miércoles, 14 de agosto de 2019

Galletas de avena y chispas de chocolate


















En 1933 la Sra. Ruth Graves Wakefield de Toll House Inn en la ciudad de Whitman, Massachusetts, agregó chocolate cortado en trozos a una receta de galletas y fue un éxito increíble.  Entonces la Sra Wakefiel negoció con Nestlé el agregar su receta a las barras de chocolate a cambio de un suministro de por vida de chocolate.

Al principio, Nestlé incluyó una pequeña herramienta para cortar las barras de chocolate, pero en 1939, se comenzó a vender el chocolate en forma de chispas.
Originalmente, las chispas eran solamente de chocolate semi-dulce, pero en la actualidad existen muchos sabores.  Son sabores como por ejemplo: chispas de chocolate amargo, chispas de mantequilla de maní, chispas de caramelo, chispas de chocolate blanco, chispas de chocolate con leche, etc.

Las chispas las podemos utilizar en todo tipo de postres, calientes o fríos y también en la elaboración de panes, pasteles, panqués, etc.
También pueden estar en helados, barras de fruta y granola.

Las chispas de chocolate no son recomendadas para sustituir al chocolate derretido para hornear.  Esto es porque la mayoría de las chispas son diseñadas para mantener su forma después de hornear pues contienen menos manteca de cacao que el chocolate de repostería.

Y si a estas chispas le agregamos avena encontramos unas galletas energéticas y deliciosas.

Bien, me pondré a hacer estas deliciosas galletas, que, a decir verdad, casi se hacen solas.  A trabajar.











Galletas de avena y chispas de chocolate

1 taza de azúcar moscabado
2 huevos
½ taza leche
¾ taza aceite
1 cucharadita vainilla
2 tazas harina
1 cucharadita bicarbonato
1 cucharadita sal
1 cucharadita canela
2 tazas avena
½ taza de chispas de chocolate

En un tazón mezclamos azúcar morena, huevos, leche, aceite y vainilla y mezcle bien.
En otro tazón mezcle harina, bicarbonato, sal y canela.
Vierta los ingredientes líquidos en los secos y revuelva, añada la avena y las chispas de chocolate.
Deje reposar de 15 a 20 minutos, de preferencia en el refrigerador.
Precaliente el horno a 175°C, engrase varias charolas para hornear.
Vierta cucharaditas de la masa en las charolas preparadas, separadas una de otra porque pueden crecer.
Hornee de 10 a 12 minutos o hasta que las orillas se doren, o si prefiere más crujientes, deje que se doren levemente por encima.
Transfiera a un platón y sirva.










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