jueves, 29 de febrero de 2024

Clafoutis de piña y ron

El clafoutis tiene sus raíces en la región de Limousin, en Francia.  Se cree que se originó en el siglo XIX.  Originalmente se preparaba con cerezas negras, que se dejaban con los huesos para dar sabor al postre, pero hoy en día se hacen variaciones con diferentes frutas.

La piña es originaria de América del Sur, específicamente de la región del Paraguay, Brasil y norte de Argentina.  Fue domesticada y cultivada por pueblos indígenas en estas áreas mucho antes de la llegada de los europeos.  Luego se propagó por América Central y el Caribe, donde los europeos la encontraron durante sus exploraciones en el continente americano.

Una característica distintiva del clafoutis es su textura única, que se sitúa entre un budín y un pastel.  La masa, que se asemeja a una mezcla entre crepe y hotcake o pancake, envuelve las frutas, creando una combinación de sabores y una textura suave y reconfortante.  Además, es común encontrar que la fruta utilizada en el clafoutis aporta un toque jugoso y dulce, mientras que la masa tiene a ser sutilmente dulce y ligeramente cremosa.  Se sirve típicamente tibio, a menudo espolvoreado con azúcar glas, lo que añade un toque final de dulzura y una presentación elegante.

Clafoutis de piña y ron

  • 150 g harina
  • 200 g piña
  • Ron al gusto
  • 100 g azúcar
  • 4 huevos
  • ¼ taza leche
  • 30 gr mantequilla
  • 1 pizca de sal

 

  1. Precaliente el horno a 190°C, Enmantequille un molde de pay.
  2. En un recipiente derrita la mantequilla. 
  3. Ponga los huevos en un tazón y bata con un batidor de globo.  
  4. Agregue el azúcar, la harina, la mantequilla derretida, la leche y la pizca de sal. Mezcle hasta que la pasta esté suave.
  5. Pique la piña y dispóngala en el fondo del molde preparado, rocíe con una cucharada extra de azúcar y el ron que vaya a utilizar. 
  6. Vierta la mezcla.
  7.  Hornee por 25 – 30 minutos, hasta que esté cuajado y se dore ligeramente.
  8. Retire del horno, deje entibiar y espolvoree azúcar glas, si lo desea.


domingo, 25 de febrero de 2024

Nopales con champiñones

Los nopales y champiñones son una combinación excelente para una comida saludable.  Los nopales son ricos en fibra, antioxidantes y vitaminas, como las C y A, que son beneficiosas para la salud del corazón y la piel. Los champiñones por su parte, son una gran fuente de proteínas, vitaminas del complejo B y minerales como el potasio y el selenio, que son importantes para la función cognitiva y el sistema inmunológico, juntos, estos alimentos pueden ayudar a mantener un sistema digestivo saludable, ontrolar el azúcar en la sangre y promover la pérdida de peso.  Además son bajos en calorías y grasas, lo que los convierte en una opción perfecta para una dieta equilibrada.

Los champiñones son originarios de Europa y América del Norte.  Se cree que fueron cultivados por primera vez en Francia en el Siglo XVII,  aunque también se encuentran de forma silvestre en diversas partes del mundo.

El nopal es originario de México y América Central. Ha sido un elemento importante en la dieta y la cultura de las civilizaciones mesoamericanas durante miles de años.  Los registros arqueológicos muestran que los pueblos indígenas como los aztecas y losmayas consumían nopal tanto por su valor nutricional como por sus propiedades medicinales. 

Los nopales son las hojas planas y ovaladas de ciertas especies de cactus, son resistentes y pueden sobrevivir en condiciones áridas y semiáridas, lo que las convierte en una fuente importante de alimento en regiones donde otros cultivos pueden tener dificultades para crecer.


Nopales con champiñones

  • 1 docena de nopales
  • 1 cebolla picada pequeña
  • 3 dientes de ajo picados finamente
  • ½ kilo champiñones rebanados
  • ½ kilo elote desgranado
  • Chiles de árbol al gusto
  • Aceite el necesario
  • Sal y pimienta al gusto

 

En una olla ponga aceite y fría la cebolla, cuando esté transparente agregue el ajo, permita que se fría por un minuto y añada los nopales picados en cubos pequeños. Cuando el nopal empiece a soltar su baba, agregue los champiñones y el elote. Deje cocinar, sazone y agregue los chiles si los usa. Cuando no suelte baba el nopal ya está listo. Retire del fuego y sirva.

 


miércoles, 21 de febrero de 2024

Enchiladas verdes de Cacahuamilpa

En cada sitio, región o estado encontramos incontables recetas de enchiladas, tal es el caso de estas enchiladas verdes de Cacahuamilpa, que son una exquisitez culinaria arraigada en la región de Guerrero y tienen sus orígenes en las ricas tradiciones gastronómicas locales. 

La meticulosa combinación de ingredientes frescos, como tomates verdes, chiles y cilantro, da vida a la característica salsa verde que define este platillo.  El nombre “Cacahuamilpa” se vincula a la región, famosa por sus majestuosas cuevas, donde las comunidades han cultivado los componentes esenciales de estas enchiladas a lo largo de generaciones, infundiendo así un carácter único a la receta.

La preparación de estas delicias implica sumergir las tortillas de maíz en la vibrante salsa verde, rellenándolas con opciones como pollo desmenuzado, carne de res o queso, para luego enrollarlas y hornearlas. Este proceso cuidadoso y la combinación de sabores frescos y picantes han convertido a las enchiladas verdes de Cacahuamilpa en un auténtico emblema gastronómico, no solo de la región, sino en todo México.  La fusión de ingredientes de calidad y técnicas culinarias tradicionales, han catapultado este platillo a la fama, conquistando paladares y consolidándolo como un tesoro culinario que refleja la riqueza de la cultura mexicana.

Las grutas de Cacahuamilpa se encuentran en el Estado de Guerrero, parte en el Estado de Morelos.  Cacahuamilpa significa en Náhuatl “en la sementera del cacahuate” o sea “en la tierra sembrada de cacahuate”.

Enchiladas verdes de Cacahuamilpa

 

  • ¾ taza cacahuates salados
  • 6 chiles poblanos asados
  • 2 chiles poblanos asados para el adorno
  • 2 dientes de ajo asados
  • 1 cebolla chica asada
  • 1 taza leche entera
  • Sal
  • Aceite el necesario
  • 24 tortillas de maíz
  • Pollo deshebrado para el relleno
  • 200 gr queso fresco rallado
  • ½ cebolla rebanada delgado

 

  1. Fría los cacahuates y ponga en la licuadora con los chiles, cebolla, ajo y leche y muela.  
  2. Vierta en una sartén y fría la salsa.  
  3. Ponga caldo del pollo o más leche hasta ajustar la consistencia y sal.  
  4. No debe quedar demasiado espesa, como si fuera mole. 
  5. Pase las tortillas por aceite caliente. 
  6. Retire el exceso de aceite con servilletas de papel. 
  7. Sumerja la tortilla en la salsa, rellene con el pollo, enrolle o doble, bañe con la salsa y adorne con queso fresco rallado, cebolla y rajas de plátano. 
  8. Si las tortillas son hechas en el momento, saliendo del comal, añada una cucharada de salsa y el pollo deshebrado, doble o enrolle y bañe con la salsa, espolvoree el queso, la cebolla y el chile.

sábado, 17 de febrero de 2024

Pastel de dátiles y nueces

La historia del dátil se remonta a miles de años, siendo una de los primeros frutos cultivados por la humanidad.  Originario de  Medio Oriente y el norte de África, el dátil ha desempeñado un papel crucial en la dieta y la cultura de estas regiones.  Los primeros registros del cultivo de dátiles datan de al menos 6,000 años, con evidencia arqueológica que muestra su presencia en la antigua Mesopotamia y en el Valle del Indo.

Civilizaciones como la egipcia y la mesopotámica consideraban a los dátiles como símbolos de prosperidad y longevidad.  A lo largo de la historia, los dátiles han sido una fuente valiosa de alimento en climas áridos, gracias a la resistencia de la palma datilera a condiciones desérticas.  La propagación de la cultura de los dátiles se llevó a cabo a través de rutas comerciales, desde el norte de África hasta el Mediterráneo y Asia.

Uno de los registros más antiguos del dátil, se da en la literatura. Los dátiles son menciados en la Anabasis, de Jenofante, alumno de Sócrates, así como Heródoto que lo incluía entre los materiales necesarios para el ritual de momificación egipçio. En textos sagrados, como la Biblia y el Corán, son mencionados como alimentos nutritivos y bendiciones de la tierra. Con el tiempo, la introducción de la palma datilera en otras partes del mundo, como España y el sur de California, llevó a la expansión global de la producción de dátiles.  Hoy en día, los dátiles son apreciados no solo por su dulzura y valor nutricional, sino también por la rica historia que llevan consigo, siendo testigos de civilizaciones antiguas y parte integral de tradiciones culinarias en diversas culturas.

Pastel de dátiles y nueces

 

  • 1 ½ tazas de almendras molidas
  • ¼ cucharadita de bicarbonato
  • ¼ cucharadita de sal
  • 3 huevos
  • ¼ taza aceite
  • ¼ taza jarabe de inulina
  • 2 cucharaditas de vainilla
  • 1 taza nueces peladas y partidas
  • 1 taza de dátiles deshuesados y partidos

 

Precaliente el horno a 170°C, forre con papel de horno dos moldes de panqué.

En un tazón mezcle los ingredientes secos como las almendras, bicarbonato, sal, nueces y dátiles.  En otro tazón revuelva los ingredientes líquidos: los huevos, aceite jarabe de inulina y vainilla. Incorpore los ingredientes líquidos en los secos y revuelva bien.  Vierta en los moldes preparados y hornee alrededor de 20 – 25 minutos hasta que al introducir un palillo este salga seco. 

Retire del horno y deje enfriar.  Sirva.









miércoles, 14 de febrero de 2024

Dim Sum de pollo y chutney de higo

Los Dim Sum son originarios de China, y su origen se remontan a la antigua Ruta de la Seda, donde los viajeros y comerciantes necesitaban lugares para descansar y reponerse.  Los vendedores ambulantes comenzaron a ofrecer pequeñas porciones de comida para satisfacer estas necesidades, lo que eventualmente evolucionó hacia los Dim Sum que conocemos hoy en día: una variedad de pequeños platillos servidos tradicionalmente en cesta de bambú en los restaurantes chinos.

Los dimsum son una deliciosa variedad de bocados chinos que se sirven tradicionalmente en pequeñas porciones, ideales para compartir.  Hay una amplia gama de formas de dimsum, cada una con su propia técnica de preparación y relleno.

Los hay que parecen empanaditas, otras parecen sombreros de cardenal, otras mas son como costalitos que se les deja ver un poco de relleno y otras son como costalitos cerrados. 

Debido a la globalización muchos de estos bocaditos no siempre están rellenos con los sabores tradicionales chinos, sino con lo que nosotros tenemos o pensamos que estarán deliciosos, como por ejemplo estos que hice que les puse pollo, pero bien pudo haber sido pato confitado o pavo.  Lo que si sé es que a este ingrediente (el pollo) le va bien el chutney de higo, que es una manera superfácil de hacer chutney.

Dim Sum de pollo y chutney de higo

  • Hojas de won ton
  • 2 muslos de pollo deshebrados
  • 1 cucharada de mantequilla
  • ½ taza mermelada de higo
  • 2 cucharaditas vinagre balsámico
  • 1 pizca de jengibre en polvo
  • Sal y pimienta

 

En una olla pequeña vierta la mermelada y el vinagre, añada la pizca de jengibre y sal y pimienta, ponga al fuego y cuando hierva reduzca el fuego al mínimo y deje sazonar por unos minutos más.  Mezcle regularmente. 

Mientras tanto, en un sartén ponga la mantequilla y fría el pollo deshebrado, sazone.  En un tazón mezcle el chutney de higo y el pollo y deje que se enfríe.

Precaliente el horno a 200°C y prepare charolas con papel para hornear.

En las hojas de wonton ponga una cucharadita de la mezcla de pollo y cierre de la manera que prefiera, puede ser en forma de triángulo, en forma de rollo, o al gusto.  Hornee por 15 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.  Sirva con ensalada verde.

sábado, 10 de febrero de 2024

Biscottis con chispas de chocolate

 

Al entrar a mi cocina a preparar los alimentos, imaginé un viaje a través del tiempo y el sabor y me llevó directamente a la tierra del sol y la pasta: Italia. Al llegar me sumí en la cautivadora historia del biscotti que es una galleta que al través del tiempo se ha convertido en un tesoro gastronómico.

En la época Medieval, en la Toscana, nació el biscotti con un propósito muy práctico, acompañar a los viajeros y soldados en sus travesías, pues estas galletas tienen una vida muy larga debido a su proceso de doble horneado que las vuelte resistentes.

Cuando empecé a hornear el aroma envolvió la casa y sus alrededores y me sentí en la campiña italiana deseosa de poder tomar un café con estas deliciosas galletas, pero no, estas galletas tienen doble personalidad, no quiere decir que sean bipolares, el primer horneado les da estructura y la segunda cocción es para establecer su dorado perfecto, por esto mismo debemos esperar para saborearlas.

Existen muchas recetas de biscottis, pero en esta ocasión a la masa de vainilla le agregué chispas de chocolate y fue un muy afortunado acompañante.  

 

Biscottis con chispas de chocolate

 

60 gr mantequilla sin sal

2/3 tazas de azúcar

¼ cucharadita sal

1 ½ cucharaditas polvo para hornear

3 cucharaditas vainilla

2 huevos

2 tazas de harina

1 taza de chispas de chocolate

 

Precaliente el horno a 175°C y prepare dos charolas con papel para hornear ligeramente engrasado.

 

En un tazón bata la mantequilla, azúcar, sal, polvo para hornear y la vainilla.  Bata hasta que esponje y esté pálido.  Agregue la harina solamente hasta que se integre teniendo cuidado de raspar bien el fondo y los lados del tazón.  Añada las chispas de chocolate y revuelva levemente.  Se formará una masa un poco pegajosa. 

 

Deje que la masa repose unos minutos en el tazón.  Divida la masa en dos y acomode una en cada charola preparada, de manera que forme una hogaza alargada.  Con las manos ligeramente engrasada o mojadas de forma a la hogaza de unos 5 – 6 cm pues en el horno se expandirá. Hornee por 25 – 30 minutos hasta que al presionar con los dedos sea firme.

 

Al retirar del horno, deje reposar los panes por 15 minutos para que se refresquen.  Mientras reduzca la temperatura del horno a 165°.  Corte en rebanadas con un cuchillo de sierra de manera diagonal y de un ancho de 1 ½ cm, acomode nuevamente en la charola y hornee hasta que esté dorado, alrededor de 7 minutos, voltee las galletas del otro lado y deje que se doren también.

 

 


sábado, 3 de febrero de 2024

Galletas de mantequilla



Es un verdadero placer tomar un cafecito y acompañarlo de galletas, pero cuando las galletas son de mantequilla y hechas en casa, estas se derriten en la boca y te recuerda cuando tu abuela o alguna tía consentidora te hacía galletas y tu se las robabas cuando todavía estaban calientes o las estaban sirviendo en la charola para llevarlas a la mesa.

Me acuerdo que cuando era pequeña mi papá nos traía de sus viajes algunas latas azules con unas galletas deliciosas, que eran de lugares inimaginables y sabían como estas galletitas, deliciosas.

La parte amarga de este recuerdo es que mi mamá guardaba las latas y las rellenaba de cosas que para nada eran estas ricuras.  Veíamos la lata, nos saboreábamos las galletas y al abrir, que decepción eran botones, hilos, lápices de colores o cualquier cosa pequeña y en grandes cantidades que hay en la casa.  Lo triste del caso es que cuando ya estaba casada con mis hijos pequeños y compraba de esas latas de galletas, hacía lo mismo que mi mamá y la decepción era para mis hijos. Creo que por esa razón para nietos no hago eso, a ellos les hago galletas lo mas seguido que puedo.

Galletas de mantequilla

  • 240 gr mantequilla suavizada
  • ½ taza azúcar
  • 2 yemas de huevo
  • 1 cucharadita vainilla
  • ½ cucharadita polvo para hornear
  • 2 tazas harina
  • ¼ cucharadita sal
  • Cerezas en mitades, las necesarias

 

Prepare charolas ligeramente engrasadas con mantequilla es spray o ponga papel para hornear. Precaliente el horno a 180°C.

En un tazón bata la mantequilla con el azúcar hasta que esté ligera y esponjosa.  Agregue las yemas y la vainilla y bata hasta que se integren bien.  Añada harina, polvo de hornear y sal, bata a baja velocidad hasta que esté bien mezclado.

Vierta la mezcla en una manga de pastelería con boquilla rizada y forme en las charolas preparadas.  Decore con las cerezas y hornee de 8 a 10 minutos hasta que las orillas estén ligeramente doradas.  El tiempo aproximado depende de cada horno. 

Enfríe completamente y sirva.  Las galletitas sobrantes las puede guardar en un reciepiente hermético.