miércoles, 31 de diciembre de 2014

El 2015 en focaccia al chipotle con queso.

Yo no como chile, bueno, casi no como chile.  Me gusta el sabor que da a los platillos que preparo. Una salsa verde no es lo mismo si no tiene un toque de picante con el chile serrano o verde o cuaresmeño.  La salsa roja sabe deliciosa con un dejo de chile verde o de chile de árbol.  El pico de gallo no sería nada si no le pusiéramos algo del chile verde o el chipotle.

Al chile chipotle se le llama también chilpoctle o chilpotle, no importa como lo digamos pero su origen es Náhuatl que es chilpoctli o xipoctli, que significa chile ahumado.  Es un tipo de chile, normalmente de la variedad del jalapeño, que se ha dejado madurar hasta enrojecer y secar.

Este producto, cuyo uso va más allá de las fronteras de México, se elabora a partir de un chile y diversos aderezos y en su estado final tiene un aspecto café, con aroma muy picante y sabor complejo.  Los chiles chipotles se pueden comprar enlatados o a granel en muchas tiendas y mercados de México. En ocasiones se pueden conseguir recién preparados generalmente en adobo aderezado con jitomate y piloncillo y en este caso son jugosos.

Existen algunos platillos en los que se utiliza esté chile y así le dan su nombre o su característica.  Tenemos por ejemplo el pollo al chipotle, las tortas Baja California, el caldo tlalpeño y ciertas salsas para asado.  Pero su principal uso es como acompañamiento opcional para otro tipo de platillo como las tortas.

Aunque la variedad de chile más común para hacer chile chipotle es el jalapeño, también se usa el mora, el morita y el pasilla.

El cronista Bernardino de Sahagún hace notar que el chile ahumado, llamado también pochchilli y ahora chipotle, podía ser encontrado en el mercado de Tlatelolco en la Ciudad de México, en el siglo XVI.

Focaccia al chipotle con queso gouda

½ cucharadita de comino
3 cucharadas de aceite de oliva
1 ½ cucharadita de sal
2 – 3 chiles chipotle adobados sin semillas y picados
1 cucharadita de orégano seco
½ taza de agua tibia
3 ¾ tazas de harina
1 cucharadita de levadura
300 gr de queso gouda rallado
Aceite de oliva para barnizar
Orégano seco para decorar

En el tazón de la máquina de pan o en el de la batidora ponemos el comino, el aceite de oliva, la sal, los chiles chipotles picados, el orégano seco y el agua tibia.  Encima ponemos la harina y la levadura.  Amasamos.  Si es en la máquina de pan ponemos el ciclo de amasar y lo dejamos hasta que termine. Si lo hacemos en la batidora amasamos y cuando todo esté integrado y se forme una bola, lo ponemos en un tazón engrasado y lo dejamos reposar hasta que doble su volumen, aproximadamente 2 horas.

Precalentamos el horno a 180° y engrasamos una charola ligeramente. Cuando haya doblado su volumen ponchamos la masa y la estiramos el doble de tamaño de la charola para hornear, colocamos la masa sobre la charola, esparcimos el queso rallado sobre la masa, barnizamos con agua la orilla de la masa para que se pegue la parte que vamos a cerrar sobre el queso.  Barnizamos con el aceite de oliva, le ponemos encima el orégano seco y la dejamos que leve en un lugar tibia por media hora.  Horneamos alrededor de 12 – 15 minutos o al agitar suavemente la charola se despega. Retiramos del fuego y servimos.  Tibia o fría. 

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