lunes, 18 de junio de 2018

Cacahuates caramelizados










¿Sabes quién es Arachis hypogaea? ¿No? ¿Quieres que te lo diga?.

No es nada más ni nada menos que el cacahuate.

El cacahuete, andrei o maní, son algunos de los nombres que tiene, aunque yo prefiero el nombre básico de "cacahuate."  Es una legumbre de la familia de las  Fabaceae cuyos frutos se consideran frutos secos que contienen semillas que son muy apreciadas en la gastronomía.

Nació hace unos 9400 años en la actual región sub-andina del sur de Bolivia, y fue el cruce de dos especies silvestres.  Las semillas fueron recolectadas por los antiguos pobladores de estas regiones y llevados por la Cordillera de los Andes.

Tom Dillehay, arqueólogo estadounidense descubrió los restos de los cacahuates más antiguos, de hace 7840 años, en Paiján y en el valle de Ñanchoc, actualmente Cajamarca en Perú, en la parte alta del río Zaña, que resultó ser el lugar de cultivo más antiguo del continente.

En quechua se llama inchik y fue consumido y representado desde las culturas y ciudades más antiguas de América.  Se utilizaban en la gastronomía, la lagua o leche de inchik y el inchicapi que eran la chicha fresca y la sopa, respectivamente.  El inchik está presente cincelado en las estatuas de deidades en los templos de la civilización chavín, 1200 años a.c. en el centro-oeste de Perú.

Se introdujo a Mesoamérica desde el sigo I a.c. según el registro de Tehuacán, en el estado de Puebla, en donde se le llamó en náhuatl tlacáhuatl o “cacao de la tierra” y se volvió parte de los ingredientes para preparar mulli o mole, para ofrecer a los grandes dioses mesoamericanos.  En las islas del Caribe, esta semilla se conoce como maní, en lengua taíno.

La forma de la cáscara de la semilla fue utilizada por los mochicas (en Perú) en representaciones antropomorfas de varias clases, en joyas de oro, plata y cobre, como por ejemplo los collares de oro del Señor de Sipán en el siglo III.

Mil años después, los incas usaron el aceite extraído del inchik mezclado con el aceite de una especie de árbolde ungüente, utilizando el resultado para la protección de la piel.

Los conquistadores españoles conocieron el consumo de esta semilla al llegar al continente americano en un mercado de Tenochtitlán en el siglo XVI.  El comercio de las potencias europeas de la Edad Moderna introdujo la semilla en otros continentes.

George Washington Carver, botánico afroestadounidense los propuso como cultivo alternativo al algodón por los años de 1850. En la actualidad su cultivo se ha extendido por regiones de Asia, África y Oceanía.

Después de tanto conocimiento, se antojan unos cacahuates caramelizados, que es lo que nos atañe en esta entrada.

















Cacahuates caramelizados

½ kilo de cacahuates naturales con cáscara roja
1 taza de azúcar
¼ taza de agua
1 cucharadita de aceite vegetal

En una cazuela o sartén ponga el azúcar, el agua y los cacahuates, ponga al fuego y deje que se vaya caramelizando, mueva para que no se pegue ni se queme.  Cuando el azúcar se haya derretido y se vea como caramelo vierta en una charola engrasada con la cucharadita de aceite.  Deje enfriar.




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