El ingrediente que vamos a utilizar en estas deliciosas galletas es el coco y como siempre, me di un chapuzón en los libros para saber algo sobre esta fruta tropical que se obtiene del cocotero cuyo nombre es “Cocos nucifera”, y además es la palmera más cultivada a nivel mundial.
El coco es una drupa o fruto simple con una capa exterior gruesa (exocarpio) y un mesocarpio fibroso y otra interior dura, vellosa y marrón (endocarpio) que tiene adherida la pulpa (endospermo) que es blanca y aromática. Puede medir de 20 a 30 cm y llega a pesar hasta 2.6 kilos.
El principal producto exportado desde las zonas de cultivo es la copra sin procesar, seguida del coco desecado.
El coco fresco es de uso común en múltiples preparaciones de repostería artesanal e industrial. Otro mercado interesante tanto en Asia, como en Europa y Norteamérica es el agua de coco envasada, de gran aceptación y cada vez mayor demanda. Que es diferente el agua de coco a la leche de coco. La leche de coco se elabora rallando la carne de coco que se remoja o hierve en agua y de ahí sale la leche de coco.
El nombre “coco” proviene de la era de los descubrimientos, pues a los exploradores portugueses que lo llevaron a Europa les pareció que su superficie café y peluda con tres agujeros les recordaba una cara como la del fantasma de las historias sobre el Coco que se les cuenta en España y Portugal a los niños pequeños para asustarles.
Para saber que el coco es joven, es necesario agitarlo para oír el agua de su interior.
En las playas, muchas bebidas compuestas por agua de coco son servidas en los cocos abiertos.
En fin, seguiré buscando mas datos sobre el coco y así
poder charlar un poco más. Por ahora lo
que necesitamos saber es si tenemos coco seco en la alacena para preparar este
antojito.
Galletas de coco de la abuela
-1 taza margarina
-1 taza azúcar
-1 taza azúcar moscabado
-2 huevos
-2 tazas harina
-1 cucharadita bicarbonato
-1 cucharadita polvo para hornear
-¼ cucharadita sal
-1 taza hojuelas avena
-1 taza coco seco
En un tazón bata la margarina y los azúcares hasta que se integren. Agregue los huevos y la vainilla. En otro tazón mezcle harina, polvo para hornear, bicarbonato y sal. Poco a poco añada la harina a la margarina y azúcares. Incorpore las hojuelas de avena y el coco.
Divida la masa en cuatro porciones. Forme un rollo del tamaño deseado, pero iguales, con cada una de las porciones. Envuelva en plástico y ponga en el congelador por mínimo 2 horas.
Precaliente el horno a 180°C y prepare dos o tres charolas sin engrasar o con papel de hornear.
Retire los rollos del congelador y corte rebanadas de 2 – 3 centímetros. Acomode en las charolas preparadas y hornee por 10 – 12 minutos o hasta que estén doradas.
Deje enfriar en las charolas por unos 5 minutos y coloque en una rejilla para que terminen de enfriar.
Los rollos se pueden congelar y sacarlos cuando los vaya
a utilizar.
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