Soy oriunda de Tabasco pero hace tiempo vine a vivir a la Ciudad de México. Allí conocí a la suegra de mi hermana, Doña Loly. Ella era una señora maravillosa, que tenía infinidad de anécdotas, con un sentido del humor único: siempre se encontraba de buenas y contaba chistes de todos tipos. En las fiestas siempre le encantaba tomar sus cubas. También tenía una mano mágica para los guisos.
Su especialidad culinaria era la comida mexicana casera. Cada vez que íbamos a comer con ella, tenía un nuevo platillo para ofrecernos. Aprendí de ella a comer tacos de lengua, pambazos, puchero de pescado, verdolagas en salsa verde, mole de olla y muchísimas cosas mas que son típicas de todas las casas mexicanas.
De lo que me acuerdo más es de chiles chipotles en escabeche, chiles verdes en escabeche y de la salsa borracha o negra. Y estas son queridas para mi porque, cuando me hice novia de quien ahora es mi esposo y padre de mis hijos, ella me enseñó a prepararlo. Como saben, yo no como nada de chile, en mi casa no comíamos nada de picante pero, a mi marido, chilango de nacimiento, le encantaba. Ella me decía que el camino más corto para llegar al corazón de un hombre era por el estómago.
No se si este consejo funcione o no, pero yo me imagino que sí, ya que mi marido y yo solo fuimos novios por 3 meses antes de que, súbitamente, me pidió matrimonio. Y aquí seguimos juntos, 37
años después.
- 100 gr chile pasilla
- 200 gr queso Cotija rallado o picado
- 2 ajos
- 2 – 3 pimientas
- ¼ cucharadita comino
- 1 cucharada aceite
- ½ taza de jugo de naranja o pulque
- 2 cucharadas vinagre de manzana
- Sal o consomé al gusto
- Si desea, quite las semillas a los chiles pasilla y tueste en un comal, sin que lleguen a quemarse pues se amargaría la salsa. Remoje por una hora en suficiente agua para que se suavicen.
- Ponga en la licuadora los ajos, las pimientas, el comino, vinagre, sal y los chiles, agregando el pulque o el jugo de naranja, si no es suficiente agregue el agua del remojo a cucharadas, hasta que tenga la consistencia deseada.
- En una olla al fuego, agregue el aceite y vierta el molido. Cuando empiece a hervir agregue el queso y pruebe para rectificar la sazón.
- Retire del fuego y vierta en un frasco. Sirva con tortillas recién hechas y con barbacoa o chicharrón.
(Editado por Mario Alberto Vázquez Rosas y Emelina Guadalupe Rosas León)
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