Con el tiempo aparecieron artefactos específicos, donde el fuego quedaba confinado, de modo que se aprovechase mejor todo su poder para cocinar. El nombre que se le dio fue el de fogón.
Pero la forma de la cocina fue variando de acuerdo al combustible que utilizaban, desde la leña, pasando por el carbón especialmente vegetal, después el gas y hasta con la electricidad.
La cocina como mueble en forma de simple hornilla fue conocida por los romanos como lo atestiguan los ejemplares de bronce hallados en Herculano y Pompeya, que guarda el Museo de Nápoles. Pero la verdadera cocina completa y portátil no se encuentra hasta finales del siglo XVIII y solo desde el XVI se conoce la cocina cuadrangular de hierro con planchas de cobre o de hierro por encima dispuesta para recibir las ollas o marmitas.
Lo bueno es que ahora, solo necesitamos encender sencillamente el gas o el horno eléctrico y ya podemos hornear estas deliciosas galletas para recibir el año.
200 gr de mantequilla suavizada
¾ taza de azúcar
2 huevos
1 cucharadita de vainilla
3 ½ tazas de harina
Precaliente el horno a 170°C. En un tazón acreme la mantequilla y el azúcar, agregue los huevos y la vainilla y añada la harina hasta que esté bien integrada.
Forme dos bolas y envuelva en película plástica. Refrigere por al menos 30 minutos. Retire la masa del refrigerador y palotee. Corte con cortadores de galletas de las figuras que desee y acomode en charolas sin engrasar. Hornee de 10 a 12 minutos o hasta que las orillas estén ligeramente doradas. Retire del horno y deje enfriar en una rejilla.
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