miércoles, 1 de mayo de 2019

Nieve de piña























Nieve de piña

Aquí en la Ciudad de México, la temperatura es bastante alta, ya sé, es primavera, pero parece ser verano pues el clima está bastante cálido.  No quiero ni pensar como estará cuando sea verano.

Claro que hay lugares en las que el calor es bastante fuerte, me vienen a la mente lugares como Villahermosa, Veracruz, Huejutla, Manzanillo, y otros lugares que también tienen lo suyo.

Pero para combatir el calor, deberemos preparar nieves, helados, paletas de hielo y todo lo que sea fresco para los postres.  Aprovechemos las frutas que tenemos en esta temporada y hagamos nieve.

Aquí en México se llama nieve a un tipo de helado cuyo contenido son los jugos de las frutas y tienen como base el agua.  Existen unas muy populares que son limón, guanábana, mamey, coco, mango, fresa y en esta ocasión piña.

Hay lugares en la que la producción de nieve de un sabor único es el atractivo culinario como por ejemplo está la Ciudad de Oaxaca con su nieve de leche quemada y mezcal, en Tepoztlán se prepara la nieve de chicle y con sabores de flores como rosa, o café.  Y en Pátzcuaro se prepara una muy peculiar que se llama nieve de pasta que es de consistencia muy cremosa.

El consumo de la nieve se da desde la antigüedad.  Los chinos mezclaban la nieve de las montñas con fruta y miel y los califas de Bagdad con jugo de frutas y le dieron el nombre de “Sharbets” que significa “Bebida”. Como ven de ahí proviene el nombre de sorbete

Se dice por ahí que Marco Polo, en 1295, introdujo a Italia la recetas de helados que conoció en sus viajes.

También en la época prehispánica  se sabe que el rey Moctezuma consumía nieve traída del volcán Popocatépetl, endulzada con miel de abejas o de avispas y de aguamiel.

Después de esta breve charla, disfrutemos una copita de esta deliciosa nieve de piña, que a decir verdad, está riquísima.




1 piña mediana
1 ¾ taza de azúcar
2 ½ tazas de agua
2 claras

Para preparar el almíbar ponga en una olla pequeña el azúcar y la mitad del agua y deje que hierva un poco para que se vuelva jarabe. Deje enfriar.
Pele y pique la piña y muela en la licuadora.  Revuelva con el jarabe ya frío.
Ponga en un recipiente hermético y guarde en el congelador por 3 horas aproximadamente.
Cuando la mezcla esté firme, bata las claras a punto de turrón e incorpore la mezcla de piña.  Bata y vuelva a poner en el molde hermético.  Deje que se endurezca por una o dos horas.  Sirva.







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