domingo, 23 de febrero de 2014

La manzana, el fruto de la humanidad

Uno de los frutos de invierno del cual gozamos todo el año es la manzana (con sus excepciones, como mi hijo menor, que aborrece la manzana después de que gracias a una perdió su primer diente de leche).  Oriunda de Asia Central, la manzana llegó a nosotros por las migraciones humanas y como todas las cosas que el humano ha visto que le sirven, la fue “domesticando”, haciendo énfasis en una cría de manzana selectiva, mejorando la manzana y creado así una infinidad de tipos de manzana (que según es un número tan bajo como 5000 o uno tan alto como 20000), variando desde tamaño y color hasta el sabor y la dulzura. Es por eso que la manzana la tenemos todo el año, tanto por su variedad casi infinita, como por el hecho de que esta esparcida por todo el mundo; y bueno, si algo me ha enseñado la cocina, es que si hay mucha variedad y es fácil de adquirir durante todo el año, la cantidad de guisos es casi infinita (quizá hasta llegue al mismo número de manzanas existentes).

El día de hoy, hice un rico pastel de manzana a la noruega que tomé de una vieja colección de recetarios que tengo desde hace tiempo que se llama “El Artista de la Cocina” (que como es de esperar, se encuentra en su tomo de pastelería y repostería). Lo único malo de este pastel, al menos en mi casa, es que desaparece en una o dos horas, a duras penas alcance a tomar la foto antes de que desapareciera. Es muy fácil de hacer, les invito a que traten de hacerlo.





Pastel de manzana a la noruega

2 huevos
225 gr azúcar
100 gr mantequilla
2/3 taza crema ligera
175 gr harina
3 cucharaditas polvo para hornear
3 – 4 manzanas


Engrase y enharine un molde refractario de 22 cm.  Bata los huevos y 200 gr de azúcar hasta que esté cremosa.  En una ollita ponga la mantequilla y la crema.  Deje hervir y agregue los huevos y el azúcar.  Cierna la harina junto con los polvos para hornear e incorpore con mucho cuidado a la pasta, procurando que no queden grumos.  Vierta la mezcla en el molde  preparado.  Pele las manzanas, quite el corazón y corte en rebanadas. Inserte en la pasta y espolvoree con el resto del azúcar.  Meta al horno precalentado a 200°C aproximadamente 25 minutos o hasta que esté dorado.  Enfríe en el refractario y sirva.



Editado por: Mario Vázquez)

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