Una breve plática sobre el ingrediente que utilizaré el
día de hoy que es la coliflor. Es un
vegetal muy oloroso durante su cocimiento y tiene un sabor algo fuerte, por lo
que a muchas personas no les agrada, también porque no le han dado la
oportunidad de saborearla.
Podemos tener todo el año la coliflor, pero su mejor
momento es entre los meses de septiembre y enero, por supuesto hablo del
hemisferio norte. Contiene muchos
elementos fitoquimicos, algunos de los cuales, como los compuestos azufrados,
desprenden un olor muy peculiar durante la cocción.
La coliflor está emparentada con el brócoli y hasta se
parecen en algo. La coliflor tiene una
cabeza blanca, si está con manchas o partes blandas significa que está vieja, y
se le denomina masa o pella, que es la parte que se utiliza para su consumo,
está rodeada de hojas gruesas y verdes que se tiran, aunque en algunos países
también se las comen.
La coliflor más común es la blanca aunque también puede
tener otros colores, según la variedad que se cultive y pueden ser verdes y
violetas.
A los que les gusta la coliflor, encuentran su sabor ligeramente
suave y dulzón. El aporte calórico que
tiene es muy bajo pues su componente principal es agua, y también contiene gran
cantidad de fibra dietética, vitamina B6, ácido fólico, vitamina B5 y algunas pequeñas
cantidades de vitaminas del grupo B y minerales como potasio y fósforo.
Debido al alto contenido de agua y potasio y bajo
contenido de sodio, tiene propiedades diuréticas.
Como ven es una verdura muy buena para nuestro organismo,
además también es deliciosa, bueno, para los que sí nos gusta comer coliflor.
En esta ocasión la preparé en forma de galleta para
acompañar una sopa y resultó un éxito. No
es difícil la receta, anímense.
Galletas de coliflor
250 gr coliflor
1 huevo
¼ taza cebolla picada
1/3 taza queso manchego rallado
1 taza pan molido sazonado
2 cucharadas perejil
½ cucharadita sal
½ cucharadita pimienta
Precaliente el horno a 200°C y prepare unas charolas
engrasando y enharinando ligeramente.
En una olla con agua caliente ponga a hervir la coliflor
por unos minutos. Escurra bien. Procese
o pique la coliflor y añada el huevo, la cebolla, el queso, el pan molido y el
perejil y sazone con sal y pimienta.
Vierta cucharadas de la mezcla en las charolas engrasadas
y hornee de 20 a 22 minutos o hasta que estén cocidas y las orillas ligeramente
doradas.
Sirva tibias, con salsa o acompañando una sopa.
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