La albahaca es frecuentemente usada en la cocina
mediterránea y se puede consumir fresca o seca para aderezar tanto ensaladas
como sopas de verduras, salsas para acompañar platos de pasta y guisos de todo
tipo de carnes. El uso que más se ha
extendido es en la famosa salsa italiana conocida como pesto que lleva a la
albahaca como ingrediente principal.
La hierba fresca se puede mantener en el refrigerador por
poco tiempo guardada en una bolsa de plástico envuelta en servilleta de cocina
o se le puede congelar si se le blanquea en agua hirviendo. También se pueden conservar las hojas frescas
poniéndolas en un frasco con una pizca de sal y cubiertas con aceite de oliva.
Entre los platillos que utilizan albahaca están las
Berenjenas a la parmesana, las patatas Cajún, la pasta con tomate y albahaca,
la pizza con tomate y albahaca, el pollo vietnamita, el pastel chileno de
choclo o el curry Thai. También en las
recetas que incluyen la salsa pesto que es originaria de Liguria. En el Reino Unido la albahaca interviene en
la mezcla tradicional para elaborar salchichas.
1 taza de hojas de albahaca desinfectadas y lavadas
100 gr de nueces tostadas
2 dientes de ajo
200 ml de aceite de oliva
100 gr de queso parmesano
Sal y pimienta
En el procesador ponga la albahaca, los dientes de ajo y
las nueces y pulse, con el procesador trabajando, agregue el aceite de oliva en
un hilo, como si estuviera haciendo mayonesa. Cuando todo esté bien triturado
retire del procesador y vierta en un
tazón, agregue el queso parmesano y sazone con sal y pimienta al gusto. Vierta en un frasco de vidrio y refrigere
hasta su uso.
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