Este hongo es nativo de Europa
y América del Norte y es cultivado extensamente por su uso en gastronomía. Es la especie de hongo comestible más comúnmente
usada para la cocina. Tiene un sombrero
redondeado y ligeramente aplanado en la parte superior. Durante su crecimiento este sombrero está
unido al pie por un anillo simple, es decir vuelto solo hacia la base. Hacia el final de su desarrollo se abre,
exponiendo las láminas típicas de las agaricáceas. Estas láminas no están sujetas al pie y
cambian gradualmente de un color rosa a café oscuro. El sombrero puede alcanzar los 18 cm de diámetro
y el pie hasta 8 cm de largo y 3 cm de diámetro.
La variedad que más se cultiva
es de color blanco en toda su superficie, la carne presenta algunos matices
rosados. Esta variedad es originaria de
Pensilvania donde un granjero lo obtuvo mediante una mutación al azar y
dependiendo su punto de maduración al momento de comercializarlo se vende bajo
el nombre de Portobello (que es más grande y más desrrollado) o como crimini
(en su etapa de juventud).
1 portobello picado
100 gr de tocino
2 tazas de arroz
3 cucharadas de aceite
1 litro de caldo de vegetales o
de pollo
Sal y pimienta al gusto
En un sartén fría el tocino y
el portobello, agregue el arroz y deje que se fría, agregue el caldo o agua
caliente, sazone y meta al horno a 180°C, destapado y hornee por 20 – 25 minutos
o hasta que al probarlo esté cocido. Retire del horno. Sirva caliente.
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