martes, 22 de julio de 2014

Juntos y de la mano.

El hombre domesticó los cereales entre el 10000 y el 6000 a. C en la zona de Mesopotamia. Es, por tanto, bastante probable que tanto el pan como la cerveza fuesen descubiertas al mismo tiempo. Solo es una cuestión de proporciones si se ponía más harina que agua y se dejaba fermentar, se obtenía pan, si se invertía la proporción poniendo más agua que harina y se dejaba fermentar, se conseguía cerveza.

Los rastros más antiguos que atestiguan la existencia de panificación y de cervecería aparecen en Mesopotamia, pero sería ocioso buscar una filiación con procedimientos idénticos descubiertos en el resto de Europa. Dadas las circunstancias climáticas que se estaban dando tras la recesión de la última glaciación conocida en la parte de la cuenca Mediterránea así como en la desembocadura del Éufrates, el Delta del Nilo, etc., tendemos a creer que la cerveza se descubrió o inventó en muchos lugares del Mediterráneo y de Europa de forma bastante simultánea.

En esa época, era preciso concebir la cerveza como un alimento que ofrecía dos ventajas básicas. En primer lugar, permitía un uso más comedido de un ingrediente no muy fácil de cultivar al principio.  En efecto, era más fácil hacer mucha cerveza con un poco de grano que mucho pan con la misma cantidad de grano. De hecho, muchas cervezas se hicieron remojando panes fermentados, cocidos en agua y dejando fermentar la mezcla.  La cerveza se chupaba con cañas para evitar encontrase con grumos de pan. En segundo lugar, la fermentación producía alcohol y desinfectaba el agua ofreciendo así una bebida limpia de contaminación bacteriana.  No en vano, en sitios como la República Checa o Baviera, se llama a la cerveza hasta hoy “pan líquido”




Pan de ajo y cerveza


2 tazas de harina
1 taza de harina integral
4 dientes de ajo picado fino
3 cucharadas de azúcar
1 cucharada de polvo para hornear
1 cucharadita de sal
1 cucharadita de orégano seco
1 ¼ tazas de cerveza
2 cucharadas de aceite de oliva

Precaliente el horno a 175°C y engrase un molde para panque.  En un tazón mezcle las harinas, la sal, el azúcar, el polvo para hornear, el orégano y el ajo.  Añada la cerveza y mezcle todos los ingredientes hasta que estén bien integrados.  Vierta en el molde preparado y deje cocinar en el horno por 40 -45 minutos o hasta que al insertar un palillo esté salga limpio.  Deje enfriar en el molde y sirva en rebanadas.





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