratinadas

  • ½ kilo espinacas frescas
  • 150 gr requesón
  • 2 huevos
  • 100 gr queso parmesano rallado
  • 2 cucharadas de aceite
  • Pizca de nuez moscada
  • Sal y pimienta al gusto

  1. Precaliente el horno a 190°C, engrase y enharina un molde refractario cuadrado.
  2. Corte las espinacas en tiras finas, ponga en un tazón, agregue el requesón, los huevos, la nuez moscada y la mitad del parmesano, sazone con sal y pimienta. 
  3. Vierta la mezcla en el molde preparado.  Espolvoree con el parmesano restante. Hornee por 30 min. Sirva inmediatamente.

jueves, 9 de enero de 2025

Calabacitas horneadas con queso

Comer calabacitas proporciona varios beneficios para la salud, ya que son bajas en calorías y ricas en nutrientes. Son una fuente excelente de fibra, vitaminas A y C, así como de minerales como el potasio. Además, su contenido de antioxidantes puede ayudar a combatir el daño celular y promover la salud ocular.  El consumo regular de calabacitas también puede contribuir a mantener un peso saludable y favorecer la digestión.

Las calabacitas, también conocidas como zucchinis, tienen su origen en América Central y del Sur.  Su llegada a México se dio antes de la colonización europea y se integró en la dieta mexicana adaptándose a diversas preparaciones culinarias.  Hoy en día son un ingrediente común en nuestra cocina, utilizadas en platillos como guisos, sopas, ensaladas y porque no, también en panes y postres.

La palabra “zucchini” proviene del italiano, que significa calabacín.  Este término de adoptó en inglés para referirse a la variedad de calabacín de piel verde y forma alargadas.  También es conocida como calabacita italiana.


Calabacitas horneadas con queso

  • 7 – 8 calabacitas
  • 100 gr queso cheddar o manchego
  • 100 gr queso crema
  • 1 cucharada tomillo seco
  • 1 cucharadita ajo en polvo
  • 2 – 3 cucharadas aceite
  • ½ taza de mayonesa
  • Sal al gusto

 

  1. Lave y corte los rabos de las calabacitas. 
  2. Rebane y ponga en un tazón, agregue el aceite, ajo en polvo, la mitad del tomillo y sal deje marinar por al menos media hora. 
  3. En otro tazón ralle el queso manchego, agregue el queso crema, la mayonesa y bata, añada el resto del tomillo y revuelva.
  4. Precaliente el horno a 180°, prepare dos charolas con papel de hornear. 
  5. Ponga una cucharadita de la mezcla sobre las rebanadas de calabacita y acomode en las charolas preparadas.  
  6. Hornee hasta que estén doradas. Sirva tibias o frías.

sábado, 21 de diciembre de 2024

Tostadas de pera, queso y miel

En ocasiones no tiene uno muchas ganas de comer algo pesado como sopa o guisado, sobre todo para la cena, bueno recordemos que en nuestro país para la mayoría de las personas la comida más ligera que tenemos es la cena, queremos algo que sea fácil de preparar y sea más bien “light”. 

Como siempre mi preocupación es dar a mi familia cosas sanas, deliciosas y diferentes para que no se aburran de comer siempre lo mismo. Aunque en ocasiones las quejas son en el sentido de que casi nunca les repito las cosas que les gustaron, pero eso se arregla rápidamente cuando me piden que se las prepare nuevamente.

La miel que utilicé es de la Huasteca hidalguense, que tiene tintes de sabor a flor de naranjo. El queso crema es “light” pero puede utilizar el que guste, si no le gusta el queso crema puede usar requesón el cual bate con una o dos cucharadas de miel para que no sea tan soso.

Tostadas de pera, queso y miel 

  • 8 rebanadas de pan al gusto
  • 1 – 2 peras
  • 3 – 4 cucharadas nueces troceadas
  • 90 gr queso crema “light”
  • Miel líquida al gusto

  1.  Tueste las rebanadas de pan y deje enfriar. 
  2. Descorazone y rebane en láminas finas las peras. 
  3. Tueste el pan, cuando esté frío unte con el queso crema agregue las rodajas de pera y esparza las nueces troceadas. 
  4. Por último, ponga un poco de miel en cada tostada y sirva de inmediato.

jueves, 19 de diciembre de 2024

Baguette de desayuno

Las baguettes son un tipo de pan de origen francés que se caracteriza por su forma alargada y crujiente.  Se dice que fueron creadas en Viena en el siglo XVII y que luego se popularizaron en Francia durante el siglo XIX.  La baguette tal como la conocemos hoy en día, con su forma característica y su proceso de elaboración específico, se desarrolló principalmente en el país franco durante el siglo XIX y se convirtió en un símbolo icónico de la panadería francesa. Su popularidad se ha extendido por todo el mundo y hoy en día es uno de los tipos de pan mas conocidos internacionalmente. 

Ya se mencionó que tiene forma alargada y cilíndrica, normalmente entre 50 y 80 cm de longitud y que su corteza es crujiente debido al proceso de horneado. También podemos decir que su miga, o interior del pan, suele ser esponjosa y tener una textura con agujeros pequeños regulares y tiene un sabor ligeramente ácido debido a la fermentación natural de la masa.

Aunque la receta básica incluye solo harina, agua, levadura y sal, existen algunas versiones incluyen mejoradores de masa o grasas.  El tiempo de fermentación de la masa de la baguette es un período de tiempo relativamente corto en comparación con otros tipos de pan.

Lo más importante de todo es que es un pan muy versátil que se puede disfrutar de muchas maneras diferentes, ya sea como acompañamiento de comidas, para hacer sándwiches, o simplemente untada con mantequilla, pero mejor aún ahuecada y rellena con una preparación deliciosa que nos deja con las ganas de decir “quiero más”

Baguette de desayuno

  • 1 baguette reposada
  • 4 huevos
  • 4 rebanadas de jamón picadas
  • 4 cucharadas jitomates confitados
  • 250 gr queso cheddar rallado
  • 2 cucharadas de crema
  • 3 cucharadas de leche
  • 2 cucharadas de harina
  • Mayonesa la necesaria
  • Sal y pimienta.

  1. Precaliente el horno a 190 y a una charola cubra con papel de horno.
  2. Parta la parte superior de la baguette y retire el migajón, haciendo un hueco para que quede como un barco. 
  3. Unte mayonesa por todo el hueco. 
  4. Reserve.
  5. En un tazón revuelva harina, leche y crema hasta que no tenga grumos, añada los huevos y bata bien. 
  6. Sazone con sal y pimienta. 
  7. Agregue el jamón picado, el queso y parte de los jitomates confitados picados. 
  8. Vierta en la baguette ahuecada y decore con el jitomate confitado restante.
  9. Forre el pan con papel aluminio para que no se queme y hornee hasta que esté cuajado y dorado, aproximadamente 25 – 30 minutos. 
  10. Sirva rebanado con una ensalada fresca.

jueves, 12 de diciembre de 2024

Doraditas de canela y queso crema

 

Para la merienda, tenía antojo de unas tortitas de canela y encontré una receta que cumplía con mis expectativas. La merienda es una tradición que se ha practicado en muchas culturas a lo largo de la historia, originándose como un pequeño refrigerio entre las comidas principales. En algunos países, se considera una oportunidad para reunirse con amigos o familiares, disfrutando de un momento de descanso y sabor.

Esta ocasión cocine unas gorditas de canela con queso crema que se asan en un comal o en una sartén en la estufa, las cuales son la perfecta compañia para un rico chocolatito caliente o una taza de café o té, dependiendo del gusto de cada uno. Estos sabores no solo alimentan el cuerpo, sino que también nutren el alma, creando recuerdos en torno a la mesa.

Por supuesto, mientras estaba haciendo estas pequeñas tortitas, se fueron desapareciendo y, al terminar de elaborarlas, ya solo quedaban unas cuantas que apenas alcanzaban para una o dos por persona, y eso que se prometía que saldrían como sesenta piezas. El aroma de la canela y el queso crema llenaba la cocina, haciendo que la espera se volviera aún más deliciosa.

No importa; esta es la historia de las cosas que preparo aquí en casa. No se esperan a que esté todo listo, sino que, conforme van saliendo, se las van comiendo. Cada bocado se convierte en un momento compartido, recordándonos la importancia de disfrutar no solo de la comida, sino también de la compañía.

Doraditas de canela y queso crema

  • 2 tazas de harina
  • 1 cucharadita polvo para hornear
  • 1 cucharada canela
  • 2 cucharadas mantequilla
  • 1 huevo
  • 1 cucharada de vainilla
  • ¼ taza azúcar
  • 100 gr queso crema
  • ¼ taza de leche

 

  1. Coloque la harina, polvo para hornear, azúcar y canela en el tazón de la batidora, mezcle bien.  
  2. Agregue la mantequilla, queso crema, vainilla y huevo, amase, añada la leche poco a poco, conforme lo vaya pidiendo la masa. Debe quedar una bola compacta.
  3. Deje reposar la masa por 10 minutos tapada con un trapo limpio.  
  4. Divida la masa en bolitas pequeñas y aplane con las manos para formar las gorditas.  
  5. Ponga a calentar un sartén o comal a fuego bajo.  
  6. Cuando esté caliente coloque las gorditas durante 20 minutos y volteándolas constantemente.

viernes, 9 de agosto de 2024

Crema de queso y mango

El “Petit Suisse” es un tipo de queso fresco de origen francés, conocido por su textura cremosa y su sabor suave.  Su historia se remonta al siglo XIX, cuando fue creado por un fabricante de quesos suizo llamado Daniel Peter.

Peter, que era conocido por su experiencia en la producción de lácteos, desarrolló una receta especial de queso fresco que fuera fácil de digerir y apetitoso para los niños.  En 1857, presentó su creación en la Exposición Universal de París, donde ganó una medalla de oro y atrajo la atención de muchos.

El nombre “Petit Suisse” se atribuye a la forma del queso, que originalmente se vendía en pequeños recipientes cilíndricos. Pronto se convirtió en un alimento popular en toda Francia y más allá, especialmente entre niños, debido a su sabor suave y su textura cremosa.

Con el tiempo, el Petit Suisse se ha convertido en un elemento básico en muchos países, y se ha utilizado en una variedad de recetas, desde postres hasta platos salados. Su versatilidad y su reputación como un alimento nutritivo han contribuido a su longevidad y popularidad a lo largo de los años.

Crema de queso y mango

 

  • 800 g pulpa de mango
  • 250 g queso crema
  • 250 g queso panela
  • ½ taza azúcar
  • 200 g crema
  • ¼ taza azúcar extra
  • 60 g granillo de almendra caramelizada

 

  1. Muela en la licuadora el mango con la ½ taza de azúcar, vierta 300 gr del puré de mango en un tazón. 
  2. Licue el resto del puré con el queo crema y el queso panela, a que quede una crema muy fina. Añada la crema y el azúcar extra, bata nuevamente.
  3. Sirva en cada vaso o copa unos 30 g de puré de mango y cubra con la crema de mango sin llegar hasta arriba.  Así hasta que se terminen las preparaciones.  
  4. Decore con las almendras caramelizada.

lunes, 10 de junio de 2024

Rollos de calabacita rellenos de jamón y queso

Es bien sabido que las verduras son una fuente maravillosa de nutrientes, sin embargo, a menudo nos resistimos a consumirlas con entusiasmo.  Pero no debemos olvidar que no solo nos brindan nutrientes, sino que también son ricas en fibra, lo que es fundamental para una buena digestión. Entonces, ¿por qué no darles una oportunidad y agregar un poco más de verduras a nuestra dieta?

En medio de la abundancia de alimentos industrializados que se nos ofrece, tendemos a olvidar lo saludable.  Nuestros paladares anhelan lo frito, lo grasoso, lo panificado, lo cremoso, en resumen, lo delicioso y tentador.  ¿Por qué no convertir las verduras en algo así? ¿Por qué no hacerlas irresistibles, despertar nuestra imaginación y provocar antojos? Todo depende de nuestra creatividad y disposición para invertir un poco de tiempo en preparar estos manjares.

Sé que es más fácil abrir una bolsa de frituras que preparar verduras como aperitivo, especialmente cuando estamos ocupados y apurados.  Sin embargo, hay ciertas cosas que podemos hacer con anticipación y terminar de preparar justo antes de servirlas.

Debemos buscar aperitivos que sean simples y nutritivos para que nuestra experiencia culinaria deleite los sentidos y nutra nuestro cuerpo, demostrando así que la comida saludable puede ser igual de deliciosa y fácil de preparar.

Rollos de calabacita rellenos de jamón y queso

 

  • 5 calabacitas
  • 200 gr jamón
  • 200 gr queso panela o fresco
  • Sal y pimienta al gusto
  • Aceite en spray

 

  1. Precaliente el horno a 180°C, forre unas charolas con papel de hornear.
  2. Rebane las calabacitas a lo largo con una mandolina para que queden rebanadas muy delgadas. 
  3. Corte el jamón del ancho de las rebanadas de calabacita, corte el queso en cubos pequeños.
  4. Extienda las rebanadas de calabacita en una mesa, sazone con sal y pimienta, cúbralas con la rebanadita de jamón, en el centro coloque el cubo de queso. 
  5. Enrolle, coloque en las charolas preparadas. 
  6. Rocíe con el aceite en spray. Hornee por 30 minutos o hasta que estén doradas.  Sirva tibio o frío.

lunes, 27 de mayo de 2024

Tostadas o Tostas Josephinas

Las tostadas o tostas Josephinas son populares en varias regiones de España, ero tienen una fuerte asociación con la zona de Levante, que comprende las comunidades autónomas de Valencia, Alicante y Castellón.  También son comunes en otras áreas de España, especialmente en bares y restaurantes que sirven tapas y aperitivos.  Sin embargo, no hay una región específica que pueda considerarse como su lugar de origen definitivo, ya que se han vuelto populares en toda España. 

El origen del nombre “Josephinas” para estas tostadas no esté completamente claro y no hay una historia documentada sobre cómo surgió el nombre específico.

En ocasiones, los nombres de platos o alimentos pueden surgir de forma espontánea o pueden estar relacionados con una persona, lugar o evento particular, aunque a menudo no queda registrado en la historia culinaria.  Es posible que alguien haya creado esta receta y le haya dado el nombre en honor a alguien llamado Josefina o simplemente como una elección personal sin un significado específico. 

Cuando ví esta receta me encanto, pues mi hermana se llama Josefina y me pareció formidable que hubiera una receta que llevara su nombre, espero que vea mi blog y sepa que siempre pienso en ella. 

Son un bocado ideal para acompañar de una cerveza bien helada, y como son tan ricas, seguro que van a desaparecer de la charola. Nota, debemos hacer muchas.

Tostadas o Tostas Josephinas

  • 100 gr mantequilla sin sal, suavizada
  • 100 gr queso manchego o similar rallado
  • 1 diente de ajo picadito
  • ½ taza de mayonesa
  • ½ pimiento verde picado fino
  • Sal y pimienta al gusto
  • Rebanadas de pan baguette 

  1. Ponga en un tazón la mantequilla, el queso rallado, el ajo picado, la mayonesa y el pimiento verde, sazone con sal y pimienta y revuelva.  
  2. Deje reposar.
  3. Unte cada rebanada de baguette con la mezcla y coloque en una charola forrada con papel de hornear. 
  4. Hornee a 200°C y deje hasta que la superficie esté dorada ligeramente, aproximadamente 10 – 15 minutos. 
  5. Sirva caliente o tibio.

miércoles, 1 de mayo de 2024

Rollo de jamón con poro

En un bullicioso mercado de una pequeña aldea mediterránea, se rumoreaba sobre la llegada de un ingredient especial para la cocina local.  Los lugareños discutían entre ellos, algunos llamaban al vegetal “puerro”, mientras que otros lo mencionaban como “poro”.  La disputa sobre el nombre era tan Antigua como la aldea misma, pero todos coincidían en una cosa: su origen misterioso y su irresistible sabor.

Se decía que el “puerro”, como lo llamaban los más eruditos, tenía sus raíces en las antiguas tierras del Mediterráneo, donde los dioses mismos lo habían sembrado como un regalo para la humanidad.  Por otro lados, los más pragmáticos afirmaban que el “poro” nombre que preferían los campesinos, había surgido de las manos trabajadoras de los agricultores de la region, quienes lo cultivaban con esmero desde tiempos inmemoriales.

En una fresca tarde de otoño, decidí llevar a cabo un experiment culinario en mi humilde cocina.  Inspirado por la diversidad de nombres y su rica historia, opté por preparer rollos de jamón rellenos con el tan debatido vegetal.  Corte finas rodajas de “poro”, como lo había aprendido a llamar de niña, y lo guise con trozos crujientes de tocino, vreando así un relleno aromático y sabroso.  El resultado fue una fusion de sabores que deleitó los paladares y evocó recuerdos de antiguas discusiones sobre el nombre de esta noble planta.


Rollos de jamón con poro

 

  • 2 poros rebanados y lavados
  • 1 cucharada mantequilla
  • 1 cucharada aceite
  • 3 rebanadas de tocino picadas
  • 6 rebanadas de jamón
  • 1 taza de salsa de tomate o de queso al gusto

 



  1. En una olla ponga el tocino con el aceite y la mantequilla para que se fría.  
  2. Cuando esté doradito el tocino agregue el poro a que se fría, sazone con sal y pimiento. 
  3. Rellene las rebanadas de jamón con el  poro guisado con el tocino y acomode en un plato para hornear. 
  4. Cubra con salsa al gusto y hornee. Sirva caliente o tibio.

 

 

martes, 29 de agosto de 2023

Pastel de papas y queso

 

La papa es uno de los cultivos más importante del mundo; el cual solamente es superado por los tres cereales más importantes del mundo, el trigo, el arroz y el maíz, en cuanto a consumo humano se refiere. Pero la papa es un cultivo que se utiliza en la alimentación animal y por supuesto para los humanos en diversos alimentos procesados, como agente gelificante y en la producción de bebidas alcohólicas.

También los tubérculos de papa presentan un sinnúmero de aplicaciones industriales, tales como el almidón de la papa da una cobertura para el papel y para productos textiles. 

Además de todo esto, es un alimento que a todo mundo le gusta, de una forma o de otra.  Puede ser cocida, frita, horneada, en puré, como acompañamiento en un guisado, formando parte de otro guisado, en ocasiones encontramos recetas dulces, como las donas de papa que son deliciosas, inclusive hay galletas de papa que son dulces, las podemos usar como truco para desalar algún guisado, para espesar una sopa, puede ser el elemento principal de una comida ligera, como son las papas rellenas.

Esta vez, la encontramos en un pastel y que además lleva otro ingrediente que a todo mundo le gusta y que es el queso. Estos dos ingredientes combinan de maravilla. Alguna vez escuché que todo puede ir bien con el queso.

Este pastel lo podemos comer frío o caliente, lo podemos usar para un día de playa, de picnic, o para en casa.  Realmente queda muy rico y lo que me gusta más es que es muy fácil.



Pastel de papas y queso

  •  1 kilo de papas
  • 2 cucharadas cebolla en polvo
  • 1 cucharadita ajo en polvo
  • 200 gr queso doble crema
  • 2 huevos
  • 1 cucharadita albahaca seca
  • Sal y pimienta al gusto

 




  1. Pele las papas y ponga en una olla con agua salada hirviendo, cuando suelte el hervor nuevamente, cuente 10 minutos y apague el fuego. 
  2. Retire las papas de la olla y deje enfriar.
  3. Engrase un molde de 24 cm y en el fondo ponga papel para hornear que también engrasará, espolvoree con pan molido. Reserve.
  4. Precaliente el horno a 200°C. 
  5. En un tazón, ralle las papas y agregue la cebolla en polvo, ajo en polvo, queso doble crema, o si lo desea puede utilizar requesón, huevos, la albahaca y sazone con sal y pimienta al gusto. 
  6. Vierta la mezcla en el molde preparado, nivele con el dorso de una cuchara.  
  7. Hornee por 30 – 35 minutos o hasta que esté cocido. 
  8. Retire del horno, retire el papel hornear.  
  9. Sirva adornado al gusto con verduras cocidas. 
  10. También lo puede servir con salsa si lo desea.
  11. Puede servirse frío o tibio.

miércoles, 16 de agosto de 2023

DEDITOS DE QUESO

Mi nieto mayor, tan solo de 9 años, seguido me pide cosas que se le antojan comer. Siempre le cumplo sus deseos en cuanto me de tiempo, pues en ocasiones estoy muy ocupada para hacerlo en ese momento y término dejándoselo para después. En esta ocasión me pidió que le hiciera unos deditos de queso.

Hacer deditos de queso es sumamente fácil pues solo se necesitan alrededor de 4 ingredientes y se hacen con facilidad. Lo mejor es que se pueden hacen en cantidad suficiente para poder congelarlos y usarlos para cuando tenga otra vez ganas de comer o de llevarse de lunch ahora que van a empezar las clases.  Sí, en verdad es un buen lunch para la escuela pues le gusta y es proteína.

Los preparé con queso manchego, aunque pueden ser con Gouda, Chihuahua o Mozzarella, este ingrediente es del gusto y el paladar del comensal o del preparador o bien, del bolsillo.

Para congelarlos, pueden guardarse después de terminar la preparación y antes de freir, y cuando se van a utilizar se pueden freir congelados, no les pasa nada y quedan muy bien.


 

Deditos de queso

  • 300 gr queso manchego o al gusto en barra
  • 4 cucharadas harina
  • 4 huevos
  • Pan molido, el necesario
  • Sal
  • Aceite para freir

  1. Corte el queso en palitos. 
  2. En una charolita ponga harina, en otra bata los huevos con un tenedor y agregue una pizca de sal para sazonarlo y por último ponga el pan molido.
  3. Pase cada dedito por harina, huevo y pan molido, acomode en una charola y pase los deditos por huevo y por pan molido, nuevamente.  Haga lo mismo por una tercera vez.  Esto es para que nos aseguremos que al freir no se les salga en queso. 
  4. Reserve en el refrigerador por 20 – 30 minutos.
  5. Mientras tanto, ponga a calentar el aceite en una sartén profunda para que se doren bien.  
  6. Vaya friendo por tandas de acuerdo con el tamaño del sartén. 
  7. Cuando estén dorados según su gusto, retire y ponga a escurrir en una rejilla.

Sirva solos o acompañados de ensalada.

martes, 2 de mayo de 2023

Hojaldre de jamón serrano y queso

A la hora de cocinar, sea para la comida, la cena o el desayuna, me gusta preparar una variedad de platillos diferentes. No me limito a lo que ya conozco, sino que me gusta siempre estar innovando en mi cocina. 

Sin embargo, en ocasiones, mi esposo me comenta que llevo mucho tiempo sin preparar x o y platillo que le gusta o dice que ya no se acuerda del sabor de ciertos guisos. Yo siempre le contesto que, a menos que me diga de que tiene antojo, yo preparo lo que se me ocurra o algo que me haya gustado. Por ejemplo, en esa ocasión, quise verme un tanto sofisticada al preparar este hojaldre de jamón serrano. Es un platillo fácil de hacer y muy rico al degustar.





Hojaldre de jamón serrano y queso

 -300 gr de masa de hojaldre

 -100 gr de jamón serrano

 -100 gr de queso crema

 -100 gr de queso Manchego

 -1 yema de huevo batida con 2 cucharadas de agua

 


  1. Extienda la masa de hojaldre sobre una hoja de papel para hornear.  
  2. Corte las orillas formando un rectángulo.  
  3. Divida el rectángulo en tres partes y en la parte central esparza el queso crema suavizado, cubra con el jamón serrano y al final el queso rallado.
  4. En los tercios de los lados, corte franjas en diagonal para que se puedan trenzar.  
  5. Barnice con la yema de huevo. 
  6. Acomode en una charola, cubra con papel film y refrigere por 15 o 20 minutos.
  7. Hornee a 200°C alrededor de 40 minutos o hasta que esté dorado por encima y al levantar el hojaldre esté cocido y dorado levemente por abajo