La gelatina es un postre que a todos les gusta. A chicos y
grandes se les ilumina la cara, al menos en mi casa, cuando del refrigerador
saco una gelatina para el postre de ese día.
Así sencilla, sin nada, como sale de la cajita. A la que solo se le agrega agua caliente o
agua fría, según sea el caso. Uno de los postres más fáciles del mundo.
Mis hijos siempre me dicen que no solo voy a hacer una
gelatina así de fácil. Tengo que
complicar un poco la receta para que esté contenta con lo que estoy
haciendo. Bueno, a veces es cierto. Tan fácil no se vale.
En esta ocasión preparé una gelatina de cajita, pero le
agregué algunas otras cosas y resultó unos deliciosos malvaviscos sin clara de
huevo.
Los malvaviscos se preparan con azúcar o jarabe de maíz,
clara de huevo batida y gelatina previamente reconstituída. Todo se bate y da una
consistencia esponjosa.
Pero esta receta no lleva clara de huevo y quedó muy
rica, bueno eso dicen mis nietos, pues en un par de horas se terminaron las
nubes que preparé.
La podemos preparar con el sabor que queramos y las nubes
se verán fantásticas.
Son muy fáciles de hacer, entonces, pongamos manos a la
obra…
Nubes de gelatina
1 sobre de grenetina
1 sobre grande de gelatina del sabor deseado
250 ml de agua
¼ taza de agua
1 taza de azúcar
Azúcar glas la necesaria
En una ollita ponga el agua y el azúcar y deje que se
haga un almíbar ligero.
En el ¼ de taza de agua vierta la grenetina y deje que se
hidrate.
Cuando el almíbar ligero esté listo, añada la gelatina
del sabor deseado y la grenetina hidratada, mueva para que se disuelva,
alrededor de 3 – 5 minutos.
Prepare un molde cuadrado o rectangular con una hoja de
papel para hornear, ligeramente engrasado.
Bata la gelatina con la batidora de mano por uno o dos
minutos, hasta que se infle. Vierta en
el molde preparado y deje reposar por una noche.
Al día siguiente corte las nubes en cubos, con una tijera
y revuelque en el azúcar glas.
Sirva en una brocheta para que parezca nube.
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