El café de la mañana es tonificante, revive a uno y le da
un “plus” para realizar las acciones cotidianas.
Ahora imagínense, una taza de delicioso café, acompañado
de una rebanada de panqué de café, creo que es un “plus, plus” y nuestro día
será enfrentado con muchísimo ánimo.
El café es la bebida que se obtiene de los granos
tostados y molidos de los frutos de la planta del café o cafeto. Como ya sabemos es una bebida muy estimulante
por su contenido en cafeína.
Por lo general se toma durante el desayuno, después de él
o en ocasiones es el único desayuno, aunque también se acostumbre tomarlo
después de las comidas o cenas para tener una sobremesa o solo por costumbre.
El café es una de las bebidas sin alcohol que son más
socializadoras en muchos países y las formas más populares de tomarlo son negro
y con leche que pueden ser con o sín azúcar; también se le puede agregar crema
o leche condensada, chocolate o en ocasiones algún licor; de esto hay infinidad
de recetas de como prepararlo.
El café se sirve generalmente caliente, pero también se
toma frío o con hielo como en España o Grecia, y en muchos otros países.
El cafeto es originario de la provincia de Kafta en las
tierras altas de Abisini, actualmente es Etiopía, en donde crece de forma
silvestre.
Actualmente, la planta se cultiva principalmente en
países tropicales o sub-tropicales.
Brasil concentra poco más de un tercio de la producción mundial.
Los granos del café son uno de los principales productos
de origen agrícola que se comercializan en los mercados internacionales y a
menudo supone una gran contribución a los rubros de exportación de las regiones
productoras.
Ya conocimos algo del café, después charlaremos de su
historia, tostado, variaciones, etc.
Por ahora, a saborear un rico pastel con una deliciosa
taza de café.
Panqué de café
3 cucharadas café instantáneo
¾ taza agua
2 tazas harina
1 ½ cucharaditas polvo para hornear
150 gr mantequilla suavizada
¾ taza azúcar moscabado
2 huevos
1/3 taza nueces picadas (opcional)
Glaseado:
2 tazas azúcar glas
4 cucharadas agua o leche
3 cucharaditas café soluble
Precaliente el horno a 180°C y engrase y enharine 1 molde
de rosca
Disuelva el café instantáneo en el agua. Cierna la harina y el polvo para hornear.
Bata la mantequilla con el azúcar hasta que esté
acremada. Agregue los huevos y bata hasta que el azúcar haya desaparecido. Incorpore la harina alternando con el café
disuelto. Añada las nueces si las
utiliza. Vierta en el molde preparado y hornee por 35 – 40 minutos, compruebe
si está listo introduciendo un palillo y si sale limpio es que ya está listo.
Deje enfriar sobre una rejilla. Mientras prepare el
glaseado.
Glaseado: disuelva el café en el agua o leche si la
usa. Vierta el café disuelto en el
azúcar glas y revuelva, si es necesario agregue más agua o leche por
cucharaditas hasta que tenga una consistencia de atole.
Voltee la rosca en una charola y vierta el glaseado
encima. Decore con algunos trozos de
nueces o al gusto. Sirva.
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