martes, 9 de diciembre de 2014

Una acompañamiento muy sustanciosa, lentejas.


La lenteja es un alimento con una alta concentración de nutrientes.  Los hidratos de carbono son los más abundantes y están formados por almidón. Sus proteínas vegetales, aunque en buena cantidad son incompletas, puesto que son deficitarias en metionina (aminoácido esencial). No obstante, si se combinan con cereales como el arroz, alimento rico n dicho aminoácido, se convierten en proteínas de alto valor biológico, equiparable a las que aportan los alimentos de origen animal.  El contenido en lípidos es muy bajo.  El aporte de fibra, aunque importante es también inferior al de otras leguminosas.

En cuanto a vitaminas, son ricas en B1, B3 y B6 y no lo son tanto en ácido fólico.  Contiene gran cantidad de zinc y de selenio pero sobre todo de hierro.  El selenio es un mineral antioxidante que protege a las células del organismo humano de la oxidación provocada por los radicales libres.

En resumen, son muy nutritivas pero también muy ricas.  En esta ocasión las preparé como acompañamiento de un pastel de pollo y quedaron insuperables.

Lentejas como guarnición
 
1 taza de lentejas cocidas
2 zanahorias picadas finamente
8 champiñones rebanados
2 dientes de ajo
½ cebolla en cubitos
2 – 3 ramas de tomillo
Aceite de oliva al gusto
Sal y pimienta
Vinagre balsámico al gusto


En una sartén fría la cebolla y el ajo, agregue las zanahorias y deje que se cuezan.  Añada los champiñones y el tomillo.  Sazone con sal y pimienta.  Agregue las lentejas, un poco más de aceite de oliva y un poco de vinagre balsámico.  Deje que todo se sazone y sirva caliente.

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