Dentro de las creencias del pueblo se decía que quienes
presenciaban la ingestión de las semillas del tomate eran bendecidos con
poderes adivinatorios.
Cuando llegó a
Europa en 1540 creció con mucha facilidad por el clima mediterráneo. Hay referencia de que en Italia los primeros
tomates que se cultivaron eran de color amarillo, y en 1554 fueron descritos
por el botánico italiano Piero Andrea Mattioli como “pomo d’oro”. En Nápoles se descubrió un libro de cocina
con recetas a base de tomate que fue publicado en 1692, y ahora como entonces,
aparentemente el autor tuvo como fuentes recetas españolas. En Francia, en el S. XVIII fueron conocidos como “pomme d’amour”
(manzana del amor); hoy los tomates de color rojo están más extendidos.
En Gran Bretaña el tomate se comenzó a cultivar hasta
1590. Uno de los primeros cultivadores
fue John Gerard, un peluquero- cirujano. El libro titulado “Hierbas de Gerard”
fue publicado en 1597, y fue en gran medida plagiado de fuentes continentales,
pero es también uno de las referencias más antiguas del tomate en Inglaterra.
Gerard supo que el tomate se consumió tanto en España
como en Italia, sin embargo él afirmaba que era tóxico. Los puntos de vista de Gerard eran influyente
y el tomate se consideró no apto para ser consumido durante muchos años en Gran
Bretaña y sus colonias norteamericanas. Sin
embargo, en el siglo XVIII el tomate se consumió extensamente en Gran Bretaña y
antes de que terminara ese siglo la Enciclopedia Britannica indicó que el
tomate era “de uso diario” en sopas, caldos y aderezos.
El tomate más pesado fue uno de 3.51 kilos del tipo “delicious”,
granja de Gordon Graham, en Edmond, Oklahoma en 1986.
La planta de tomate mas grande fue una del tipo “Sungold”
y creció 19,8 m de largo, crecida en Un triculture Ltd, (UK) Mawdesley,
Lancashire, Reino Unido en 2000.
1 ½ tazas de
jitomate picado
1 cucharadita de
ajo picado muy fino
2 cucharaditas de
cebolla picada
2 cucharaditas de
vinagre de vino
½ cucharadita de
salsa inglesa
½ cucharadita de
salsa de soya
¼ cucharadita de
pimienta negra recién molida
1 cucharadita de
orégano seco
Sal al gusto
½ taza de queso
parmesano rallado
300 gr de pasta de
hojaldre
Para barnizar
1 yema
Para decorar
Aguacate al gusto
Cebolla de cambray rebanada
Hojas de orégano
Precaliente el
horno a 200°C por 15 minutos. Extienda la pasta de hojaldre y corte círculos
del tamaño deseado, coloque en charolas sin engrasar y refrigere.
Mezcle el jitomate
picado, el ajo, la cebolla, el orégano, el vinagre de vino, la salsa inglesa,
la salsa de soya, la pimienta negra y sal al gusto.
Retire los círculos
de masa del refrigerador y barnice con la yema de huevo las orillas. Ponga en el centro dos cucharaditas de la
mezcla de jitomate, sin líquido. Rocíe
el queso parmesano por encima y hornee por15 – 20 minutos o hasta que las
orillas de la tartaleta estén doradas.
Decore con el
aguacate, la cebolla y las hojas de orégano.
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