Al llegar los españoles a América se encontraron con el cacao, que era un ingrediente para preparar una bebida deliciosa que servían a los reyes. Aunque se
sabe que el rey Moctezuma II lo tomaba con un toque picante pues lo elaboran con chile seco.
Al llegar a Europa le quitaron el chile y lo endulzaron y se volvío una bebida del clérigo.
El chocolate permaneció en estado líquido, como una bebida, hasta bien avanzado el siglo XIX, cuando se derritió. Concretamente en 1828 cuando fue empleada una prensa hidráulica en la extracción de la manteca de cacao. Los descubrimientos técnicos posteriores, realizados en Europa con el objeto de mejorar tanto su manipulación como su elaboración y el mejor conocimiento sobre la composición del chocolate, lograron modificar su aspecto inicial de bebida.
Es a finales del siglo XIX y comienzo del siglo XX cuando surgen como novedad las primeras elaboraciones confiteras del chocolate sólido, como son bombones, pralinés, barras de chocolate, etc.
Las características del cultivo del cacao hacen que se pueda cultivar solamente en algunas regiones con clima tropical. Si inicialmente la producción provenía de América, esta situación cambió poco a poco. En la actualidad más de la mitad de la producción del cacao proviene de África, concretamente de Costa de Marfil, siendo la producción en América inferior a la tercera parte, de la cual el mayor productor es Brasil y completa la producción Asia y Oceanía con plantaciones en Malasia y Nueva Guinea.
Ya divagué bastante, ahora a trabajar...
Ya divagué bastante, ahora a trabajar...
½ taza de cocoa
½ cucharadita de bicarbonato
1 taza de agua hirviendo
2 tazas de harina
1 cucharadita de bicarbonato
½ cucharadita de sal
1 taza de aceite vegetal
4 huevos
1 taza de suero de leche
1 cucharadita de vainilla
2 tazas de azúcar
Cobertura
1 cucharada de vainilla
½ taza de cocoa
1 taza de leche
1/8 cucharadita de sal
200 gr de mantequilla sin sal
500 gr de azúcar glas
Precaliente el horno a 180°C y prepare dos moldes de 20 cm engrasando y enharinando solamente el fondo.
Mezcle la cocoa y el polvo para hornear en un tazón y agregue la cocoa, mezcle hasta que esté suave. Reserve.
Cierna la harina con el polvo para hornear y la sal. Reserve.
Mezcle el aceite, huevos, suero de leche, vainilla y azúcar en el tazón de la batidora. Mezcle a velocidad media hasta que todo se integre. Con la batidora funcionando agregue los ingredientes secos hasta que se incorporen y añada la mezcla de cocoa. La mezcla queda un poco aguada, está bien.
Vierta la masa en los moldes preparados y hornee por 30 minutos o hasta que estén cocidos, insertando un palillo para ver si ya están. Deje que se enfríen alrededor de 20 minutos en el molde para que se puedan desmoldar. Cuando estén completamente fríos, divida cada pan en dos y arme el pastel.
Coloque una capa de pan en el platón y vierta un poco de la cobertura. Coloque la segunda capa de pan y ponga más cobertura, haga lo mismo con la tercera capa. Coloque la última capa de pan y cubra todo el pastel. Decore al gusto.
Para hacer la cobertura mezcle la leche, la vainilla y la sal en un tazón en el horno de microondas. Caliente hasta que la leche esté casi hirviendo.
Vierta la leche sobre la cocoa y mezcle hasta que esté suave. Deje enfriar.
Bata la mantequilla hasta que esté suave y aireada, vaya agregando lentamente el azúcar glas hasta que esté completamente integrada, agregue la mezcla de cocoa. Bata hasta que esté liviana o aireada. Utilice enseguida. Puede ser guardada en el refrigerador. Para volver a usar, bata nuevamente.