sábado, 16 de agosto de 2014

Una flor de la canela

Yo, en realidad, no se nada de música (me gusta escucharla). Luego ni reconozco la música que escucho. Pero hay una que si conozco muy bien; una canción que me gusta mucho que se llama “la flor de la canela”, un muy conocido vals peruano.
Esta canción fue escrita por Chabuca Granda  hacia el año 1950, quien era una folclorista y cantautora.
Su nombre verdarero era Maria Isabel Granda y Larco y nació en Perú el 3 de septiembre de 1920 y murió en Miami el 8 de marzo de 1983.
Otras de las canciones de Chabuca Granda son la de José Antonio, El puente de los suspiros y Fina estampa.
La “Flor de la canela” fue grabada por primera vez en el invierno de 1953. Esta canción ha sido cantada por grandes cantantes y también ha sido traducida a diferentes idiomas.
Aunque se desconoce el origen del nombre La Flor de la Canela, este vals habla de Doña Victoria Angulo Castillo.
Chabuca Granda tenía 29 años de edad cuando le dedicó esta canción a Victoria Angulo Castillo de Loyola en su cumpleaños número 59 la cual era una mulata nacida en Barranco el 21 de julio de 1891, donde pasó su niñez para luego mudarse a Rímac, donde se casó, y que fue donde vivía cuando Chabuca la conoció.
En la casa de Victoria Angulo solían armarse unas jaranas memorables que reunían a las grandes Glorias del criollismo de aquella época. Chabuca Granda fue llevada a la casa de Victoria Angula por María Isabel Sánchez Concha de Pinilla, una barranquina muy vinculada con los artistas.
La casa de Victoria Angulo quedaba en un corralón frente al “Puente de Palo” que ya no existe. Este es el puente al que se refiere Chabuca en “La Flor de la Canela”.
Victoria Angulo solía visitar a Chabuca cuando trabajaba en la Antigua Botica Francesa y le comentaba el trayecto que tenía que recorrer a pie, a través del Puente de Palo, para regresar a casa.
Victoria Angulo falleció el 18 de diciembre de 1981 pero “La Flor de la Canela” nos hará recordar a ella y a Chabuca Granda por toda la eternidad.
Una historia hermosa que nos muestra que la canela no solo inspira a hacer platos o postres deliciosos.

La flor de canela

1 ¼ taza de leche tibia
2 cucharadas de aceite
1 cucharada de azúcar
1 cucharadita de sal
500 gr de harina
2 cucharaditas de levadura seca
Relleno:
Mantequilla
Azúcar
Canela
Cobertura:
1 huevo para barnizar
¼ taza de miel de abeja
2 cucharadas de agua

En el tazón de la batidora ponga leche, aceite, azúcar, sal, harina y levadura, mezcle hasta que se forme una bola y si necesita más líquido ponga por cucharadas agua tibia.  Amase y deje reposar en un lugar caliente por 1 hora o hasta que doble su volumen.
Divida la masa en dos y extienda en círculo cada una.  Ponga un disco sobre una charola engrasada y con papel de horno también engrasado, barnice con mantequilla, esparza azúcar y canela y cubra con el segundo disco. Barnice con el huevo. 
Ponga un molde redondo en el centro sin apretar y corte en tiras lo que sobresalga del molde, enrolle cada rayo.  Deje reposar por 30 minutos.  Hornee a 180°C en horno precalentado por 12 minutos o hasta que casi esté cocido, retire del horno y barnice con la miel de abeja revuelta con el agua, suba la temperatura a 200°C y vuelva a meter al horno.  Deje que dore, entre 3 y 5 minutos y retire del horno.  Cuando salga del horno, vuelva a barnizar con miel.
Deje que se enfríe y sirva.


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