Vemos que los tamales tienen historia pues son descritos
en México por Fray Bernardino de Sahagún en su Historia general de las cosas de Nueva España a principios del
siglo XVI.
Comían también tamales de muchas maneras; unos de
ellos son blancos y a manera de pella, hechos no del todo redondos ni bien
cuadrados… otros tamales comían que son colorados…
Fray Bernardino de Sahagún y otros autores hacen referencia
al tamal no solo como comida de la gente común, sino de los nobles, de los
sacerdotes y en ceremonias especiales de ayuno.
La evidencia arqueológica
muestra al tamal como parte de la vida cotidiana de algunas culturas de México
en la época prehispánica, además de usarse en rituales religiosos, en ofrendas
y tumbas. En el caso de los mayas, no
hay esculturas y pinturas de los períodos mayas clásico y postclásico temprano.
Sí, realmente tienen los
tamales una historia muy larga, pero al prepararlos vemos que es muy corto el
tiempo, empecemos con estos tamales de cajeta.
Tamal de Cajeta
6 tazas de agua
4 – 5 piezas de anís estrella
4 ½ tazas de harina para
tamales
400 gr de manteca
1 taza de azúcar
1 taza de nuez picada
1 cucharada de polvo para
hornear
1 taza de cajeta
Hojas para tamal
Remoje las hojas para tamal
en agua tibia. Ponga a hervir el agua
con las piezas de anís estrella para hacer un té y deje que se enfríe.
Cuando el té de anís esté frío
haga una masa con la harina para tamales. Bata la manteca en la batidora y
agregue el azúcar y deje que se disuelva bien.
Agregue la masa y el polvo para hornear.
Añada la cajeta y la nuez.
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