Comer calabacitas proporciona varios beneficios para la salud, ya que son bajas en calorías y ricas en nutrientes. Son una fuente excelente de fibra, vitaminas A y C, así como de minerales como el potasio. Además, su contenido de antioxidantes puede ayudar a combatir el daño celular y promover la salud ocular. El consumo regular de calabacitas también puede contribuir a mantener un peso saludable y favorecer la digestión.
Las calabacitas, también conocidas como zucchinis, tienen su origen en América Central y del Sur. Su llegada a México se dio antes de la colonización europea y se integró en la dieta mexicana adaptándose a diversas preparaciones culinarias. Hoy en día son un ingrediente común en nuestra cocina, utilizadas en platillos como guisos, sopas, ensaladas y porque no, también en panes y postres.
La palabra “zucchini” proviene del italiano, que significa calabacín. Este término de adoptó en inglés para referirse a la variedad de calabacín de piel verde y forma alargadas. También es conocida como calabacita italiana.
Calabacitas horneadas con queso
- 7 – 8 calabacitas
- 100 gr queso cheddar o manchego
- 100 gr queso crema
- 1 cucharada tomillo seco
- 1 cucharadita ajo en polvo
- 2 – 3 cucharadas aceite
- ½ taza de mayonesa
- Sal al gusto
- Lave y corte los rabos de las calabacitas.
- Rebane y ponga en un tazón, agregue el aceite, ajo en polvo, la mitad del tomillo y sal deje marinar por al menos media hora.
- En otro tazón ralle el queso manchego, agregue el queso crema, la mayonesa y bata, añada el resto del tomillo y revuelva.
- Precaliente el horno a 180°, prepare dos charolas con papel de hornear.
- Ponga una cucharadita de la mezcla sobre las rebanadas de calabacita y acomode en las charolas preparadas.
- Hornee hasta que estén doradas. Sirva tibias o frías.
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