Cuando los sacerdotes católicos construyen un Convento
siempre sembraban una higuera, eso es asimilado por los antiguos peruanos y en
muchos pueblos perdidos del Ande lo empezaron a llamar “El árbol de Dios”,
también le dieron la fama de que dicha higuera ahuyentaba a los malos espíritus
y atraía la fortuna. Pero los españoles
no solo trajeron dicho árbol, sino también a la mascota del diablo”, el macho
cabrío, que en el Perú lo llaman “Chivo”, su carne no es muy apreciada por
diferentes motivos, y en especial porque se le asocia a los personajes del
infierno. Pero el hambre aprieta y es menester consumirlo, entonces hay que
acompañarlo con los frutos del “árbol de Dios”, es decir los higos y es así
como nace una receta propia de los peruanos, esta preparación ya casi está en
desuso y su nombre es “La carne del Diablo”, sus ingredientes y preparación es:
carne de chivo previamente serenado es decir, exponerlo a la luz de la luna por
una noche y luego muy de mañana adobarla con chicha de Jora macerada, ají
amarillo, sal, pimienta, ajos y comino.
En una sartén con aceite caliente sellar la carne y luego agregar
cebolla finamente cortada, cuando la cebolla se sofría se le agrega el marinado
agregando una ración mas de chicha de Jora.
Cuando la carne este cocida, agregar los 6 higos cortados
horizontalmente y dejarlo en fuego lento por espacio de 10 minutos. Rectificar la sazón. Se sirve acompañado de arroz blanco. La receta que mostraremos a continuación NO es la carne del Diablo, sino los higos cristalizados.
Higos cristalizados
2 litros de agua
2 cucharadas de bicarbonato
30 higos
1 ½ tazas de azúcar
2 tazas de agua extras
En un tazón grande ponga los dos litros de agua y el
bicarbonato, agregue los higos y deje remojando por 10 minutos. Escurra.
En una olla mezcle el azúcar y el agua extra y deje hervir, incorpore la
fruta y deje que hierva por 20 minutos. Saque los higos del fuego y deje
escurrir. Haga esta operación de remojar
los higos en el jarabe y dejar hervir por 30 minutos por 6 días más. Al final
ponga los higos a secar al sol y cubra con azúcar. Guarde en cajas herméticas.
Esta receta se puede hacer también con duraznos o
chabacanos.
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