miércoles, 9 de julio de 2014

Seamos románticos



Cuando los labios se unen se funden dos corazones y dos almas. Es el beso, al que infinidad de inspirados artistas le han dedicado poesías, canciones, pinturas, esculturas todo tipo de arte y hasta en lugares coloniales como en un callejón en Guanajuato donde dos balcones se unen, y se dice que los dueños de esos lugares se besaban, por eso se llama el callejón del beso.

El contacto labial propicia la estimulación nerviosa y la respuesta cerebral a la liberación de oxitocina, dopamina y adrenalina en el torrente sanguíneo, lo que genera una gran cantidad de efectos físicos.
La liberación de la oxitocina (hormona que se relaciona con l amor materno, las contracciones uterinas, el parto y la atracción sexual) en el torrente sanguíneo origina distintas respuestas físicas, como la sudoración nerviosa y las respuestas sexuales. 
La dopamina produce la sensación de bienestar.  La adrenalina produce una serie de cambios físicos: cambios en la presión arterial, el nivel de glucosa y el ritmo cardiaco, además de la sensación de alerta y el tono rojizo en la zona cigomática.
Otros beneficios del beso incluyen el aumento de los niveles de autoestima, la tonificación de los músculos faciales.

El beso, en su significado cultural general, representa una expresión emocional que refleja sentimientos de amor o afecto hacia otra persona.  El beso suele tener implicaciones sexuales, románticas, eróticas o afectivas que permiten la conexión entre la persona y el objeto de placer.  El beso es un simbolismo social que se utiliza como una expresión de los sentimientos de amor, aprecio, afecto o respeto.

El beso es la expresión del amor: de los padres a los hijos, de los hijos a los padres, de los hermanos, de los familiares, de los esposos, de los novios, claro que hay de besos a besos y yo hoy a ustedes les voy a dar unos besos tremendos…

… de pan

¡¡¡Disfruten!!!!

Besos
150 gr de mantequilla
150 gr de margarina
375 gr de azúcar
8 huevos
2 cucharadas de vainilla
4 cucharaditas de polvo para hornear
300 ml de agua
Para decorar:
1 taza de mermelada de fresa
1 taza de azúcar
1 taza de mantequilla derretida

Horno precalentado a 200°C y charolas engrasadas y enharinadas. Acreme la mantequilla con la margarina y el azúcar a punto de pomada.  Aparte mezcle los huevos con la vainilla y añada poco a poco a la mantequilla.  Cierna el polvo de hornear con la harina y agregue al batido alternando con el agua.  Mezcle hasta obtener una pasta homogénea.
Vierta la masa en una manga sin duya, o con dos cucharadas ponga porciones de la masa como si fueran medias naranjas.  Hornee por 20 minutos o hasta que tengan color. 

Barnice los panes con la mantequilla y revuelque en el azúcar, unte con la mermelada y únalos.






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