martes, 24 de julio de 2018

Helado de durazno

El durazno está incluido en el folclore asiático pues se dice que Momotaro, uno de los más nobles y semi-históricos héroes del Japón, nació del interior de un enorme melocotón que iba flotando abajo en un río.  Momotaro o “el niño melocotón” lucho con un diablo, “oni”, y afrontó muchas aventuras.

En China se decía que el durazno era consumido por los inmortales debido a sus místicas virtudes de conferir longevidad a todos los que lo comieran.

Yu Huang o el Emperador de Jade tenía una esposa llamada Xi Wangmu, también conocida como la Reina Madre del oeste, que aseguraba la vida eterna de los inmortales alimentándoles con los duraznos de la inmortalidad.  Se dice que los inmortales que residían en el palacio de Xi Wangmu celebraban un excéntrico banquete llamado Pantao Hui o “El festival de los duraznos”.  Esta grandiosa celebración se llevaba a cabo cada seis mil años, ya que el duraznero echaba hojas una vez cada tres mil años y su cosecha tardaba otros tres mil en madurar.  Las estatuas de marfil que representan a los siervos de Xi Wangmu sostienen a menudo tres duraznos.

Esta es una bella historia de la mitología japonesa, pero este hermoso helado de durazno está delicioso, pongámosnos a trabajar y a disfrutar de estas historias.














Helado de durazno
4 tazas de leche
2 tazas de crema para batir
1 ¾ tazas de azúcar
20 gr de maicena
7 yemas de huevo
500 gr de duraznos
2 cucharadas de jugo de limón
½ taza de agua


Pele y corte los duraznos en pedazos pequeños. Ponga en una olla con el agua y que hierva alrededor de 5 minutos.  Agregue el jugo de limón y retire del fuego.  Licue. Reserve.
En un tazón ponga el azúcar, la maicena y las yemas de huevo, y 1 taza de crema para batir. Bata para que todo se integre.
 En una olla ponga 3 tazas de leche y 1 taza de crema a calentar, cuando empiece a hervir agregue la mezcla de azúcar con yemas de huevo y limpie el tazón con la taza de leche restante y agregue.
Mueva con un batidor de globo.  Cuando empiece a espesar no deje de mover para que no se pegue ni se haga grumos.
Retire del fuego y continue moviendo para que no se forme una película gruesa encima.
Añada el puré de durazno y vierta en un molde hermético para que se enfríe.
Cuando esté completamente frío ponga en la máquina de helado.  Bata y congele.  Sirva adornado con rebanadas de durazno.

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