martes, 31 de diciembre de 2019

Pescado relleno de jaiba













Cuando hablamos de pescado nos referimos a los peces que utilizamos como comida o alimento.  Estos peces pueden ser pescados en los océanos, mares, ríos, lagos, etc y hay oros que son criados mediante técnicas de acuicultura.

El término se aplica simplemente a los peces, de ah´la palabra pescado, y desde la caída del Imperio Romano hasta los inicios de la edad Moderna se aplicaba incluso a ciertas aves acuáticas como los patos, los gansos, etc, que eran comidos en cuaresma, cuando no se podía comer otra carne que la de pescados y mariscos ya que, por una leyenda atribuida  las barnaclas, que las consideraba una metamorfosis de ciertos bivalvos, se clasificaba a estas aves como pescado.

El pescado blanco es el que tiene un bajo contenido en grasas, aproximadamente 2% de su peso en grasa.  Los pescados blancos son por ejemplo el lenguado, la merluza, el rodaballo, el abadejo, etc.

El pescado azul tiene un contenido en grasa superior al 5% como por ejemplo el bonito, la caballa, el salmón, la sardina, el atún, etc.  Este pescado es una fuente natural de ácidos grasos omega-3, un ácido graso esencial. 

Otro tipo de pescados son los peces planos.  Estos tienen como característica que, naciendo con la forma típica de un pez, van variando ésta hasta hacerse planos, para poder vivir en el fondo.  De ahí que tengan los dos ojos en el mismo lado de la cara, la boca torcida y las aletas pectorales una encima de otra.  En estos peces se denomina “lado ciego” el que tienen en contacto con el fondo.  Al ser peces que viven en profundidades muy pequeñas, son muy aptos para criarse en piscifactorías.  Algunos ejemplos de estos son el lenguado, el rodaballo y el gallo.

Pocas personas comen el pescado entero, la mayoría los comemos en filete y hay partes que no se utilizan.

Los pueblos andinos prehispánicos supieron utilizar los residuos del pescado como son los huesos, escamas, aletas, cabezas, etc., como excelentes abonos orgánicos. 

La piel del pescado ha sido utilizada or los pueblos aborígenes del litoral siberiano para confeccionar ropas, las espinas de pescado han sido utilizadas por los seres humanos prehistóricos y por los pueblos hasta hace poco llamados “primitivos”, como los inuit, para confeccionar artefactos, en especial agujas de coser.  La grasa de pescado muchas veces se ha utilizado como una cola o pegamentos.  La piel muy áspera de los escualos ha sido utilizada para confeccionar lijas hasta hace poco tiempo.

 Esta receta en realidad es muy fácil de hacer, además es muy rico.  Anímense a prepararlo.










Pescado relleno de jaiba

½ cucharada aceite
2 cebollas cambray picadas (blanco y verde)
3 champiñones rebanados
½ taza de espinacas picadas
½ taza carne de cangrejo limpia
½ taza queso crema a temperatura ambiente
3 cucharaditas jugo de limón
½ cucharadita sal de apio
2 filetes de salmón         
Sal y pimienta

Precaliente el horno a 175°C.  Prepare una charola con papel encerado

En un sartén derrita la mantequilla y cocine hasta que suavicen la cebolla de cambray y los hongos, alrededor de 5 minutos.  Agregue las espinacas y cocine por 2 minutos más. Retire del fuego y deje enfriar.  Una vez frío, exprima los vegetales para que no le quede líquido.

Mezcle los vegetales con la carne de jaiba, queso crema, jugo de limón y sal de apio en un tazón pequeño.  Acomode los filetes de salmón en el molde preparado y sazone con sal y pimienta.  Haga una pequeña incisión no profunda a lo largo del filete de pescado, pero no lo rebane.  Divida la mezcla de jaiba y verduras y póngala en la incisión, y cubra el filete con la mezcla.  Hornee de 18 a 20 minutos o hasta que el pescado esté cocido y la mezcle empiece a dorar.



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