lunes, 6 de enero de 2020

Carbón dulce de Reyes

En México existe la tradición de que a los niños les traen regalos en las fechas de fin y de principios de año. En Navidad a algunos les trae regalos el Niño Dios y a otros, que por desgracia va siendo la gran mayoría, es Santa Claus.   Digo que por desgracia pues es cultura importada de los países nórdicos y anglosajones, y se va perdiendo la tradición católica mexicana.

Pero también les traen a los niños los Reyes Magos, esos que salieron de Oriente para ir a visitar al Rey de Reyes.  Creo que todos conocemos la historia de los tres Reyes Magos y Jesús.
La noche del 5 de enero los niños ponen sus zapatitos en el nacimiento o a los pies de sus camas con la esperanza de que los Reyes les dejaran regalos.

En países como España, Alemania, Austria, Italia, Suecia y en algunos países de Latinoamérica, incluido México, existe la costumbre de que los niños reciban regalos de los Reyes Magos la noche del día 5 de enero. Los niños hacen su carta y la ponen sobre sus zapatitos, acompañado de un bocadillo que muchas veces es leche y galletas.

En ciertos países europeos les daban a los niños carbón en lugar de dulces y juguetes pues los padres pensaban que su comportamiento no había sido el apropiado.
Como siempre, las madres han tenido una inclinación amorosa por sus hijos  y aunque cuando el padre les dejaba carbón ellas se lo cambiaban por el carbón dulce pues es una golosina que parece ser carbón, pero no lo es, es un dulce aunque su aspecto es negro y rocoso y tiene una consistencia bastante dura, eso sí tiene un alto contenido de azúcar.

Este carbón dulce se usa en los tiempos actuales para recordarle a los niños que no deben portarse mal. Mi nieto querídisimo, al enterarse de esto, me reclamó, queriendo saber porque estaba haciendo estos carboncitos, ya que él se había portado bien todo el año.

Bueno después de tanta plática se antoja una golosina, y que mejor que hacer este carbón dulce. Bueno, pues manos a la obra.













1 clara de huevo
200 gr azúcar glas
½ cucharada jugo de limón
Colorante negro
Almíbar:
700 gr azúcar
1 taza agua

Prepare un molde refractario forrado con papel de aluminio. O con papel de horno.

Ponga al fuego el agua con el azúcar del almíbar y deje que hierva unos 5 minutos.

En un tazón ponga la clara de huevo y bata con un tenedor o con un batidor de globo, agregue el azúcar glas y el jugo de limón e integre todo, añada el colorante negro. También lo puede hacer en la batidora.

Cuando el almíbar ya está listo, agréguelo a la mezcla de huevo y azúcar glas.  Vierta en el molde preparado y deje secar.  Dependiendo del grueso de la preparación serán de 8 a 12 horas.

Corte en trozos y está listo.






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