La leche de almendra es una bebida elaborada con
almendras molidas o con pasta de almendras y se puede utilizar en lugar de la
leche de origen animal en algunas recetas de cocina. A diferencia de la leche de origen animal, la
leche de almendras no contiene colesterol ni lactosa, aunque contiene muchas
menos proteínas.
Esta leche de almendras aparece en muchas recetas de
origen medieval como alimento empleado en los platos cuaresmales y también en
otras preparaciones no cuaresmales que en la actualidad se preparan con leche
de vaca.
Históricamente la leche de almendras se denominaba en la
Edad Media con la forma latinizada amygdalate. Era ampliamente consumida en los países
europeos desde la península ibérica hasta el este de Asia. En la Edad Media la leche de almendras era
conocida tanto en el mundo islámico como en el mundo cristiano. Algunos de los platos de la cocina
tradicional española como la ginestada o el potaje de farro empleaban la leche
de almendras tal y como puede verse en el recetario del cocinero Robert de Nola
Libre de Coch (escritor catalán cuyo recetario se imprimió en el siglo XVI en Barcelona)
El libro de cocina medieval denominado el Viandier
escrito por Guillaume Tirel (alias Taillevent) en los años 1375 hasta 1380
dedicado a los chefs de los reyes franceses Carlos V y Carlos VI, contiene una
receta para la leche de almendras. Antes
del influjo procedente de la zona interior de China y después de la Guerra
Civil China, la leche de almendras era una receta muy común en Taiwán, incluso
más que la leche de soya.
Algunas de las comidas que utilizan leche de almendras
está el manjar blanco tanto el dulce como el medieval que es con pechuga de
pollo; el mirrauste, la horchata de almendra y el ajoblanco.
Bisquets de leche de almendra
4 tazas de harina
1 cucharada de polvo para hornear
1 cucharada de azúcar
150 gr de manteca vegetal
1 ¾ tazas de leche de almendra
Precaliente el horno a 200°C y engrase ligeramente tres
charolas de horno.
En un tazón mezcle harina, polvo para hornear y azúcar y
agregue la manteca fría cortada en cubos.
Con un tenedor desbarate la manteca mezclándola con la harina. Agregue la leche de almendra e integre toda
la masa. Enharina ligeramente la mesa y
extienda la masa, con un cortador de galletas corte los bisquets y acomode en
la charola preparada. Barnice con la leche de almendras o con una yema de huevo
batida. Hornee por 15 – 20 minutos o
hasta que estén dorados. Sirva tibios o
fríos acompañados de mantequilla y mermelada.
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