La papa ha estado en la comida de todos los pueblos de la
tierra y pensar que se debió a la casa y domesticación de auquénidos, que son
el guanaco, la llama, la alpaca y la vicuña, fuel el paso previo para la
domesticación de la papa, debido a que el estiércol de estos animales que se
acumulaba en los corrales en los que eran encerrados.
Las primeras generaciones de cazadores y domesticadores
de estos animales, debieron observar con asombro el crecimiento exuberante de
las diferentes plantas silvestres durante el único periodo anual de lluvias, de
diciembre a marzo, en particular cerca de los montones de estiércol
descompuesto.
Bajo esas condiciones es probable que la especie
silvestre de papa Solanum brevicaule,
tolerante a heladas y de abundante follaje en plena floración, no pasara
inadvertida.
Este follaje se seca rápidamente y las papas quedaron en
reposo en el suelo y estimulados por las primeras lluvias estivales emergieron
del suelo, cuando no hay ninguna otra vegetación en la superficie, por lo cual
fueron fáciles de distinguir y cosechar.
Estos tubérculos reciben el nombre de “q’ipa papa” en aimara y pueden ser
utilizados para semilla o consumo.
Posiblemente así se inició la selección de una papa de
mayor tamaño y mejor calidad, como los de la primera papa cultivada Solanum stenotomum.
Parece imposible de creer. pero la naturaleza es
maravillosa al darnos un tubérculo que ha alimentado a todo el mundo.
Pero bueno, basta de charla, que les parece que hagamos
una receta rica y facilita de un rollo de papa con espinacas.
4 papas grandes
1 manojo de espinacas
2 huevos duros
100 gr de queso crema suavizado
½ taza de crema
50 gr de mantequilla
1 manojo de perejil
Sal y pimienta
Ponga las papas en una olla en agua con sal y deje
cocer. Ya cocidas pele y forme un puré,
agregue la mantequilla, el perejil finamente picado y reserve.
Pique los huevos duros. Pique la espinaca. En un tazón
revuelva los huevos duros, la espinaca picada, la crema y el queso crema y
revuelva. Sazone con sal y
pimienta.