Cada dos o tres semanas nos
reunimos las primas para platicar, cenar y jugar cartas. La anfitriona siempre se luce y nos dan unos
magníficos platillos. Aunque hay quien
dice que no le gusta mucho guisar, a la hora de la cena, ni parece, pues
siempre nos agasajan con cosas muy ricas.
En ocasiones son recetas de sus mamás, de sus tías, o de alguna de sus otras
primas, o de alguien que le dio una receta en particular, pero siempre es algo
muy rico. Y además todas tienen muy buena
sazón, que a la hora de guisar es muy importante.
Decir que tiene buena sazón
es referirse al sabor de la comida en sí.
Los alimentos con sazón son aquellos que se destacan por la agradable
sensación que provocan al gusto.
En general se asocia la sazón
a una buena elección de los condimentos que se añaden en su cantidad
justa. La sal, la pimienta, el orégano,
el pimentón, la nuez moscada, el cilantro, etc, son algunos de los elementos
que dan una sazón increíble.
Puede uno recibir consejos de
grandes chefs, inmejorables cocineros, o magnificas mayoras, pero si no tiene
uno el sentimiento de los sabores, de la combinación de las especies, de como
se llevan estas con el ingrediente principal, no sirve de nada. El tener buena sazón, píenso yo, es algo con
lo que se nace, pues no creo que se pueda aprender a imaginar el sabor de algo
al combinarse con otra cosa.
Del guiso al que quiero referirme
es a un guiso de pancita de res que estaba delicioso y entonces nos platicó mi
prima, que era un platillo que hacía la tía de su esposo, hermana de su mamá y
que le quedaba muy rico.
Llegué a conocer a la señora
a la que hacía referencia, era la Tía Chata, quien era una persona muy agradable
y platicadora. Muy animada y con una
gran personalidad. Y pienso que este
guiso refleja eso de ella.
Por esta razón, como nos
encantó la preparación, a mi esposo y a mí, me animé a hacerla, espero que haya
podido reflejar el carácter y la personalidad de la Tía Chata.
Bueno a preparar para poder
disfrutar unos taquitos de esta deliciosa pancita, aunque mi primo dice que
sabe mejor en tostadas, vamos pues a trabajar.
Pancita de la tía Chata
1 kilo de pancita
½ kilo de papas
1 cebolla picada fina
2 dientes de ajo picaditos
2 – 3 cucharadas de manteca de cerdo
½ kilo de chiles poblanos
5 – 6 ramas de epazote
Sal y pimienta
Pele las papas, parta en cubos pequeños y ponga a cocer. Ase
y desvene los chiles poblanos y haga rajas.
Pique las hojas de epazote.
En una olla al fuego ponga la manteca y fría la cebolla
hasta acitronar, agregue el ajo y cuando suelte el aroma añada la pancita
picada fino. Sazone.
Deje que se cueza y añada las papas ya cocidas, el
epazote y las rajas de chile poblano.
Rectifique la sazón, apague y sirva caliente.
Acompañe con tostadas o tortillas.
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