miércoles, 10 de diciembre de 2014

Un pan diferente, de queso amarillo.

No sé si les he platicado que me gusta mucho hacer pan, no importa si es pan de sal o pan de dulce, pan de levadura o pan con polvo para hornear. Me encanta también el olor que hay en casa cuando se está horneando el pan. No sé, pero creo que el aroma del pan recién hecho perdura por varios días en casa.

Uno de los panes que he hecho desde siempre es una receta que me encontré no sé ni donde, pero es el pan de queso amarillo.  Es un pan que se ve espectacular con esos trozos de oro engarzándose en lo blanco del pan, y al darle la mordida se siente el pan blanco y los trozos de queso.

Aunque confieso que soy un poco floja pues este pan solo lo hago 2 ó 3 veces al año.  Una de esas veces es para Navidad y para Año nuevo, bueno, yo lo cuento como una sola vez aunque son dos ocasiones.  Pero en esta fecha hago como unas 30 barras de pan pues las usamos para cenar y también para regalar pues hay amigos y familiares muy queridos a quienes les gusta y yo les regalo una barra de este delicioso pan.

Otra ocasión en la que hago pan de queso es para el cumpleaños de mi hijo el mejor, pues como mis hijos saben que para su cumpleaños les hago lo que quieran en una semana de comida, me pasan su lista de lo que quieren comer en “su semana” de comida, y no falla, siempre me pide “pan de queso amarillo”.

Este pan tiene como 18 ó 20 años que la hago y creo que es una de las recetas que no ha cambiado con el tiempo, esta si es una receta fiel a la original.
 










PAN DE QUESO AMARILLO

¼ taza de azúcar
3 tazas suero de leche o leche tibia
2 cucharadas de levadura seca
50 gr mantequilla fundida
3 cucharaditas sal
3 taza de queso amarillo
7 ½ - 8 tazas harina


Revuelva en la batidora: azúcar, levadura, mantequilla, sal, harina y vaya agregando poco a poco el suero de leche.  Mezcle hasta que ya no se pegue a las paredes del tazón de la batidora y se haga una bola pegada al gancho.  Amase con las manos unos momentos y deje reposar en un tazón aceitado, cubierto, en un lugar tibio.  Divida la masa en 3 partes y con cada una forme un rectángulo, en los cuales colocará encima el queso.  Se enrolla y se cortan rebanadas de 2 cm,  cada rebanada se corta en cuatro y se van acomodando en los moldes engrasados y forrados con papel encerado también engrasado.  Se deja levar unos 30 minutos en lugar tibio y se meten a horno precalentado a 175°C de 25 a 30 minutos, hasta que esté dorado y cocido








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