El bicarbonato de sodio es un compuesto sólido cristalino de color
blanco soluble en agua, con un ligero sabor alcalino, parecido al carbonato de
sodio aunque menos fuerte y más salado. Se puede encontrar como mineral en la naturaleza o se puede producir
artificialmente. Debido a la capacidad
del bicarbonato de sodio de liberar dióxido de carbono se usa junto con
compuetos acídicos como aditivo leudante en panadería y en la producción de
refrescos gaseosos, como antiguamente lo usaba Coca Cola. Es también el componente fundamental de los
polvos para extintores de incendios.
El bicarbonato de sodio se utiliza principalmente en la
repostería, donde reacciona con otros componentes para liberar CO2, que ayuda a
la masa a elevarse, dando sabor y volumen. Los compuestos ácidos que inducen
esta reacción incluyen el crémor tártaro, jugo de limón, yogur o vinagre.
El bicarbonato de sodio tiene infinidad de usos más de
los que ya hemos platicado. También se
usa en la limpieza doméstica como abrasivo y desodorante. Frotando con un paño y bicarbonato se limpia
también la plata.
Se puede usar como sustituto de champú, como desodorante para el mal olor de los pies (por ejemplo, en China se utiliza para lavarse los pies) y en un bote con respiración para el refrigerador. Se usa además como blanqueador
dental ya que pule la superficie del esmalte.
Galletas de soda
2 tazas de harina
½ taza de azúcar
50 gr de mantequilla
1 huevo
¾ cucharadita de bicarbonato de sodio
2 cucharaditas de agua
Precaliente el horno a 180°C y engrase ligeramente
algunas charolas de horno.
Bata la mantequilla con el azúcar, agregue el huevo y el
harina y al final disuelva el bicarbonato en el agua y agregue al batido.
Amase y palotee hasta que quede bien delgada corte en
cuadros o círculos. Pique con un tenedor y hornee de 12 – 15 minutos, o hasta
que estén ligeramente doradas.
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