Según algunos escritos se dice que el hojaldre ya era
conocido por griegos y árabes, pero en lugar de hacer la masa con mantequilla,
la elaboraban con aceite. Y algunas hipótesis más habrá como que en tiempos del
Imperio Romano ya existían algunos tipos de hojaldrados que se introdujeron en
Europa a través de las especialidades orientales. También tenemos la leyenda que leímos el otro
día de Claude Gelée Le Lorrain y su triste historia que dice que es el inventor
de la pasta de hojaldre.
Sea como fuere el origen del hojaldre, hoy en día
disfrutamos de una gran variedad de productos elaborados con el hojaldre. La técnica del hojaldrado proporciona la separación
de las finas capas que han sido separadas mediante el engrasado durante el
amasado y los dobleces. El efecto del
calor del horno en la grasa hace que esta separe la masa. El resultado ya lo conocemos, una pasta
voluminosa y ligera, con una delicada textura crujiente y muy versátil en
cocina y pastelería.
Existen cuatro tipos de hojaldre, el hojaldre común que
utilizamos casi todos, que contiene la grasa en su interior, el hojaldre
invertido que tiene la materia grasa fuera y no sube como el primero, el
hojaldre rápido que se incorpora la materia grasa al empaste y el medio
hojaldre que es hecho con un porcentaje menor de grasa y también tiene menos
vueltas o dobleces. Cada uno de estos
hojaldres tienen una finalidad por eso su elaboración diferente.
La elaboración artesanal del hojaldre común no es fácil,
además necesita mucha dedicación, ya que en cada vuelta la pasta debe reposar
al menos ocho horas y al final deberán ser entre 3 y cuatro vueltas, y las
vueltas tienen un tipo especial, pues existe la media vuelta, la vuelta
sencilla y la vuelta doble.
Lo bueno de la modernidad es que podemos comprar la masa
de hojaldre ya preparada y que puede ser fresca o congelada. Lo que nunca debemos olvidar es que para que
la pasta de hojaldre tenga las mil hojas que dicen debemos cocinarla a
temperatura alta esto es entre 200° y 220°C.
Debemos recordar que los recortes al ser amasados nuevamente ya no crecen
igual pues destruimos su estructura.
Hojaldrado de tocino, higo y queso azul
200 gr de pasta de hojaldre
150 gr de queso azul
4 higos en cuarterones
4 rebanadas de tocino frito
Sal y pimienta al gusto
Aceite de oliva
1 yema de huevo para barnizar
4 cucharadas de crema espesa
Precaliente el horno a 200°C. Extienda la pasta de hojaldre y corte cuatro
cuadros y acomode en una charola para horno, con el sobrante de la pasta
hojaldrada haga unas tiras y ponga en la orilla del cuadrado para subir el
nivel y que no se salga la crema y el queso.
Revuelva la crema espesa con el queso azul y divida en los cuatro
cuadros de pasta de hojaldre. Acomode un
higo en cada cuadro y una rebanada de tocino.
Sazone con sal y pimienta.
Barnice las orillas con la yema.
Hornee por 15 – 20 minutos o hasta que esté dorado. Retire del horno y ponga unos hilos de aceite
de oliva en cada cuadro. Sirva con
ensalada y aderezo al gusto.
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