Pero dicen que el higo no es un fruto sino una
infrutescencia o sea que es un conjunto de frutos. Existen más de 750 especies de higos
diferentes entre las que hay comestibles y no comestibles, afortunadamente el
de mi jardín sí es comestible.
Algunos piensan que el higo proviene de Asia occidental,
aunque posteriormente se distribuyó por todo el Mediterráneo. Se sabe que el hombre ya lo conocía y
recolectaba antes del 9000 a.C.
En España se realiza con el higo una bebida alcohólica compuesta
de aguardiente denominada “licor de higo”.
En gastronomía es muy versátil pues se utiliza tanto para platos salados
como para platos dulces. Con el fruto
seco se realiza el denominado “pan de higo”.
En la antigüedad se utilizaba el latex o leche de higo
para combatir las caries dentales y verrugas de la piel. También se empleó para cuajar la leche.
Agua la necesaria
1 cucharada de bicarbonato de sodio
½ kilo de higos
1 ½ tazas de azúcar
1 limón en rebanadas y sin semillas
4 cucharadas de jugo de limón
1 ½ tazas de agua
Remoje por 10 minutos los higos en agua con el
bicarbonato de sodio. Retire y escurra. Ponga
al fuego la taza y media del agua con el azúcar, el jugo de limón y las
rebanadas de limón. Cuando esté
hirviendo agregue los higos. De vez en cuando machaque los higos. Deje hervir y que espese. Cuando tenga el espesor deseado apague y
retire de la estufa. Sirva fría.
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