lunes, 29 de diciembre de 2014

Nos vamos ahora a Italia con su tradición navideña: el panettone

El panettone es un bollo hecho con una mas tipo brioche de pasas y frutas confitadas o cristalizadas.  Tiene forma de cúpula y es un postre tradicional en Navidad en Milán, Italia.

Este pan dulce se sirve en rebanadas verticales y se puede acompañar de chocolate caliente o de vinos dulces como el asti spumante o el vino moscatel, e incluso con vinos con mas cuerpo. El panettone se consume de diferentes maneras, ya sean rebanadas finas o gruesas, para el desayuno o como postre al final del almuerzo.  En algunos países se sirve tostado, y se unta con salsas y mermeladas o se recubre o rellena con cremas.

Los antiguos romanos fueron los primeros en endulzar un pan con levadura con miel.  Hay testimonio de su presencia en una pintura del siglo XVI de Brueghel el Viejo y en un libro de recetas de Bartolomeo Scappi, cocinero personal de papas y emperadores en los tiempos de Carlos V.

Hay diferentes leyendas que nos cuentan el origen del panettone.  Según la primera leyenda se dice que este postre nació hacia 1490, cuando un joven aristócrata llamada Ughetto Atellani de Futi, se enamoró de la hija de un pastelero de Milán.  Para demostrar su amor se hizo pasar por un aprendiz de pastelero e inventó un pan azucarado con forma de cúpula a base de frutas confitadas y aroma de limón y naranja.  Los milaneses empezaron a acudir en masa a esta pastelería a pedir el “pan de Toni”, quién así se llamaba el ayudante, y de ahí viene el nombre de panettone.

Según otra leyenda, tal vez  más conocida, el panettone nació en la corte de Ludovico El Moro, señor de Milán desde 1494 a 1500, en la Nochebuena.  Se cuenta que el Duque celebró la Navidad con una gran cena, llena de deliciosos platos dignos de la riqueza de la corte milanesa.  El postre iba a ser la natural conclusión de tan lujoso banquete, sin embargo, al momento de sacarlo del horno el cocinero se dio cuenta que se había quemado.  Hubo un momento de terrón en la cocina de Ludovico, pero afortunadamente un lavaplatos, llamado Antonio, había pensado utilizar  las sobras de los ingredientes para amasar un pan dulce y llevárselo a casa.  Dada la situación, el joven Antonio propuso al cocinero servir su pan como postre.  Era un pan dulce muy bien subido, lleno de fruta confitada y mantequilla que fue llevado inmediatamente al Duque.  El inusual postre tuvo un enorme éxito y Ludovico preguntó al cocinero quien lo había preparado y cuál era su nombre.  El cocinero le presentó al Duque al joven Antonio, quien confesó que ese postre todavía no tenía nombre.  El señor entonces decidió llamarlo “Pane de Toni” que con los siglos se convertiría en panettone.

El primer registro del panettone como postre navideño tradicional milanés es un artículo del escritor iluminista Pietro Verri en el siglo XVIII, que lo llama “pane di tono”.

Su industrialización hizo que su consumo se hiciera tradicional en Italia, y luego a nivel mundial, durante la Navidad.  En el año 1919 el empresario milanés  Angelo Motta y luego en el 1933 Gino Alemagna lanzaron en toda Italia y el mundo el panettone dulce típico de Navidad.

De aquel  primer pan se han derivado numerosas variaciones y se puede encontrar con pasitas, almendras, piñones, chocolate y frutas confitadas.  En Milán terminó por convertirse en un postre tradicional navideño, sobre todo desde que los empresarios empezaron a regalarlo a sus clientes como obsequio.

En casa hice este sabroso panettone, pero yo lo hice con chispas de chocolate, un poco diferente pero igual de rico. 

Panettone con chispas de chocolate

1 ½ cucharadita de levadura seca
½ taza de agua tibia
4 a 4½ taza de harina
2/3 taza de chispas de chocolate
¼ taza de tequila
8 cucharadas de mantequilla suavizada
2 huevos
4 yemas
¾ tazas de azúcar
1 cucharada de vainilla
Ralladura de una naranja
Ralladura de un limón

Ponga en la batidora el agua tibia, el tequila,  la mantequilla suavizada, los huevos, las yemas, el azúcar, la vainilla y las ralladuras de limón y naranja, incorpore la harina y al final la levadura.  Amase hasta que se forme una bola, si es necesario agregue un poco más de agua tibia.  Vuelque la masa a la mesa y amase por unos minutos. Coloque en un tazón engrasado y envuelva en una bolsa de plástico y refrigere toda la noche. Al día siguiente ponche la masa y agregue las chispas de chocolate, amasando por unos minutos. Devuelva al molde engrasado y tape con plástico. Deje reposar por dos horas. Engrase una lata grande y alta, o forre la lata con papel encerado y engrasado.
Amase ligeramente la masa, haga un rectángulo con las manos y enrolle, coloque en el molde preparado, apretando la masa hacia el fondo. 

Precaliente el horno a 175°C.  Deje el pan que leve por media hora o hasta que doble su volumen.  Hornee por 1 hora o hasta que al introducir una brocheta en el centro este salga limpio.  Retire del horno y deje enfriar en una rejilla por 30 minutos. Desmolde. Sirva espolvoreado con azúcar glas.

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