La historia de la vainilla está asociada a la del chocolate. Su origen es mexicano. Los
aztecas y antes los mayas enriquecían con vainilla una
bebida espesa hecha a base de cacao.
Esta bebida estaba destinada a los nobles y a los guerreros, y era
conocida con el nombre de xocoatl.
Sin embargo, ni el cacao ni la vainilla los cultivaban
ellos mismos debido a que el clima
no era el adecuado.
Estos pequeños lujos se conseguían a través del comercio con regiones
vecinas. Además, sus conocimientos
botánicos sobre la planta que producía la vainilla eran limitados, porque la
designaron como ixtlilxochitl, que significa “flor negra”.
Son los totonacas, quienes ocupaban las regiones costeras del
golfo de México alrededor de las
actuales ciudades de Veracruz y Papantla, quienes
producían la vainilla y se la proporcionaban al imperio azteca.
Su capacidad productora y exportadora continuó hasta
mediados del siglo XIX
momento en el que los cultivadores franceses en México
aprendieron la forma de inseminar artificialmente las flores, a partir de los
conocimientos del pueblo totonaca.
Algunos expertos culinarios como Marilyn Tausend
consideran a la vainilla totonaca como la de mejor calidad en todo el mundo, especialmente
“extracto puro de vainilla” de Papantla en el estado de Veracruz. Y a menudo se comercializa en tiendas de
alimentación especializadas con la etiqueta “Vainilla mexicana”.
Esta receta de helado de vainilla se puede tomar como base de los helados de crema que queramos hacer, solo le cambiaríamos la vainilla por el sabor que quisiéramos hacer.
Esta receta de helado de vainilla se puede tomar como base de los helados de crema que queramos hacer, solo le cambiaríamos la vainilla por el sabor que quisiéramos hacer.
Helado de vainilla
1 litro de leche
6 yemas de huevo
30 gr de maizena
½ taza de agua
300 gr de azúcar
30 gr de mantequilla
1 vaina de vainilla o 2 cucharadas vainilla
Ponga a calentar la leche. Retire del fuego.
Si usa la vaina de vainilla abra a lo largo y agregue a
la leche. Mezcle el azúcar y la maizena. Bata las yemas a que empiecen a
espumar. Regrese la leche al fuego y
agregue el azúcar con la maizena disuelta en la media taza de agua. Mueva para
que no se hagan grumos. Cuando empieza a
espesar agregue las yemas y siga moviendo para que no se hagan huevos
revueltos. Antes de que vuelva a hervir
retire del fuego para que no se corte, y retire la vaina. Fuera del fuego añada la mantequilla y las
cucharadas de vainilla si no uso la vaina.
Ya frío ponga en la máquina de helados para que se
bata. Congele. Sirva.
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