La espinaca es cultivada como verdura por sus hojas
comestibles, grandes y de color verde muy obscuro. Aunque se come fresca, en la
actualidad es muy fácil encontrarla congelada.
Es rica en vitamina A y E, yodo y algunos antioxidantes.
También contiene bastante ácido oxálico por lo que se debe consumir con
moderación.
Se cultivó por primera vez en Persia. Los árabes la
introdujeron en España hacia el siglo XI. En los siglos XII y XII, el escritor agrónomo
Ibn al-Awwam la consideró “la mejor de las hortalizas”.
San Alberto Magno hizo referencia sus semillas en el
siglo XIII. Su cultivo se extendió a
toda Europa alrededor del siglo XV.
Un mito muy extendido sobre las espinacas es que son muy
ricas en hierro. Por eso mismo se hizo
una serie para incrementar su consumo.
En ella Popeye consumía una lata de espinacas que le daba una fuerza sobrenatural.
El origen de esta equivocación está en un error del científico E. Von Wolf
(1870), que multiplicó por 10 la cantidad de hierro al errar en la colocación
de una coma. Hoy en día se sabe que en
general otras plantas comestibles contienen niveles de hierro similares o
incluso superiores a la espinaca, como es el perejil, las semillas de ajonjolí,
las acelgas, la berza, la col y en general la mayoría de las verduras de hoja
verde oscura. De hecho, el hierro de la espinaca no se absorbe bien porque la
espinaca tiene mucho ácido oxálico y este hace insoluble al hierro.
Esta pequeña introducción es para hablarles de un
platillo que representa a Grecia, que es la Spanakopita, y es un rollo de pasta
filo o pasta de hojaldre que en su relleno nos encontramos con espinacas,
queso, piñones y algo más.
Spanakopita
300 gr pasta de hojaldre
1 kilo de espinacas picadas
250 gr de queso feta
½ cebolla picada
1 cucharada de hojas de albahaca picada
1 cucharada de hojas de perejil picadas
100 gr de piñones tostados
2 cucharadas de aceite de oliva
Sal y pimienta al gusto
1 huevo batido para sellar y dorar
En un sartén ponga el aceite de oliva y sofría la cebolla. Agregue las espinacas picadas, la albahaca y el perejil. Añada los piñones y el queso feta. Sazone con sal y pimienta. Deje enfriar.
Extienda la pasta de hojaldre muy delgada. Coloque el relleno ya frío en la mitad de la
pasta de hojaldre. Empiece a enrollar y
ponga huevo batido con una brocha para sellar la orilla. Coloque en una charola para hornear con el
sello hacia abajo. Barnice con el huevo
para que se dore y hornee a 400°C en horno precalentado. Hornee por 20 – 25 minutos o hasta que esté
dorado.
Sirva tibio o frío.
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