Los primeros hornos se encuentran en Europa Central y
datan de 29,000 a. C., que fue utilizado como pozos para asar y hervir ubicados
dentro de las estructuras yurta (casa de los mongoles). Fueron utilizados para cocinar mamut. En Ucrania desde 20,000 a. C usaban pozos con
brasas cubiertas de cenizas. La comida
estaba envuelta en hojas y situado en la parte superior, luego se cubría con
tierra.
En los sitios arqueológicos que se encuentran en
Mezhirich (Ucrania) cada casa de mamut (se llama así pues se hacía con la piel
y los huesos del mamut) tenía un horno para calefacción y para cocinar. Un dato extra es que con los huesos de mamut
y su piel hacían instrumentos musicales.
Ahí en Mezhirich se encontró la más grande colección de instrumentos
musicales del paleolítico superior.
Los hornos se han utilizado desde tiempos prehistóricos
por las culturas que vivieron en el valle del Indo y pre-dinástica de Egipto
(cuando era el Alto Egipto y el Bajo Egipto).
En 3,200 a. C las casas tenían en su interior un horno de adobe, esto es
obvio pues se utilizaba para la cocción de los alimentos aprovechando también
el calor para protegerse del frío.
También fueron encontrados algunos hoyos forrados con ladrillos horneados,
lo que hace suponer que también utilizaron hornos de mampostería.
Los antiguos griegos eran unos expertos y para ellos era
un arte el hornear pan. Tanto fue su
desarrollo que el horno para este oficio ya no estaba dentro de la casa
familiar sino en lugares en donde se podía vender al público el producto de su trabajo.
Pastel de fresa
85 gr de mantequilla
¾ taza de azúcar
2 huevos
1 ½ tazas de harina
1 ½ cucharadita polvo para hornear
1 cucharadita de sal
½ taza de leche
1 cucharadita de vainilla
500 gr de fresas partidas a la mitad
2 – 3 cucharadas de azúcar extra
Azúcar glas para decorar
Precaliente el horno a 180°. Engrase y forre el fondo y los lados de un
molde para pastel.
Bata la mantequilla con el azúcar, añada los huevos de
uno en uno. Agregue la harina cernida
con el polvo para hornear alternando con la leche. Añada la vainilla. Vierta en el molde preparado y acomode las
fresas encima y esparza 2 – 3 cucharadas de la azúcar extras por encima y
hornee a 180° por 10 minutos. Reduzca el
calor del horno a 160° por aproximadamente 1 hora o hasta que al insertar un
palillo este salga limpio. Retire del horno. Sirva frío espolvoreado con azúcar
glas.
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