Digo que de preferencia de las que hago yo porque esas
las disfruta plenamente, pero no es él el único que las come con tanto
gusto. Mis hijos y mi nieto también las
saborean al máximo. Y cuando son galletas compradas se las comen porque no hay
otra cosa pero no les gusta tanto.
En esta ocasión hice unas galletas de calabaza de Castilla pues tenía en el congelador unos paquetes de puré de calabaza que me habían
sobrado de la época de muertos o Halloween que me regalaron una calabaza como
de 20 kilos que tuve que cocer y empaquetar.
Como están congelados se conservan bastante bien pues los empaco
con bastante esmero y procuro que todo
esté bien sanitizado.
La calabaza de Castilla es un baya de cáscara dura. Todas
estas calabazas son de tamaño grande, parece ser que la que me regalaron fue de
las más pequeñas.
Galletas de calabaza
2 tazas de puré de calabaza simple
2 tazas de harina
1 cucharadita de polvo para hornear
1 cucharadita de sal
1/3 taza de azúcar
40 gr de mantequilla suavizada
1 huevo
Precaliente el horno a 200°C y prepare charolas para horno
engrasándolas ligeramente.
Bata la mantequilla con el azúcar hasta que acreme,
agregue el huevo y el puré de calabaza, integre bien todos los
ingredientes. Añada el harina con la sal
y el polvo para hornear y revuelva con una cuchara de madera hasta que no quede
rastro de la harina. Ponga cucharadas de
la masa en las charolas preparadas y hornee por 10 – 15 minutos o hasta que las
orillas estén ligeramente doradas y estén completamente cocidas. Sirva tibias o a temperatura ambiente.
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