viernes, 7 de junio de 2019

Pastel de queso con naranja






En Occidente se dice que el azul se asocia a la serenidad, el blanco a la pureza y el negro al duelo; el color naranja o anaranjado es sinónimo de jubilo.

Muchos autores del campo de la psicología lo describen como el color de las relaciones sociales, ya que tiene a generar impulsos que rompen las barreras de la timidez y el mal humor.

Si ves que alguien lleva una prenda de color naranja, sabrás a ciencia cierta que es una persona extrovertida.

No hay un solo color naranja, existen 45 variedades conocidas y todas las podemos captar con nuestros ojos. Desde los colores mate de las conchas de vegetales, hasta los opacos de las hojas de otoño.

El color naranja tiene mucha fuerza, esto se debe a que es un matiz que activa el lado creativo del cerebro.  Si no lo crees, existe una prueba sencilla y es, la próxima vez que te detengas frente a un estante de revistas o libros, comprueba cuales son las portadas o tapas que mas llamaron tu atención y verás que son las que tienen todos anaranjados.

El color naranja es uno de los símbolos universales del budismo.  Al liberar las emociones negativas, éste permite conectarse con el lado espiritual, potenciando las sensaciones de bienestar, aún en los entornos menos favorecedores.  Si se acuerdan, la mayoría de los monjes budistas que ponen en las series televisivas siempre andan de color naranja.

Muchas flores, especias secas y tés comparten el color naranja y por esta razón es llamado el color más sabroso del mundo.

Aunque también se ha utilizado para decirnos “peligro” sin palabras como en los carteles de advertencia de tránsito o seguridad industrial quienes lo emplean con frecuencia.

Cuantas cosas podemos reflexionar sobre el color naranja, lo mas importantes para mi en este momento es preparar este delicioso pastel de queso con naranja, que está delicioso, así que a trabajar…


Pastel de queso con naranja
1 rollo de galletas de vainilla tipo “María!
90 gr de mantequilla
250 gr requesón
190 gr queso crema
3 huevos
2 naranjas, jugo y ralladura
100 gr azúcar
Mantequilla para engrasar
Gajos de naranja

Precaliente el horno a 170°C.  Engrase con mantequilla un molde desmontable de 22 cm.

Muela las galletas de vainilla.  Derrita la mantequilla. Mezcle el polvo de galletas con la mantequilla derretida.  Ponga la miga de galletas en el molde preparado y presione con el reverso de una cuchara. Reserve.

Ralle la piel de naranja y exprima el jugo, reserve.

Bata el requesón y el queso crema, añada el azúcar y los huevos uno a la vez y continúe batiendo. Agregue la ralladura y el jugo de naranja y revuelva con una espátula de goma.  Integre bien. 

Vierta en el molde preparado y hornee por 50 – 55 minutos o hasta que esté cocido.

Adorne con los gajos de naranja. Sirva frío.


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