lunes, 27 de enero de 2020

Pastel entreverado de fresas

Siendo el azúcar la parte central de los postres, pues es el común denominador de ellos, les parece bien que ¿platiquemos un poco de su historia?

En agosto de 1492, Cristóbal Colón se detuvo en las islas Canarias para cargar vino y agua, pensando que nada más estaría unos cuantos días, sin embargo, quedó prendido de Beatriz de Bobadilla y se quedó cerca de un mes.  Cuando iba a partir, ella le dio unas cañas de azúcar que fueron las primeras en llegar a América.

Los portugueses no se quedaron atrás, pues llevaron el azúcar a Brasil.  Como por 1540 había unas 800 fábricas de azúcar de caña en la isla de Santa Catarina y había otras 2000 en la costa norte de Brasil, en Demarara y en Surinam.

La primera zafra tuvo lugar en la isla de La Española en 1501, y se construyeron muchos ingenios azucareros en Cuba y Jamaica en la década de 1520.

Hasta el siglo XVIII el azúcar fue un lujo en Europa, pero al popularizarse se hizo mas asequible.  Ya en el siglo XIX el azúcar llegó a ser considerado como una necesidad.

Esta evolución del gusto y de la demanda de azúcar como ingrediente de alimentos esenciales desató grandes cambios económicos.  Durante los siglos XVIII y XIX muchos europeos prosperaron con la industria azucarera en las Antillas y otros lugares de América.

La demanda de mano de obra barata para realizar el duro trabajo para el cultivo y procesamiento de la caña de azúcar aumentó la demanda de la trata de esclavos del África.  También hubo una gran demanda de trabajadores semi-esclavos de Asia.  La mezcla étnica moderna de muchas regiones ha sido influenciada por la demanda de azúcar.

Que les parece el bagaje que trae el poner una taza de azúcar a un postre o pastel.  De veras que sí tenemos historias que conocer.  Bueno por el momento dejemos este tema y pongámonos a trabajar en este delicioso pan de fresas.  Les parece que nos pongamos a trabajar, adelante…

















Pastel entreverado de fresas

¾ taza azúcar
1 huevo
50 gr mantequilla
½ taza leche
1 ½ tazas harina
2 cucharaditas polvo para hornear
1 taza de fresas picadas
Cobertura:
75 gr harina
50 gr azúcar
50 gr mantequilla

Precaliente el horno a 175°C y engrase abundantemente un molde desmontable de 20 cm.

En un tazón bata la mantequilla con el azúcar y agregue el huevo, añada la leche alternando con la harina cernida con el polvo para hornear ya sin batir sino integrándolo con una espátula de goma, hasta que esté completamente integrado. Vierta en el molde preparado y reserve.

Para hacer la cobertura, mezcle la mantequilla con el azúcar y añada la harina hasta que quede arenosa. 

Ponga las fresas picadas sobre la mezcla que está en el molde y cubra con la cobertura preparada.

Hornee de 25 a 30 minutos o hasta que al insertar un palillo este salga limpio, y deje enfriar por completo.  Sirva frío.





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