Entre las cosas que me trajo mi hijo de su ida
a Huejutla, hubo una gran cantidad de plátanos, pero a diferencia del plátano
que suelo comer, no fue plátano Tabasco, sino plátano macho.
El plátano macho es más grande y gordito que el
plátano normal. Se utiliza más como ingrediente que como una fruta para comer
en solitario. Se usa para guisar, freir en rebanadas para un postre, o, cuando
está maduro, acompañar al arroz. Una variante de este plátano es uno que se
llama criollo, que es un plátano
pequeño, de 12 cm de largo, que es muy muy dulce.
Como los plátanos machos que me trajo estaban
verdes, los hice como tostones. Los tostones son una especialidad de Tabasco y
de América del sur, que se hace con el plátano verde frito, se machaca y se
vuelve a freir. Suena un poco laborioso, pero en realidad es muy fácil de
hacer.
Cuando era niña, mi mamá nos hacía los tostones
para desayunar, los cuales usábamos para acompañar los huevos revueltos y los
frijolitos. Siempre se lo pedíamos, pero el plátano verde es difícil de
conseguir, puesto que madura rapidísimo. Por eso aproveche que teníamos
plátanos verdes para hacer estos ricos y deliciosos tostones.
Tostones
4 plátanos macho verdes
1 litro de agua
2 cucharadas de sal
Aceite para freir
Corte los plátanos en rebanadas de 4
centímetros. Pele. Remoje en el agua con la sal.
Ponga el aceite para freir y cuando esté
caliente ponga el plátano cortado ya seco por tandas hasta que esté ligeramente
dorado. Escurra.
Ponga un plátano frito entre dos pliegos de
plástico y aplaste el plátano para hacer una tortilla de medio centímetro de
grueso. Vuelva a freir y cuando esté dorado retire y escurra. Sirva espolvoreado con sal.
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