viernes, 11 de abril de 2014

Historia en la cocina IX, el rompope

El rompope también llamado licor de huevo, es una bebida preparada con huevo, vainilla, canela y almendra. Principalmente es amarillo y es de consistencia espesa.
Se cree que el rompope tuvo su origen en los conventos. Las monjas Clarisas tenían experiencia en alojar a figuras importantes de la sociedad y cuando esto sucedía preparaban los mejores platillos y bebidas, entre ellas el rompope aunque ella nunca lo probaban.
Según la leyenda, una mestiza de nombre Eduviges, quien ya había hecho sus votos, aprendió muy bien la receta y se volvió la encargada de hacerlo, pero mientras lo probaba, le daba algún sabor diferente y especial. Más adelante se las arregló para que se hiciera también para el consumo de las religiosas.
La receta fue resguardada tras los muros de los conventos y aunque no es auténtica mexicana se adoptó como tal. De acuerdo a la tradición, el rompope fue creado en el convento de Santa Clara en el siglo XVII.
El rompope es una bebida que es empleada en la elaboración de pasteles, galletas, gelatinas, helados, nieves, paletas, budines, etc.
La leche se pone a hervir con el azúcar, se le agregan las yemas y las almendras y el sabor que se le vaya a dar.
Pero en Estados Unidos (y en menor medida en el Reino Unido) hay una bebida parecida que es el ponche de huevo, que se hace para las fiestas de año nuevo (el eggnog), pero la diferencia es que el eggnog no se cuece y el rompope si.
En esta ocasión utilizamos el rompope para hacer un budín de pan que quedó riquísimo.


Budín de rompope

350 gr de pan viejo en rebanadas
2 tazas de leche
1 ½ tazas de azúcar
1 taza de rompope
3 huevos
1 cucharada de vainilla
1 cucharadita de canela
1 taza de fresas para decorar

En una charola de horno ponga las rebanadas de pan y tueste en el horno hasta que estén ligeramente doradas.  Mezcle en un tazón los huevos, la leche, el azúcar, el rompope, la vainilla y la canela.  En un refractario engrasado coloque el pan y vierta los líquidos.  Deje reposar una hora para que el líquido se absorba. Puede dejarlo tapado en el refrigerador por toda la noche y al día siguiente hornear a 180°C por 25 - 30 minutos o hasta que al meter un cuchillo este salga limpio.

Cuando enfríe decore con las fresas. Sirva.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario