La Biblia nos habla que el primer árbol del Edén fue el
de higo. En el libro del Génesis (3.7)
Adán y Eva se cubren la desnudez con hojas de higuera tras ser sorprendidos en
pecado.
En la Roma antigua Rómulo y Remo, míticos fundadores de
Roma fueron amamantados por una loba llamada Luperca bajo una higuera. Cayo
Plinio Cecilio Segundo (+29 d.C.)más conocido como Plinio el Viejo, (botánico
romano) manifiesta que el higo es el árbol sagrado.
En la cultura más antigua de la humanidad, la cultura
Mesopotámica denominaban a la higuera como el árbol del conocimiento, los Vedas
lo denominan como “flor de la mujer o flor del placer sexual”. La Abundancia y la Iniciación sexual son
símbolos relacionados con el higo, la savia blanca que aflora al ser cortada la
fruta lo relacionan con la leche materna y el esperma, por lo tanto es una
“fruta” femenina y masculina. Los
numerosos granos que contiene significan la unidad y universalidad del
conocimiento del hombre.
Cuentan que Siddartha Gautama más conocido como Buda,
cuando se encontraba a la sombre de una higuera tuvo una revelación que lo
encaminó a fundar el Budismo.
Ya alimentamos el cerebro ahora alimentemos el cuerpo con
este delicioso postre.
Higos con queso de cabra y miel
6 higos maduros bien firmes
250 gr de queso de cabra
5 cucharadas de crema espesa
80 gr de pistachos pelados
6 cucharadas de miel
Parta los higos a lo largo. Revuelva el queso de cabra y la crema hasta
que se integre. Ponga una cucharada del
queso sobre cada mitad de los higos. Acomode
los pistaches picados sobre el queso crema.
Acomode en un platón de horno y vierta la miel encima. Meta al horno a 200°C por 10 minutos. Sirva tibios.
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