viernes, 11 de julio de 2014

Un bocado de delicioso polvo.

 El polvorón es una torta o galleta por lo general pequeña, de harina, manteca y azúcar que se cuece a alta temperatura y que se deshace en polvo al comerla. Tiene ese nombre puesto que al añadir la harina, parece que hay polvo encima del dulce.
En estos tiempos se ha convertido en una especialidad de repostería navideña de España y de algunos lugares de habla hispana.
La historia del polvorón en España data del siglo XVI. El consumo de este producto se debe a que en esa época hubo un exceso de producción en la cosecha. Concretamente el hecho tuvo lugar en Andalucía, algunos dicen que en Antequera y otros que en Estepa a raíz del excedente de trigo y manteca de cerdo.
Generalmente el  polvorón viene envuelto en papel. El polvorón siempre es redondo.
Al contrario de la dulcería navideña, de claro origen árabe como es el mazapán, los pestiños, mantecados y turrones de Alicante y de Jijona, el polvorón ha sido desde su nacimiento español, ya que la manteca de cerdo está prohibida para los feligreses musulmanes.

Los mejores polvorones de España son los que se preparan por las manos de las monjas agustinas, del Convento de Santa María de Gracia, de Jerez de la Frontera.
Aquí en México el polvorón es elaborado en todas las panaderías de las grandes ciudades y de la provincia. Se elaboran polvorones rosas, de chocolate y de vainilla. Aunque también encontramos de otros sabores como de naranja, limón, almendras, nueces, o de casi cualquier sabor que se nos ocurra, pero hice una pequeña diferencia. Los polvorones son hechos con manteca de puerco pero yo utilicé manteca vegetal (la cual pienso que no es tan mala para la salud como la de cerdo).

Polvorones rosas

150 gr de manteca vegetal a temperatura ambiente


100 gr de azúcar glas
2 cucharaditas de polvo para hornear
1 cucharadita de bicarbonato
300 gr de harina
1 cucharadita de vainilla
Color vegetal rosa al gusto
Harina la necesaria para extender la masa
1 taza de azúcar glas para espolvorear

Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine ligeramente las charolas. Acreme la  manteca con el azúcar a punto de pomada, agregue el color y la vainilla.  Añada la harina cernida con el bicarbonato y el polvo para hornear en forma envolvente y mezcle hasta obtener una pasta homogénea y algo pegajosa.
Espolvoree la mesa con harina y extienda la pasta hasta que tenga 1 cm de grueso, y corte con cortadores de galletas redondos de 7 cm aproximadamente o del tamaño que dese.  Procure poner suficiente harina para que no se pegue.  Acomode los polvorones cortados en las charolas preparadas y hornee por 25 – 30 minutos.  A la mitad del tiempo gire las charolas para que se cuezan de forma pareja. Cuando ya están listos es cuando las orillas toman un ligero color dorado.
Cuando estén cocidos retire del horno y deje enfriar.  Espolvoree con el azúcar glas.


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